Nace Benito Amilcare Andrea MUSSOLINI en un pequeño pueblo italiano llamado Predappio, hijo de un herrero y de una maestra rural. El nombre de Benito es elegido por su padre como homenaje al famoso revolucionario mexicano Benito Juárez. Los dos siguientes nombres responden también a la admiración paterna por dos de los primeros líderes del socialismo en Italia.

Benito MUSSOLINI, maestro de escuela primaria a los 18 años, tras una breve experiencia docente en Gualtieri Emilia, marcha a Suiza, donde vivirá de 1902 a 1904. Para ganarse el sustento tiene que hacer de todo: desde albañil a profesor, desde dependiente en una tienda a periodista.

Benito MUSSOLINI se encuentra de vuelta en Italia en 1905 para hacer el servicio militar. Tras una brevísima actividad como maestro en la escuela de Cavena de Tomezzo se dedica de lleno al periodismo, en Trento como secretario de Camera del Lavoro y director de un modesto semanario, L’Avvenire del Lavoratore, y luego en Forli, donde dirige otro semanario titulado La lotta di classe.

Benito MUSSOLINI desde la fecha, convive con Rachele Guidi. Rachele, era la hija menor de Anna Lombardi, amante del padre de Mussolini y, según algunos, hermanastra del Duce, quien se enamoró perdidamente de ella cuando la conoció en 1909. Ella tenía 16 años, 10 menos que Mussolini. Como en aquella época él pregonaba ideas socialistas convenció a la joven de que el matrimonio era cosa de burgueses. Así convivieron durante cinco años. Mussolini sólo aceptó unirse legalmente a ella después de haber tenido el hijo con Ida Dalser, para evitar que ésta se autoproclamara “señora Mussolini”.

Benito MUSSOLINI, en 1910, abandona sus planes de emigrar a América o Africa, y aparece en un diario socialista con artículos que crean discusión, especialmente los destinados a confrontar a la Iglesia, pues en esos días era anticlerical. Es un reconocido dirigente socialista regional que lanza discursos políticos que lo hacen “diferente”. Al año siguiente, el joven socialista lleva su primer carcelazo cuando se opone públicamente a la guerra entre Italia y Libia. Su rango político sube y es nombrado director del diario oficial del partido socialista “Avanti” y se autonombra portavoz de los trabajadores, defendiendo el sindicalismo.

Nace, en la fecha, la primera hija de Benito MUSSOLINI, Edda, a la que seguirán otros cuatro, tres varones y una hembra.

En el congreso socialista de Reggio Emilia, celebrado en la fecha, Benito MUSSOLINI contribuye al éxito de la tendencia maximalista. Después será director del principal diario socialista Avanti!, órgano del partido. Son precisamente los años de mayor proximidad al marxismo.

Italia, en un principio se declara neutral en la Primera Guerra Mundial. A pesar de formar parte de la Triple Alianza, Italia se considera desligada de este compromiso porque Austria no ha sido atacada sino que se ha convertido en atacante. Y, por otra parte, no se le ha consultado con ella el ofrecimiento de un ultimátum a Belgrado. Pero muchos sindicalistas ven en la guerra la posibilidad de acabar con el militarismo alemán y con el sistema monárquico en Italia.

El instinto político de MUSSOLINI se acomoda a la evolución del país, desde la afirmación de la neutralidad absoluta a la atenuada opción de ésta y al paso inmediato a la opción intervencionista de Italia en la Primera Guerra Mundial. Expulsado del partido socialista que defiende el antibelicismo, funda para la defensa de sus tesis el periódico ultranacionalista “Il Popolo d’Italia” cuyo primer número aparece, en la fecha, y del que MUSSOLINI es director y propietario, financiado por un grupo de industriales, entre ellos Agnelli, el fundador de la FIAT, próximos a la tendencia intervencionista en la guerra y, desde luego, muy interesados en el desarrollo de la industria militar de armamento.

“Pacto de Londres” por el que Francia y Gran Bretaña prometen a varios representantes nacionalistas italianos, sin conocimiento del Parlamento, algunos territorios que reclaman: Trentino, el Tirol del Sur, la Venecia Julia, Istria, Dalmacia e islas adyacentes, así como una “legítima compensación colonial”, que no se refiere sino a una parte de las colonias alemanas en África. A cambio de ello, los nacionalistas italianos se comprometen a entrar a su lado en la Primera Guerra Mundial.