En la Asamblea de Ayuntamientos celebrada en Pamplona en junio de 1932, el anteproyecto de las Gestoras es aprobado, aunque con el voto en contra de la mayoría de los representantes navarros, carlistas en un alto porcentaje, quienes renuncian a participar en un proceso autonómico amparado por la Constitución republicana. Ello obliga a una nueva redacción, que reduce el ámbito de la región autónoma a las tres provincias vascongadas.
PAÍS VASCO (Hasta España de las Autonomías) (...... - 11/1/1980)
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Los municipios navarros rechazan el proyecto de Estatuto; el arraigado sentimiento católico de los navarros desempeña en ello un importante papel.
El País Vasco realiza esfuerzos en busca de un mayor autogobierno pero aquí los problemas son más difíciles de superar que en Catalunya. La profunda confesionalidad del principal partido autonomista, el PNV, choca con un gobierno republicano de corte anticlerical. En el País Vasco, en junio de1932, los municipios navarros rechazan el proyecto de Estatuto; el arraigado sentimiento católico de los navarros desempeña un importante papel en esta tendencia. El trabajo de elaboración de texto es lento. Además hubo otros intentos de autonomía en Galicia, Valencia e incluso en diversas provincias castellanas pero no tuvieron tiempo de promulgarse.
El líder de PNV, JOSÉ ANTONIO AGUIRRE, declara: \»el PNV no es un partido político como otro cualquiera; es la patria vasca en marcha\».
El PNV llega a ser un partido-comunidad con vocación totalizadora y una especie de embrión de Estado, cuyo reglamento de 1933 semeja una Constitución e imita el modelo estatal de los tres poderes clásicos con su Gobierno -el Consejo Nacional o Euskadi Buru Batzar, EBB, estructurado en departamentos similares a los ministerios-, su Parlamento -la Asamblea Nacional- y sus jueces y tribunales, con el Tribunal Supremo (así denominado) en la cúspide, para dirimir los conflictos internos. Como declara su líder más carismático, JOSÉ ANTONIO AGUIRRE, \»el PNV no es un partido político como otro cualquiera; es la patria vasca en marcha\». En este reglamento, se requiere para afiliarse al PNV \»ser oriundo vasco\».
Una de las divergencias entre el ANV y el Partido Nacionalista es la apertura de ANV a los inmigrantes.
Una de las divergencias entre el ANV y el Partido Nacionalista es la apertura de ANV a los inmigrantes, que pueden ingresar en sus filas, mientras que para afiliarse al PNV se requiere \»ser oriundo vasco\» en su reglamento de 1933.
Referéndum en el País Vasco sobre el Estatuto.
En el País Vasco, para proceder al referéndum sobre el Estatuto, debe dejarse aparte a Navarra. En 11/1933 se procede a las votaciones correspondientes que resultan abrumadoramente a favor en Guipúzcoa y Vizcaya pero logra sólo el 47% de los votos en Álava.
Aprobación del Estatuto preparado por las Gestoras para el País Vasco, en referéndum celebrado en plena campaña para las elecciones a Cortes.
En el País Vasco, para proceder al referéndum sobre el Estatuto, debe dejarse aparte a Navarra. En 11/1933 se procede a las votaciones correspondientes que resultan abrumadoramente a favor en Guipúzcoa y Vizcaya pero logra sólo el 47% de los votos en Álava por oposición de los carlistas. El texto del Estatuto para el País Vasco preparado por las Gestoras y reducido ya su ámbito a las tres provincias vascongadas, fue aprobado por los Ayuntamientos en agosto de 1933, y en referéndum popular el 5 de noviembre de ese año, en plena campaña para las elecciones a Cortes.
El Estatuto de las Gestoras para el País Vasco, tampoco prospera. Las Cortes bloquean el posible acuerdo.
El Estatuto de las Gestoras para el País Vasco, tampoco prosperó. Cuando llegó a las Cortes, en diciembre de 1933, se inauguraba la segunda Legislatura republicana, con mayoría parlamentaria del centro y la derecha. Lerroux ofreció al PNV apoyar el proceso autonómico a cambio de su colaboración con los radicales, pero la CEDA y otros grupos de derecha, cuyos votos en el Congreso eran mucho más necesarios para posibilitar el gobierno del PRR, bloquearon el posible acuerdo.
Crisis interna en el PNV, cuya primera muestra es la disidencia del grupo radical e independentista nucleado en torno al semanario bilbaíno Jagi-Jagi.
Crisis interna en el PNV, cuya primera muestra es la disidencia del grupo radical e independentista encabezado por Elías de Gallastegui y nucleado en torno al semanario bilbaíno Jagi-Jagi (En pie) y a la Federación de Montañeros de Vizcaya. Continuador de Aberri y antecedente ideológico de Herri Batasuna, este grupo se caracteriza por su rechazo de la autonomía y su antiespañolismo exacerbado. Aunque este cisma es minoritario y no cuaja en otro partido, pone de relieve las contradicciones en el seno del PNV.
Se plantea en las Cortes la cuestión del Estatuto vasco, aprobado en referéndum por la población local en noviembre del año anterior.
En consecuencia, al plantearse, a finales de febrero de 1934, en las Cortes la cuestión del Estatuto vasco, aprobado en referéndum por la población local en noviembre del año anterior, los nacionalistas pudieron percatarse de la mala voluntad de la nueva mayoría parlamentaria, que utilizaba el voto negativo de Álava en la consulta de noviembre para detener la tramitación del proyecto. Los debates de la primavera ampliarán las diferencias entre la derecha, partidaria en el mejor de los casos de un retorno limitado a la antigua foralidad, y el PNV, que exigirán un amplio autogobierno y cuya radicalización antigubernamental le llevará a aproximarse a los socialistas y terminará provocando la retirada de sus diputados de las Cortes. Los intentos de frenar los procesos estatutarios ya en marcha, sobre todo en Catalunya y el País Vasco, provocará graves tensiones, que cuestionarán el propio desarrollo del sistema constitucional democrático y contribuirán a la radicalización de los nacionalismos periféricos.
Falange Española y de las JONS es un partido débil que necesita financiación.
Falange Española y de las JONS es un partido débil que necesita financiación. En agosto de 1934, José Antonio Primo de Rivera concluye con Antonio Goicochea, jefe de los monárquicos españoles, el llamado Pacto de El Escorial, por el que éstos se comprometen a financiar su partido a cambio de que éste asuma un programa político satisfactorio para los monárquicos. Ello refuerza la dependencia de la pequeña formación fascista respecto de sus protectores conservadores, pero a cambio obtiene un mayor margen de maniobra.

