El general José Gervasio Artigas, creador de la Provincia Oriental, fundamento del actual Uruguay, es derrotado por los portugueses en el Paso del Catalán (Uruguay).

La Revolución liberal de Oporto es un movimiento liberal que acarrea consecuencias tanto en la Historia de Portugal como en la Historia de Brasil. Se inicia en la ciudad de Oporto el 24 de agosto de 1820, cuya burguesía mercantil se resiente por los efectos de las invasiones napoleónicas, el dominio británico y la apertura de los puertos brasileños al comercio mundial. Otro de los motivos de queja es que la dirección del gobierno, es decir, la corte real se haya trasladado a Río de Janeiro. El movimiento no obtiene resistencia y muchas otras ciudades se van uniendo a él, como ocurre con Lisboa, la antigua capital del Reino. Iniciada por la guarnición de Oporto, que estaba irritada por la falta de pago, y por los comerciantes descontentos de aquella ciudad, consigue el apoyo de todas las clases sociales: el clero, la nobleza y el ejército portugués. La junta gubernamental de Lord Beresford es sustituída por una junta provisional, que convoca cortes generales extraordinarias y constituyentes para elaborar una Constitución para el país. Mientras la carta magna está siendo debatida en las cortes, entra en vigor una carta provisoria siguiendo el modelo español.

Como consecuencia de la Revolución liberal de Oporto, JUAN VI y su corte, con la excepción de Pedro que se queda en brasil como príncipe regente, regresa a Portugal en 1821.

El rey parte hacia Lisboa, la metrópoli, y la burguesía comercial brasileña que no está dispuesta a perder todo el terreno ganado declara independiente al Brasil («cri da Ypiranga»), con el beneplácito de Gran Bretaña. Brasil pasa a ser imperio (1822 – 1889), y el príncipe regente, primogénito de JUAN VI, se corona como emperador PEDRO I. (Portugal reconocerá la independencia en 1825).

JUAN VI de Portugal muere, en la fecha, dejando el trono a su hijo PEDRO I del Brasil (IV de Portugal). Pero éste no desea abandonar Brasil, de modo que renuncia al trono portugués y cede su trono a su hija de 7 años, quien reina como MARÍA II (1826-1828), a la vez que envia a Portugal un nuevo texto constitucional (1826) que pretende conciliar los principios de la soberanía popular con la autoridad real.

Al no tomar España posesión inmediata de las islas de Annobón, Fernando Poo y Corisco cedidas a España por los portugueses en 1777-1778, los británicos ocupan Fernando Poo, fundan allí los primeros poblados y conviertan a los esclavos libertos («fernandinos») en sus agentes y dan origen a una clase dirigente que en muchos aspectos perdurará.

MIGUEL, segundo hijo de Juan VI de Portugal, apoyado por los absolutistas destrona, en la fecha, a MARÍA II y se proclama rey (23/6/1828-26/5/1834).

A la vista de los acontecimientos que suceden en Portugal, PEDRO I del Brasil abdica del trono brasileño en su hijo PEDRO II y regresa a Europa con el fin de restaurar a MARÍA II.

En Portugal, con la ayuda de Inglaterra y Francia, PEDRO derrota a MIGUEL unos meses después y a MARÍA II, en la fecha, se le devuelve el trono (1834-1853). A partir de entonces, la lucha por el poder se establece entre los partidarios de la constitución de 1822 y los partidarios de la Carta Constitucional de 1826.

La particularidad de Macao como enclave europeo en China desaparece en 1842 al final, en la fecha, de la Primera Guerra del Opio, cuando los británicos consiguen la soberanía sobre la isla cercana de Hong Kong. El puerto de Hong Kong relega a Macao a un segundo plano en el ámbito comercial. A pesar de esta crisis, la debilidad de la corte Qing en aquel momento permite a Portugal suspender el pago del llamado «foro do chão», impuesto por el uso del suelo que Portugal paga a China y que supone un reconocimiento tácito de la soberanía china.