En Nuremberg, los acusados toman la palabra por última vez. Han transcurrido 218 jornadas de sesiones.
PROCESO DE NUREMBERG
Total de piezas: 26
Termina el proceso de Nuremberg. Diversas sentencias.
El proceso de Nuremberg termina en el mes de octubre de 1946. Schacht Fritzsche y Von Papen aciertan al creerse a salvo de la sentencia: son increiblemente absueltos. Hess, Raeder y Funk son condenados a cadena perpetua; Speer y Schirach a veinte años: Neurath a quince; Doenitz, a diez. Algunos cumplirán, otros morirán en prisión. Todos los demás acusados serán condenados a muerte, entre ellos Goering, von Ribbentrop y Keitel. (Hess permanecerá prisionero en Spandau hasta su suicidio en 1987, a los 93 años)
Goering se suicida dos horas antes de la fijada para su ejecución.
Goering no llegará a la horca; no se sabe cómo ha sido introducida en su celda una cápsula de cianuro, y se ha suicidado dos horas antes de la fijada para su ejecución.
Se procede a la ejecución de los jefes nazis condenados en NUREMBERG.
El 16 de octubre de 1946 se procede a la ejecución de los jefes nazis condenados en NUREMBERG. A la una y once minutos de la madrugada, Ribbentrop sube las escaleras del patíbulo, instalado en el gimnasio de la prisión, para ser ahorcado. Le siguen en un corto intervalo, Keitel, Kaltenbrunner, Rosenberg, Frank, Frick y Streicher, quién grita ¡¡ Heil Hitler !! mientras el verdugo rodea su cuello con la soga de horca. Los demás, Jodl, Sauckel y Seyss-Inquart, suben al patíbulo con serenidad. Borman, juzgado en ausencia, no puede ser ejecutado. Para evitar cualquier tipo de manifestación en memoria de los líderes nazis ejecutados, sus cuerpos son incinerados en el único horno crematorio que existe en Dachau, cerca de Munich, y sus cenizas esparcidas en el cercano río Isar. Hermann Goering se ha suicidado horas antes de la ejecución.
En Alemania Occidental, en términos generales, no hubo desnazificación.
En Alemania Occidental, en términos generales, no hubo desnazificación. Los juicios aliados en Alemania contra los nazis fueron poca cosa. El tribunal interaliado de Nuremberg que se proponía llevar a juicio a cinco mil personas, no juzgó más que a 210. En diversos juicios, norteamericanos, británicos y franceses condenaron a 5000 personas, de las que apenas 700 lo fueron a la pena capital. Más del 90% de los miembros de las SS ni siquiera llegaron a ser juzgados. Y es que la RFA salda con total impunidad el nazismo, a diferencia de la Alemania Oriental, donde se fusila a varias decenas de miles de nazis que tuvieron responsabilidades en crímenes, e incluso, seguramente, a alguno sin ellas. El nuevo Estado alemán protege y amnistía a los nazis gracias a la reforma del Código Penal acometida por el jurista Eduard Dreher, él mismo un ex nazi con responsabilidades, que impone la prescripción para los crímenes de “complicidad con asesinato”, lo que equivale a una amnistía. Como resultado, más del 90% de los miembros de las SS ni siquiera llegan a ser juzgados en la RFA, y a mediados de los años cincuenta los nazis condenados por tribunales de guerra se encuentran ya en libertad sin haber cumplido sus condenas.
Los siete condenados a penas de cárcel por el Proceso de Nuremberg, son enviados a la prisión de Berlín-Spandau.
A mediados de 1947, los siete condenados a penas de cárcel por el Proceso de Nuremberg, son enviados a la prisión para criminales de guerra de Berlín-Spandau. Las cuatro potencias aliadas se reparten la custodia de los prisioneros, los únicos de todo el recinto, en turnos de un mes. En los años cincuenta serán puestos en libertad por razones de salud Neurath, Raeder y Funk. Tras cumplir íntegramente sus sentencias, Speer y Schirach abandonarán Spandau en 1966. En la cárcel sólo permanecerá Rudolf Hess, que se suicidará en 1987 a los 93 años de edad.