En 1748 aparece ya constituida en Azcoitia (Guipúzcoa) una tertulia erudita un tanto informal, que dará origen en 1763 a la Sociedad Vascongada de Amigos del País, aunque los temas que discuten aparecen fijados de antemano. Son los Caballeritos de Azcoitia.

En abril de 1763, se crea la Sociedad Vascongada de Amigos del País. Primera de estas sociedades interesadas en la introducción en España de la ilustración europea y el estudio y la enseñanza de las ciencias más modernas: agronomía, mecánica, economía, etc). Su fundador, el conde de Peñaflorida, que ha recabado la autorización real, se propone dos objetivos: conocer la realidad económica del país, a fin de aplicar en él las mejores técnicas y las más oportunas, y de preparar a los jóvenes para llevar a cabo el desarrollo económico preciso. A partir de 1775, en que se iniciará la Real Sociedad Económica de Madrid a instancias de Campomanes, y hasta 1789 se fundarán 56. Con posterioridad a esta fecha y hasta entrado el siglo XIX se fundarán a instancias del poder político otras Sociedades Económicas, muy alejadas de los propósitos y trabajos de las primitivas.

Real Cédula de Carlos III expedida en la fecha que supone la introducción oficial en España de las Sociedades Económicas de Amigos del País. Inicia sus actividades la Asociación de Madrid. (Ya en 1763 se ha creado la Sociedad Vascongada de Amigos del País con la debida autorización real).

En Catalunya, la primera «Sociedad Económica de Amigos del País» se funda en Tàrrega el 1777. El mismo año se funda la de Girona, en 1778 la de Puigcerdà, en 1787 la de Tarragona, y en 1792 la de Vic. La mayoría de estas sociedades no progresarán. La de Barcelona iniciará sus actividades el año 1822.

Una de las grandes preocupaciones de la burguesía industrial e intelectual de Barcelona, agrupada en la Sociedad Económica Barcelonesa de Amigos del País, es fomentar el ahorro de la clase obrera como antídoto al desamparo y la conflictividad social. Con este objetivo impulsa la creación de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Barcelona una de cuyas funciones es conceder préstamos a un interés razonable tomando como garantía un objeto o un bien mueble propiedad de la persona que pide el dinero. La primera sucursal es inaugurada en 1881.