A partir de la década de los 60, El Prat vive el crecimiento espectacular de la industria que sobrepasa ámpliamente los índices de la agricultura, consolidándose la contracción del mundo rural, tanto por lo que hace a la producción, como a las formas de vida, los espacios agrícolas…

En 1960, El Prat tiene poco más de 14.000 habitantes. La necesidad de nuevas viviendas se hace más y más evidente.

Desde el siglo XVIII las misiones han sido un referente eclesiástico practicado puntualmente en el Prat. La primera visita se produjo en 1726. Tres más se llevaron a cabo en el siglo XIX. Ya en el siglo XX, la anterior fue en 1919. Los padres capuchinos llegan el 19 de febrero de 1961 a El Prat para celebrar la Santa Misión y su visita termina el 5 de marzo. Los primeros cinco días se dedican a los niños y los posteriores a los adultos. El éxito es total.

Mn Josep, párroco de la iglesia del Prat, está sentado en uno de los cafés de la plaça, cuando sufre un inesperado ataque con arma blanca de un perturbado mental que intenta degollarlo. La rápida intervención del Dr Joan Soler Torrens le salva la vida.

Cae una fuerte nevada histórica sobre El Prat. Empieza a nevar la noche del 24 de diciembre y sigue haciéndolo durante todo el 25 y parte del 26. En 48 horas bajan las temperaturas a una media de cero grados. Con un descenso generalizado de entre 8 y 10 grados. El día más frío es el de San Esteban. En el aeropuerto se alcanzan los 3 grados bajo cero. La nieve llega a alcanzar en muchos puntos de la ciudad entre medio y un metro de altura que se mantiene durante unos dias. Con la ayuda de tractores, tartanas y algún automóvil se acondicionan las calles y se garantizan los servicios mínimos.

El aeropuerto de El Prat y el tráfico aéreo van creciendo. En el año 1963, se logra la cifra de un millón de paasajeros.

Se inaugura en 1964 el primer bloque de 152 viviendas construido en El Prat por la Cooperativa Obrera de Viviendas. Posteriormente el total de viviendas entregadas a sus socios alcanzará casi el millar.

Dimite Jaume Codina como alcalde de El Prat. Una vez aceptada esta renuncia es nombrado alcalde Máximo Simón (1964-1967)

Tras ser expuesta en el vestíbulo del Ayuntamiento de El Prat una maqueta del proyecto para la reconstrucción del nuevo templo parroquial, aparece, bajo el título de “El Proyecto”, un artículo en el Portavoz de la vida local Prat en el que se exponen, de manera correcta, diversos puntos de vista respecto a la desgraciada situación actual del templo parroquial, cuya reconstrucción se inició hace veinticinco años y sólo tiene cripta y campanario, así como una crítica y unas ideas sobre este nuevo proyecto. La Junta reacciona violentamente y el autor del artículo es acusado pública y repetidamente y con expresión del nombre y apellidos es tratado como un malhechor y hasta injuriado en todas las misas celebradas al día siguiente, domingo. A causa de ello se producen varias protestas y quejas a cargo de diversas personalidades del Prat defendiendo la integridad del autor del escrito. Como era de esperar, el proyecto seguirá adelante y el edificio de la iglesia se construirá de acuerdo con el mismo. Nunca se procederá a ningún tipo de correccción o matización de todo lo dicho desde el altar contra el autor del artículo.

El crecimiento demográfico y económico de los años sesenta se asienta sobre todo en las comarcas próximas a Barcelona, la fisonomía de las cuales cambiará totalmente en esta época. El crecimiento afecta inicialmente los núcleos de la primera corona metropolitana: Santa Coloma de Gramenet, Badalona, l’Hospitalet de Llobregat y Sant Adrià de Besòs, pero se extiende enseguida a localidades como El Prat, Sant Boi, Cornellà, Esplugues y Rubí, entre otras. Se levantan casas dormitorio que carecen de servicios y construidos deprisa y corriendo, a la vez que se improvisan polígonos industriales dónde implantar las grandes industrias, sobre todo las químicas y metalúrgicas. El boom constructor hace crecer estos municipios con un desorden total promovido por los especuladores, que hacen dinero fácil.