Sube al trono bizantino CONSTANTINO VI (780-797). Su madre viuda, IRENE gobernará el Imperio como regente y una de sus mayores preocupaciones será acabar con la iconoclastia. La emperatriz es devota de las imágenes cuyo culto ha practicado en secreto. Ordena que cada cual pueda libremente fabricare y venerar las imágenes.
CONSTANTINO VI (Emperador bizantino) (780-797)
Total de piezas: 3
Finaliza el II Concilio ecuménico de Nicea. Se distinguirá entre «adoración» y «veneración»
Finaliza, en la fecha, el II Concilio ecuménico de Nicea. La intervención de la emperatriz regente IRENE ha sido continua y fuerte. Ella misma ha presidido los trabajos de la última sesión asegurándose así de que las conclusiones sean en la línea favorable a las imágenes. Los decretos y cánones han sido promulgados por la propia emperatriz y son firmados por ella, por su hijo CONSTANTINO VI y por todos los presentes. Sin embargo, las disputas en el interior de la familia imperial a causa de este problema continuarán hasta el emperador Teófilo (842).
IRENE, emperatriz de Bizancio, (797-802), tras destronar a su hijo CONSTANTINO VI.
CONSTANTINO VI es detronado. IRENE, su madre, emperatriz de Bizancio, (797-802). Se negará en redondo a reconocer el derecho del Papa a consagrar a un emperador. En el transcurso de su reinado, débil y lleno de intrigas, los búlgaros recuperarán su fortaleza.