ESCOCIA (843-1603)

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Asciende al trono de Gran Bretaña e Irlanda, el duque de Clarence: GUILLERMO IV (1837).


Asciende al trono de Gran Bretaña e Irlanda, el duque de Clarence: GUILLERMO IV (1830-1837) hermano menor del fallecido Jorge IV. Guillermo es más trabajador, pero de inteligencia y cultura limitadas, hasta el punto de ser conocido por sus detractores como «Billy el Tonto». Como el nuevo monarca no tiene descendencia legítima superviviente, VICTORIA, de 11 años, se convierte en la presunta heredera del trono.

En el Reino Unido se promulga la Ley de Regencia de 1831.


Como las leyes de la época no están preparadas para la eventual subida al trono de un infante, se promulga la Ley de Regencia de 1831, en la cual se estipula que la duquesa de Kent, madre de VICTORIA, será la Regente del reino durante la minoría de edad de la reina.

El ingeniero escocés John McADAM logra idear un sistema para pavimentar las carreteras.


El ingeniero escocés John McADAM, logra, tras diversos ensayos, idear un sistema para pavimentar las carreteras, denominado posteriormente macadam. Consistía en piedra molida compactada con una mezcla de polvo de piedra y agua, a continuación apisonada. Posteriormente, las carreteras construidas con este sistema fueron recubiertas por una capa de alquitrán caliente con trozos de piedra.

VICTORIA I es nombrada soberana del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda.


VICTORIA I, sobrina del fallecido Guillermo IV, es nombrada soberana del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda (1837-1901). Como ella ya ha cumplido los 18 años, no es necesaria una regencia. Aunque el reinado de VICTORIA I comienza en 1837, se considerará «era victoriana» los cincuenta últimos años de la centuria. Durante esta época, Gran Bretaña se convertirá en la primera potencia mundial gracias a sus dominios coloniales y a la pujanza de su industria. Los grandes ministros de la monarquía en este reinado, además de PEEL, serán PALMERSTON, DISRAELI y GLADSTONE. PEEL mantendrá el principio de la supremacía británica en todo el mundo, respaldará los movimientos liberales europeos frente al absolutismo e intentará frenar el expansionismo ruso. Desde la reina Victoria, el palacio de Buckingham será la residencia oficial de todos los Reyes y reinas en Londres. Mientras la joven reina no tiene hijos, el duque de Cumberland -que recibe le trono de Hannover- es asimismo, el presunto heredero del trono.

Ante su incapacidad de solucionar los contratiempos, el primer ministro Lord Melbourne renuncia.


Cuando la reina VICTORIA I accede al trono, el Gobierno está controlado por los Whig (liberales), los cuales vienen detentando el poder, salvo algunos pequeños intervalos, desde 1830. El Primer Ministro Whig, Lord Melbourne, ejerce desde el comienzo una poderosa influencia sobre la políticamente inexperta soberana, quien acude a él constantemente por consejos y ayuda (la confianza entre ambos llegó a ser tanta que algunos maledicentes se refieren a la reina como la «Sra. Melbourne»). El ministerio de Melbourne, sin embargo, no dura mucho tiempo; crece rápidamente en impopularidad, y se muestra incapaz de controlar las colonias británicas. En Canadá, el Reino Unido tiene que reprimir una serie rebeliones, y en Jamaica, las autoridades locales protestan contra las medidas inglesas no reconociendo ninguna Ley dictada por el Parlamento. En 1839, ante la incapacidad de poder controlar estos contratiempos, Lord Melbourne renuncia.

Tras Roberto Peel que no puede gobernar, el camino queda libre para el retorno de Lord Melbourne.


La reina VICTORIA comisiona al Tory Sir Roberto Peel la tarea de formar el nuevo Gabinete, pero pronto entra en disputas con éste debido a la Crisis de las «Damas de Cámara». Y es que la conformación de la corte real está regida por el sistema de patronazgo (es decir, el Primer Ministro escoge a los miembros que servirán a la reina entre sus partidarios). Muchas de las damas de cámara de la reina son esposas de Whigs, y Sir Roberto Peel exige que sean reemplazadas por esposas de Tories. VICTORIA se niega rotundamente a remover a las damas de sus cargos, pues las ha llegado a considerar amigas muy cercanas. Sir Roberto Peel siente que no puede gobernar bajo las restricciones impuestas por la reina, por lo que finalmente renunciará al cargo de Primer Ministro, dejándole el camino libre a Lord Melbourne para retornar al poder.

El mercadeo de opio por parte de Gran Bretaña y EEUU. a China genera un conflicto de proporciones.


El mercadeo de opio por parte de Gran Bretaña e Irlanda y de EEUU. a China genera un conflicto de proporciones. En efecto, los chinos consideran que Occidente no tiene nada de valor con lo que comerciar. Pero los comerciantes ingleses y norteamericanos ven en el opio la posibilidad de tener intercambio. El opio (y sus derivados) es la droga más adictiva y mortal que existe. Un adicto no dura mucho tiempo con vida. Un obrero chino que se vuelve adicto, gasta 2/3 de su sueldo en opio y deja a su familia en la miseria. Se genera con esto una epidemia de adictos en China por lo que el emperador debe tomar cartas en el asunto nombrando a Lin Tse Hsu a quien encarga que frene el tráfico de opio. Lin Hse Tsu manda una carta a la Reina VICTORIA I del Reino Unido pidiéndole que no trafique mas Opio. La Reina Victoria responde mandándole la Armada Británica. Es el inicio de la Primera Guerra del Opio (1839-1842) que genera un estimulo para que mas mercaderes vayan a China desde EEUU. y Gran Bretaña e Irlanda. Muchas de las fortunas de EEUU. estarán basadas en este narcotráfico, que es encubierto pues dicen que se comercia con Té o Tabaco. Se le llama «China Trade» o «Far East Trade».