PAÍS VASCO (Hasta España de las Autonomías) (...... - 11/1/1980)

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Desde el País Vasco se reclama la inmediata autonomía dentro del nuevo marco constitucional de la República.


El 17/4/1931, en el País Vasco, una asamblea de municipios patrocinada por el Partido Nacionalista Vasco, reclama la inmediata autonomía dentro del nuevo marco constitucional de la República. La Sociedad de Estudios Vascos se encarga de preparar un proyecto de Estatuto.

Los alcaldes derechistas encargan la redacción de un Estatuto General del Estado Vasco.


A comienzos del mes de mayo de 1931, los alcaldes derechistas encargan a una asociación cultural, la Sociedad de Estudios Vascos (SEV), la redacción de un Estatuto General del Estado Vasco, que englobase dentro de un Estado autónomo a las provincias de Álava, Vizcaya, Guipúzcoa y Navarra. A medio camino entre el foralismo tradicional vascongado y el moderno federalismo, el proyecto partía del supuesto de la transformación de España en un Estado federal, y aplicaba igual modelo a la unión de las cuatro provincias, que los peneuvistas integraban bajo la denominación de Euzkadi. Cada una de ellas recibiría una amplísima autonomía interna y de su acuerdo emanaría la dualidad de poderes legislativo y ejecutivo, que no quedaban claramente separados en el proyecto. El Estatuto de la SEV, que intentaba conciliar intereses muy dispares, fue rechazado tanto por la derecha como por la izquierda y no llegó a las Cortes.

La proclamación de la II República, mueve a todas las fracciones del carlismo a reunificarse de nuevo.


La proclamación de la II República en 1931, mueve a todas las fracciones del carlismo a reunificarse de nuevo. En cierto modo favorece esta circunstancia la muerte de D. Jaime en este mismo año, 1931. La herencia pasa entonces a su anciano tío ALFONSO CARLOS, de orientación mucho más conservadora, que da al partido su nueva denominación de tradicionalista-carlista.

Se aprueba un proyecto de Estatuto -conservador y nacionalista- que despierta una fuerte hostilidad en los medios izquierdistas del País Vasco y Navarra.


Representantes de la mayoría de los ayuntamientos del País Vasco y Navarra, donde ha triunfado la derecha no republicana en las elecciones municipales, aprueban, en la fecha, en Estella (Navarra) un proyecto de Estatuto -conservador y nacionalista- que despierta una fuerte hostilidad en los medios izquierdistas. Parte de la concepción de España como una confederación de estados en la que las tres provincias vascongadas verían restablecidos sus Fueros, suprimidos por el Poder central en 1876, y constituirían con Navarra un Estado vasco. Las cuatro provincias serían divididas en zonas lingüísticas eusqueras y castellanas a efectos administrativos y educativos. Las Asambleas provinciales podrían ser elegidas mediante sufragio censitario, mientras que los inmigrantes españoles con menos de diez años de residencia carecerían de derechos políticos. Las relaciones políticas entre el Estado vasco y la República española quedan reducidas al mínimo e incluso se dispone que el Gobierno autónomo, que tendría carácter confesional, negociara un Concordato particular con la Santa Sede.

Las espectativas iniciales de ANV (Acción Nacionalista Vasca) se frustran pronto, pues fracasa en las elecciones a Cortes Constituyentes.


Las espectativas iniciales de ANV (Acción Nacionalista Vasca) se frustran pronto, pues fracasa en las elecciones a Cortes Constituyentes de junio de 1931 y queda reducida a ser una pequeña fuerza extraparlamentaria.

El Estatuto de Estella, contempla un Concordato del futuro Estado vasco con la Santa Sede.


En estas elecciones para las Cortes constituyentes, el programa electoral común del PNV y la Comunión Tradicionalista, es el Estatuto de Estella, que contempla un Concordato del futuro Estado vasco con la Santa Sede. Su finalidad es convertir a Euskadi en un oasis católico en el que no tenga vigencia la legislación anticlerical de la República, o, en palabras de Indalecio PRIETO, «un Gibraltar del Vaticano». El PNV que se ha presentado solo, vence en las elecciones legislativas de 1931 (con seis diputados, en coalición con el carlismo). Una vez proclamada la República, la acata en seguida, si bien aboga por que fuese federal o confederal y reconociese «la personalidad política de la nacionalidad vasca».

El PNV no sólo no es republicano, sino que en buena medida actúa como un partido antisistema.


El PNV no sólo no es republicano, sino que en buena medida actúa como un partido antisistema. Sus seis diputados se retiran de las Cortes, junto con las derechas españolas, en pleno debate constitucional por la cuestión religiosa y no votan la Constitución republicana. Así, pues, la candente cuestión religiosa polariza a las fuerzas vascas en dos bloques opuestos en 1931, el católico de Estella -Partido Nacionalista Vasco (PNV)- y el republicano/socialista -Acción Nacionalista Vasca (ANV)-. Es esta polarización de los partidos, en el primer bienio de la República, el principal motivo de conflicto entro las izquierdas y el PNV, que se opondrá a las medidas del Gobierno de MANUEL AZAÑA y de las Cortes Constituyentes en esta materia, como la disolución de la Compañía de Jesús y la Ley de congregaciones religiosas.

El PNV acepta un Estatuto adaptado a la Constitución republicana, sin la cláusula concordataria y con menos competencias que el de Estella.


A comienzos de 1932, el PNV acepta un Estatuto adaptado a la Constitución republicana, sin la cláusula concordataria y con menos competencias que el de Estella, pero más democrático que éste en el derecho de sufragio de los inmigrantes y en el sistema de poderes de la región autónoma. Esta cuestión, fundamental para el PNV, le obliga a romper con el carlismo en 1932, por la retirada de Navarra del proceso autonómico vasco.

Se toma el acuerdo de proponer para las cuatro provincias vascas un Estatuto único.


Los partidos de izquierda en el País Vasco, toman en sus manos el tema autonómico. Las gestoras de las Diputaciones provinciales, en donde hay mayoría gubernamental, relanzan el tema buscando un modelo de Estatuto que comparta los principios laicos que ahora dominan. En enero de 1932 se toma el acuerdo de proponer para las cuatro provincias un Estatuto único.

Se celebra por primera vez a instancias del Partido Nacionalista Vasco, en Bilbao, el Aberri Eguna


Se celebra por primera vez el 27 de marzo de 1932 a instancias del Partido Nacionalista Vasco, en Bilbao, con motivo del aniversario del partido nacionalista de los vascos el Aberri Eguna (Día de la Patria Vasca). En la actualidad es el día nacional del País Vasco y se celebra el domingo de Pascua de Resurrección con concentraciones ante la tumba de Sabino ARANA en Pedernales (Vizcaya) y en las peregrinaciones al santuario de San Miguel de Aralar en Navarra, origen del actual Alderdi Eguna o Día del Partido.