Manifestación en Barcelona de estudiantes a favor de la libertad de Hungría. Esta manifestación se convierte en un acto contra la dictadura franquista. Al día siguiente, el gobernador de la ciudad, Acedo Colunga, cierra la Universidad. Por otra parte, en la fecha, dieciséis días antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Melbourne, España les declara el boicot. La nota oficial que publica toda la prensa al día siguiente dice así: «La Delegación Nacional de Educación Física y Deportes, siguiendo instrucciones del ministro secretario general del Movimiento (José Luis Arrese), ha tomado el acuerdo de suspender el envío de una representación de atletas españoles a Melbourne, en ocasión de la XVI Olimpiada. Al tomar esta decisión se cree interpretar el sentir del pueblo español, que no se aviene a intervenir en una olimpiada en circunstancias como las actuales, en las que están hollando la dignidad y la independencia de pueblos soberanos y que culminan con la sanguinaria invasión de Hungría, decretada por el comunismo internacional, que tanto nos recuerda a la que hace veinte años intentaron consumar en nuestra Patria». El gran perjudicado de este boicot será Joaquín Blume.
Dieciséis días antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Melbourne, España les declara el boicot.
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