PAÍS VASCO (Hasta España de las Autonomías) (...... - 11/1/1980)

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Aparece en escena el Consejo Supremo del PNV, el Euskadi Buru Batzar (EBB).


A partir de 1911, aparece en escena el Consejo Supremo del PNV, el Euskadi Buru Batzar (EBB), que reune a los representantes de los diferentes Consejos Regionales (Vizcaya, Guipúzcoa, Álava y Navarra)

Durante el primer decenio del siglo XX, el PNV ya ha conseguido establecerse en la capital vizcaína y en algunos distritos electorales rurales.


Durante el primer decenio del siglo XX, el PNV ya ha conseguido establecerse en la capital vizcaína y en algunos distritos electorales rurales como una fuerza política que compite por las mayorías. En la capital, el partido ha tenido incluso dos veces alcalde nombrado por Real Orden. En las otras provincias menos movilizadas social y económicamente, el avance del movimiento es mucho más pausado y lento. En Guipúzcoa, aunque una norma interna del partido dicta lo contrario, los representantes nacionalistas tienen que recurrir a menudo a las alianzas con otros partidos (derechistas) para sacar adelante a sus candidatos. Así, los primeros concejales nacionalistas de la capital donostiarra, elegidos en 1911, deben sus escaños a la alianza electoral con los conservadores.

En este año se constituye ELA/SOV sindicato nacionalista vasco.


En este año se constituye ELA/SOV «Solidaridad de Obreros Vascos-Eusko Langileen Alkartasuna», como sindicato nacionalista vasco.

Constitución de los respectivos Consejos Regionales correspondientes a Álava y Navarra.


La debilidad del nacionalismo en las provincias del interior -Álava y Navarra- se refleja en el hecho de que tardan hasta finales de 1911 en constituir sus respectivos Consejos Regionales.

El grupo de las Juventudes Vascas de Bilbao tiene más de 900 socios.


Fiel a su concepción de no ser un partido político como los demás, sino de representar en su seno a toda la nación vasca, los seguidores de SABINO ARANA no se conforman con la organización del partido, sino que se esfuerzan paralelamente en la configuración de una amplia red de asociaciones e instituciones satélites de carácter cultural y social. Especial mención merecen, junto al gran número de sedes sociales (Batzokiak) o al sindicato nacionalista ELA/SOV (creado en 1911), los grupos integrados en las Juventudes Vascas, contando el de Bilbao en el año de 1912 con más de 900 socios, con lo que es con mucha diferencia la asociación juvenil más fuerte de la capital vizcaína.

Los grupos de jóvenes montañeros vascos, se federan en la organización «Mendigoizale Bazkuna».


En el seno de las Juventudes Vascas han ido surgiendo a partir de 1904 los primeros grupos de jóvenes montañeros vascos, que enseguida adquieren el nombre de Mendigoizaleak para federarse en 1912 en el ámbito del País Vasco en la organización «Mendigoizale Bazkuna». Las excursiones de estos guerrilleros de la patria llevan el mensaje nacionalista al último rincón del país, cosa nada desdeñable en una época en la que la prensa, las carreteras y los ferrocarriles no han más que iniciado su famosa revolución de la comunicación.

Comienza a publicarse «Euzkadi», el primer diario nacionalista vasco.


El nombre del nuevo diario nacionalista Euzkadi es un neologismo inventado por Sabino Arana que consideraba, que la forma Euskal Herria (pueblo capaz de hablar euskara, que es la manera en la que han llamado los vascoparlantes a su tierra desde la época visigótica, independientemente, del territorio al que pertenezcan), no era apropiada para designar a la nación vasca y entonces inventó la palabra Euzkadi que significa: tierra de los vascos. El hecho de escribirlo con z, viene de que Sabino Arana consideraba que la raíz eusk- (vasco) se debía escribir con z (euzk-) por que era una contracción de la palabra e(g)uzk(iko) [del sol] y basaba esta etimología, en que los antiguos vascos adoraban a la diosa Mari tambien conocida como Maia o Ama-Lur (madre tierra), cuyo símbolo cósmico era el sol, y su representación gráfica, el disco solar llamado lauburu .

El diario Euzkadi es financiado por nacionalistas de base y por un grupo de nacionalistas pudientes.


En Euskadi, solamente falta cubrir otro importante déficit: el de un diario nacionalista. Este salto se da en 1913 cuando sale el primer número de Euzkadi, financiado tanto por obligaciones suscritas por un gran número de nacionalistas de base como por las aportaciones realizadas por un grupo de nacionalistas pudientes. El diario, bajo la dirección de ENGRACIO de Aranzadi (Kizkitza), veterano nacionalista guipuzcoano, pronto llega a ser uno de los más leídos de Bilbao y del País Vasco en general, sin que se interrumpa su ciclo vital hasta el 18 de junio de 1937, víspera de la toma de Bilbao por las tropas franquistas.

La situación del nacionalismo en Álava y en Navarra, sigue siendo extremadamente minoritario.


La situación del nacionalismo en Álava y en Navarra, sigue siendo extremadamente minoritario. Sus capitales no cuentan con representantes nacionalistas hasta los años de la Primera Guerra Mundial, lo mismo que ocurre con las Cortes en Madrid. En este último caso, el acceso al Parlamento se les presenta enormemente complicado a los seguidores de Sabino Arana no sólo por la falta de medios y de prestigiosos personajes con gancho, dispuestos a representar al nacionalismo vasco en Madrid, sino también por los tradicionales quebraderos de cabeza que provoca a muchos nacionalistas la participación en las instituciones españolas.

Campaña de la «Unión Católica» que se presenta como único instrumento capaz de hacer frente a la política anticlerical del Gobierno de Madrid.


Los seguidores de Sabino Arana se muestran firmes ante la mayor amenaza antinacionalista diseñada por los demás partidos de la derecha y hábilmente apoyada por la jerarquía eclesiástica vasca: la amenaza de la «Unión Católica», una alianza electoral que es presentada por la derecha no nacionalista y clerical como único instrumento capaz de hacer frente -gracias a la cooperación también electoral de todas las fuerzas «católicas» vascas- a la política anticlerical del Gobierno de Madrid. En realidad no es otra cosa que una trampa tendida al PNV con el fin de instrumentalizar los votos de este partido para la política monárquica y, en caso de no conseguirlo, tildar a los nacionalistas de «infieles» y anticatólicos, un reproche que puede resultar políticamente mortal para un partido con una base sociológica ubicada en los sectores más católicos de la sociedad vasca.