ESCOCIA (843-1603)

Total de piezas: 285

La última función pública ceremonial de VICTORIA es en 1899.


Durante los últimos años de VICTORIA, el Reino Unido está implicado en la Segunda Guerra Boer, que recibe el apoyo entusiástico de la reina. La vida personal de VICTORIA está marcada en ese entonces por varias tragedias personales, incluyendo la muerte de su hijo Alfredo, duque de Sajonia-Coburgo-Gotha, la enfermedad fatal de su hija Victoria, emperatriz de Alemania, y la muerte de dos de sus nietos. Su última función pública ceremonial es en 1899, cuando ella coloca la primera piedra de la fundación para los edificios nuevos del South Kensington Museum, luego conocido como el Victoria and Albert Museum.

VICTORIA I realiza su última visita a Irlanda en 1900.


VICTORIA I realiza su última visita a Irlanda en 1900, cuando va a solicitar a los irlandeses unirse al ejército británico y pelear en la Segunda Guerra Boer. La oposición nacionalista a su visita es encabezada por Arturo Griffith, que establece una organización llamada Cumann na Gaedhael para unir a la oposición. Cinco años más tarde Griffith utilizará los contactos establecidos en su campaña contra la visita de la reina para formar un nuevo movimiento político, Sinn Fein.

VICTORIA I de Gran Bretaña fallece en Osborne House en la isla de Wight en los brazos de Guillermo II.


Siguiendo una costumbre que VICTORIA I de Gran Bretaña e Irlanda y emperatriz de la India ha seguido manteniendo a lo largo de toda su viudez, pasa su última Navidad en Osborne House en la isla de Wight. Muere allí, en los brazos de su nieto el emperador GUILLERMO II de Alemania, el 22 de enero de 1901, a los 81 años de edad. Su reinado se ha extendido a lo largo de 64 años (1837-1901), siendo el más dilatado de la historia de Gran Bretaña (sólo Luis XIV de Francia, dos siglos antes, ha regido su país más tiempo). Bajo su reinado, el Imperio Británico ha llegado al apogeo de su grandeza. Al final de su dilatada existencia, la reina VICTORIA gobernaba la cuarta parte del planeta y de la humanidad. Su funeral tendrá lugar el 2 de febrero; después de dos días de duelo nacional, será sepultada en el Mausoleo de Frogmore al lado de su marido. Final de la “era victoriana”

Es proclamado sucesor del trono de Gran Bretaña e Irlanda EDUARDO VII (1901-1910), hijo mayor de la reina fallecida.


A la muerte de Victoria I, es proclamado sucesor del trono de Gran Bretaña e Irlanda EDUARDO VII (1901-1910), hijo mayor de la reina fallecida. Cuenta ya 59 años cuando accede al trono, y Victoria, que nunca ha sentido gran aprecio por él, le ha mantenido al margen de los asuntos públicos hasta los últimos años de su reinado, cuando ya ha tenido que enfrentarse al hecho de que no tardaría en ser rey. En consecuencia, EDUARDO VII ha llevado la existencia de un juerguista, centrando sus intereses en el vino, la comida, las mujeres, los deportes, la navegación y demás placeres propios de un caballero. Parece discutible que pueda ser un buen rey, pero por suerte, en esta época, todo cuanto tiene que hacer un monarca británico es presentar una apariencia digna y decir lo que se le dice que diga. Y eso E?DUARDO VII lo hará bien.

Bajo el reinado de EDUARDO VII se aprueba en Gran Bretaña la Ley de Educación.


Bajo el reinado de EDUARDO VII se aprueba en Gran Bretaña la Ley de Educación, que significa el inicio del sistema nacional de educación secundaria o los inicios del Estado del bienestar. El Gobierno es el de Salisbury (1895-1902). Esta ley es debida a Balfour, ahora encargado de ese ministerio, que ha reordenado y democratizado la enseñanza sin unificarla ni estatalizarla.

EDUARDO VII de Gran Bretaña, visita oficial a Francia en la primavera de 1903 a invitación del presidente Émile Loubet.


Como rey, los principales temas de interés de EDUARDO VII son las relaciones internacionales y los asuntos navales y militares. Aprovechando su dominio del francés y del alemán, relizará numerosas visitas al extranjero. Uno de sus viajes más importantes es una visita oficial a Francia en la primavera de 1903 a invitación del presidente Émile Loubet. Esta visita ayuda a crear la atmósfera para la Entente Cordiale entre Francia y el Reino Unido de 1904, el acuerdo informal delimitando las colonias británicas y francesas en el norte de África. De todas maneras, sus volátiles relaciones con su sobrino, Guillermo II de Alemania, incrementarán las tensiones entre Alemania y Gran Bretaña en la década anterior a la Primera Guerra Mundial.

BALFOUR, presidente del Gobierno de Gran Bretaña, dispone el fin del aislamiento británico con respecto a Europa.


En 1904 BALFOUR, presidente del Gobierno de Gran Bretaña, dispone el fin del aislamiento británico con respecto a Europa, y no sólo en relación con el Lejano Oriente. Eso es lo que algunos franceses desean desesperadamente. En efecto, les complace tener por aliada a Rusia, pero les consta que este país está tecnológicamente atrasado y que, en caso de guerra con Alemania, contribuirá con poco más que con sus ingentes masas de soldados. Si Francia logra poner a Gran Bretaña de su lado, el dominio británico de los mares puede ser decisivo. Balfour se da cuenta del valor de las alianzas, y EDUARDO VII es abiertamente francófilo.

El dirigente del Partido liberal, gana clamorosamente las elecciones.


A fines de 1905, BALFOUR ha dimitido, y EDUARDO VII se dirige a Henry Campbell Bannerman, el dirigente del Partido liberal, que gana clamorosamente las elecciones que se celebran en enero de 1906.