La oposición monárquica en España, lanza su propia campaña, en la fecha, con el “Manifiesto de Lausana” que redacta don JUAN desde Suiza. En esta proclama, JUAN de Borbón compromete su posible regreso a España a un proceso democratizador, incompatible con FRANCO. El manifiesto democrático del conde de Barcelona promete también el respeto, en este hipotético nuevo régimen, a la personalidad específica de Catalunya y alude a “la monarquía tradicional como único instrumento de paz y concordia para reconciliar a los españoles”. Monárquicos catalanes como Santiago Nadal y el conde del Montseny, y regionalistas como Joan Ventosa y Calvell lo apoyan y son represaliados por FRANCO. El Ejército apoya firmemente a FRANCO y apenas hay disensiones por parte de los monárquicos civiles. Antonio Goicoechea, un líder monárquico bajo la república y gobernador del Banco de España con Franco, hace un ataque público a don JUAN.

Finalizada ya la Segunda Guerra Mundial, en la fecha, D.JUAN, el padre de JUAN CARLOS, decidido a estar lo más cerca posible de España, se traslada con su familia a Portugal, fijando su residencia en Estoril, cerca de Lisboa, en un chalet que, en recuerdo de la Sevilla en que Dª MARÍA, su esposa, pasó sus años mozos, bautizan “La Giralda”. Enseguida empezó a haber rumores de un posible acuerdo con Franco y 458 miembros de la élite española, entre ellos dos ex ministros, firmaron una carta de apoyo al pretendiente. Esto enfureció a FRANCO, quien pidió a su hermano Nicolás -embajador en Lisboa- que comunicara al pretendiente el 15 de febrero que habían roto relaciones. Pasarán meses hasta que Carrero Blanco suplique a FRANCO que haga uso del apoyo al Gobierno que se ha ido fraguando entre 1946 y 1947 -en parte, real- para establecer una sucesión monárquica factible en sus propios términos. De este modo les quitará la iniciativa a los políticos monárquicos y se legitimarán los poderes de FRANCO, al convertir el sistema en una monarquía nominal.

JUAN, hijo de Alfonso XIII, Jefe de la casa de Borbón por la renuncia de sus hermanos Alfonso y Jaime y la abdicación de su padre, publica en 1947 desde Estoril un nuevo manifiesto en el que reclama la restauración de la monarquía borbónica en España.

JUAN de Borbón publica en 1947, desde la ciudad portuguesa de Estoril, el mismo manifiesto publicado hace dos años desde Lausana en el que reclama la restauración de la monarquía borbónica en España. El régimen del caudillo FRANCO le mantendrá apartado de los círculos de poder, no siendo reconocidos sus derechos dinásticos al no ser nombrado él como sucesor de FRANCO en la jefatura del Estado sino su hijo Don JUAN CARLOS. Este nombramiento supondrá un distanciamiento sólo temporal entre Don JUAN de Borbón y su hijo.

El 27 de marzo ya está preparada en España, la nueva Ley de Sucesión y el 31, horas antes de que Franco anuncie esta legislación, Carrero Blanco le entrega el texto de la misma al pretendiente en Estoril. Esto produce grandes iras en el círculo de la realeza. Don JUAN escribe otro manifiesto en el que defiende el principio de la sucesión e insiste en que el nuevo sistema propuesto sigue un sistema de selección que no se basa ni en la dinastía real ni en un parlamento elegido democráticamente. Este mensaje no se hace público en España, donde los órganos del Movimiento lanzan una campaña contra don JUAN convirtiéndole en un enemigo del Régimen y del país. La Ley de Sucesión se aprobará en las Cortes el 7 de junio y se fijará la celebración de un referéndum para el mes siguiente. Esto no supone un gran peligro, desde el punto de vista del Gobierno, ya que en un sondeo realizado por la Delegación Nacional de Provincias del Movimiento se ha comprobado previamente que de las 50 provincias españolas sólo dos, Vizcaya y Guipúzcoa, son claramente enemigas del Régimen y otras seis son dudosas.

Primera entrevista personal entre Franco y don Juan de Borbón. No hay acuerdo entre ambos, pero queda abierto el camino para el acceso al trono de Juan Carlos de Borbón.

Indalecio PRIETO, firma el “Pacto de San Juan de Luz” con la derecha monárquica partidaria de JUAN de Borbón, con el objetivo de establecer el régimen que tendrá que sustituir a FRANCO.

FRANCO actúa como si estuviese preparado para dar la espalda a la dinastía de los Borbones y buscar un sucesor en otra parte, pero un acercamiento al conde de Barcelona en sus propios términos es lo más sensato y reforzará el Régimen. Por su parte, el heredero tiene pocas alternativas, así que acepta acudir al encuentro que se organiza en el yate del Caudillo, el Azor, en la costa de San Sebastián el 25 de agosto de 1948. La entrevista, que tiene carácter ultrasecreto, se desarrolla en un ambiente cordial y se trata sobre la posibilidad de que los hijos de don JUAN vengan a estudiar a España. Don JUAN quiere asegurar la restauración de la monarquía y considera que es importante que sus hijos sean conocidos y, al tiempo, que ellos conozcan y se amolden a España. Los españoles comprenden desde este momento que FRANCO ha puesto sus ojos en JUAN CARLOS para que lo suceda.

De acuerdo a lo convenido en la entrevista del Azor, JUAN CARLOS, con diez años de edad, en la fecha, pisa suelo español por primera vez en su vida, instalándose en una finca -“Las Jarillas”- próxima a Madrid, iniciando sus estudios en San Sebastián y terminando el bachillerato en 1954 en el Instituto de Enseñanza Media San Isidro, de Madrid. JUAN CARLOS tendrá que enfrentarse, a los largo de los años, a la hostilidad intermitente de algunos miembros del Régimen.

El 6 de diciembre de 1949, Jaime de Borbón intenta que su renuncia a los derechos de sucesión al trono de España sea invalidada, oponiéndose a que su hermano Juan de Borbón sea considerado jefe de la Casa Real.