GUERRA DE LA VENDÉE (1793-1799)

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El pueblo se levanta en armas ante las noticias de la política interior y las de la invasión de Champagne.


La locura se esparce a través de Francia causada por el peligro que amenaza desde fuera; se multiplican los arrestos de sacerdotes no juramentados. En un esfuerzo por hacer que se rindan, la Asamblea decide que el juramento debe consistir solamente en la promesa de sostener con toda su fuerza la libertad, igualdad, y ejecución de la ley, o morir en su puesto. Pero los sacerdotes no juramentados se mantienen firmes y rehusan aún este segundo juramento. El 26 de Agosto la Asamblea decreta que dentro de los quince días siguientes deben ser expulsados del reino y que aquellos que permanezcan o regresen a Francia serán deportados a la Guayana, o serán castigados con diez años de prisión. Esta es la señal para una verdadera guerra civil. Los campesinos se arman en La Vendée, Deux Sèvres, Loire Inférieure, Maine y Loire, Ile y Vilaine. Estas noticias y las de la invasión de Champagne por el ejército Prusiano causan ocultas influencias, levantando al pueblo en armas.

En la Vendée, unos cien mil hombres se rebelan abiertamente contra la República. Ejército “católico y real”.


El nuevo giro hacia la izquierda que resulta de las últimas medidas adoptadas en Francia, provoca revueltas interiores, activadas y utilizadas por los ingleses. Así, el anuncio del reclutamiento forzoso de 300.000 hombres, votado por la Convención del 24 de febrero, provoca el estallido de la insurrección en el campesinado del departamento de la Vendée a quien el nuevo régimen le parece totalmente insoportable. (De todas maneras la contrarrevolución vendeana es esencialmente antiburguesa y las características monárquicas y religiosas, nobiliarias y clericales no surgen sino posteriormente.) El levantamiento de los campesinos rápidamente adquiere una enorme amplitud. Unos cien mil hombres se rebelan abiertamente contra la República el núcleo de los cuales forma el ejército “católico y real”. La sublevación es cruentísima y los revoltosos, capitaneados por nobles ex oficiales llegan a amenazar seriamente la Revolución. Por eso el Gobierno revolucionario moviliza las energías por medio del Terror, ahogando en sangre las rebeliones interiores (Lyon, Nantes, Vendée) antes de pasar a la ofensiva en el exterior.

El ejército republicano de las Costas del Oeste derrota en las proximidades de Cholet al ejérci de la Vendée.


El ejército republicano de las Costas del Oeste derrota en las proximidades de Cholet al ejército “católico y monárquico” contrarrevolucionario del departamento de la Vendée. Derrotados, los vendeanos tienen cortada la retirada; atravesando el Loira, se precipitan hacia el norte, esperando conquistar un puerto de La Mancha para poder recibir refuerzos y la ayuda de los ingleses.

Batalla por Lemans, episodio fundamental de la denominada Guerra Vandeana. Represión brutal.


Tomado Le Mans el día 10 de de diciembre de 1793 por las tropas realistas -integradas por entre 30.000 y 60.000 vandeanos (de Vendée), de los cuales sólo de 10.000 a 20.000 combatientes-, la ciudad de Le Mans es recuperada por el ejército republicano -entre 20.000 y 30.000 soldados- dos días después, e1 12 y 13. El grueso de los insurrectos abandona la capital de la Sarthe a marchas forzadas, mientras una brutal represión cae sobre los rezagados, los heridos, los viejos, las mujeres y los niños. Entre dos mil y cinco mil vandeanos perecen en Le Mans y sus alrededores en esos dos días (en el año 2009 se encontraran dos osarios de esta época), una cifra desproporcionada en comparación con las bajas republicanas: un centenar. La batalla de Le Mans, episodio fundamental de la denominada Primera Guerra Vandeana, preludió la derrota definitiva del ejército rebelde apenas diez días después, aniquilado por las tropas del general Kléber en Savenay e1 23 de diciembre. Y abrió la puerta a una represión despiadada y sistemática que en algunos momentos rozó el exterminio y que convirtió la Vandea en “un montón de cenizas regado de sangre”. Quizá 120.000 muertos cayeron en esta guerra atroz.

Los ingleses no han podido acudir en ayuda de los vandeanos que se han dirigido hacia el norte de Francia.


Los ingleses no han podido acudir en ayuda de los vandeanos que se han dirigido hacia el norte de Francia por lo que sin otra posibilidad los vandeanos se ven obligados a volver a la Vendée. El ejército republicano, que guarda todos los puentes, aniquila, en la fecha, las últimas tropas vandeanas en Savenay. Desprovisto ya de un ejército regular, defendido solamente por algunos grupos de guerrilla, la región vandeana sufre la represión de las “doce columnas infernales”. A los jefes de columna se les da unas órdenes claras y terminantes: “incendiar los poblados y exterminar sin reserva a todos los individuos de cualquier edad y sin discriminación de sexo convictos de haber participado en la guerra de la Vendée”. Se producen a partir de entonces, y también a lo largo de 1794, una serie de victorias francesas que permiten rebasar las fronteras.

En la Vendée se continúa luchando hasta los primeros meses de 1796.


En la Vendée, ni las drásticas medidas adoptadas ni los medios más conciliatorios empleados más tarde por el Gobierno pueden vencer definitivamente los centros de resistencia regionales, que continúan luchando hasta los primeros meses de 1796.

Bonaparte consigue sofocar un último estallido de rebelión en la Vendée.


Un último y sangriento estallido de rebelión en la Vendée provocado por la política fiscal del Gobierno, es el de 1799, que Bonaparte, primer cónsul, consigue sofocar mediante una enérgica represión y afortunadas tentativas de conciliación.