Los líderes tibetanos se someten pacíficamente a los mongoles.

El nieto de Gengis Kan, KUBLAI KAN funda la dinastía Yuan, que gobernará China y el Tíbet (1260-1368).

KUBLAI KAN, nieto de Gengis Kan, se convierte al budismo tibetano y en calidad de emperador de la dinastía YUAN en China, confiere el título de Ti-shi “Tutor Imperial” a Phakpa, superior de la escuela Sakyapa, convirtiendo a ésta en la más poderosa del Tíbet. Se trata de la posición oficial más alta de un monje en la historia china. Desde entonces, el “Tutor Imperial” se convertirá en un alto rango oficial en el Gobierno Central directamente nombrado por el emperador. Se encargará de los asuntos budistas en todo el país, y los asuntos locales del Tíbet. Ese nombramiento consagrará el poder de los lamas y dará pie a una relación especial con los regentes, mongoles o chinos. Desde entonces, y hasta el siglo XX, los jerarcas religiosos tibetanos reconocerán la ascendencia política del emperador de turno a cambio de preservar su autoridad espiritual, económica, cultural y social.

La mitología china presenta a Tíbet como uno de los estados tributarios del legendario Reino del Centro, pero Tíbet ha sido una entidad claramente independiente desde tiempos inmemoriales. Incluso, desde el siglo VII al IX, por ejemplo, el reino de Tíbet se extendió por Asia central, abarcando grandes áreas de la China actual. La única ocasión en que el país ha formado parte de China es durante la dinastía Yuan, desde 1279 hasta 1368. La dinastía Yuan, no obstante, no es han, sino mongol. Y ya se sabe que los mongoles se imbuyeron de los valores religiosos y culturales tibetanos igual que los romanso se inspiraron en la antigua Grecia. Sin embargo, en una malversación del legado de Gengis Khan, la historia oficial de Pekín ha considerado como china a la dinastía Yuan. En la fecha, el nuevo Gobierno Central unificado de China continúa el control sobre Tíbet, incluyéndolo como una unidad administrativa directamente subordinada al poder central. Considerando las características concretas de la historia, las tradiciones, la situación social específica, el ambiente natural, la etnia y la religión, las autoridades adoptan medidas especiales al administrar el Tíbet, diferentes de las políticas aplicadas en otras 10 áreas administrativas.

Se establece Xuanzheng Yuan para tratar los asuntos militares y gubernamentales del Tíbet y el asunto budista en todo el país. Generalmente, el primer ministro asume el puesto de la presidencia ejecutiva de Xuanzheng Yuan, y el monje recomendado por el “Tutor Imperial” ocupa la vicepresidencia. Esta es la primera vez en la historia china en que se crea especialmente una agencia central para atender los asuntos tibetanos en el Tíbet. El Tíbet es dividido en distintas áreas administrativas y los funcionarios con diversos rangos son designados para consolidar la gestión administrativa, junto con el “Tutor Imperial” que asume la responsabilidad integral.

Con el paso de los siglos, gracias al aislamiento geográfico, al patrocinio real, al impulso civilizador del budismo, así como a la gran disposición del pueblo tibetano, el budismo alcanza el nivel de desarrollo más importante de su historia. El Tíbet intenta acercarse así al ideal de una sociedad dirigida por reyes filósofos y dedicada en su totalidad al ideal de desarrollo personal. Durante este prolifero período se construyen enormes monasterios, verdaderas ciudades universitarias, las cuales funcionan como centros comerciales, políticos y culturales alrededor de los que gira la vida del pueblo tibetano.

Los MING prefieren otros aliados en Tíbet y otorgan su representación a los líderes de la secta Kagyupa, que es la que instaura la costumbre de identificar las reencarnaciones de sus lamas, una forma de perpetuar hereditariamente la nobleza clerical. Los MING, suprimen el sistema de Xuanzheng Yuan en la administración de los asuntos tibetanos, así como la concesión del título de “Tutor Imperial” a los monjes tibetanos, y en substitución, introducen un nuevo sistema de funcionarios monjes tibetanos. El más alto rango se llama “Príncipe de Dharma”, cuyas atribuciones son diferentes de las del “Tutor Imperial” de la dinastía Yuan. No reside en Beijing, no tiene derecho al cargo para los asuntos budistas de todo el país, ni tampoco feudo fijo. Esto indica que la posición es de carácter honorario. Los “Príncipes de Dharma” no pueden ocuparse de los asuntos administrativos. Tienen que obedecer al Gobierno Central.

Nace el I Dalai Lama, Gendun Drup (1391-1474). Gran lama del monasterio Drepung y líder de la secta gelukpa (también denominada de los Gorros Amarillos). El título de Dalai Lama le será conferido póstumamente cuando el III Dalai Lama reciba este título en 1578. El Dalai Lama es considerado como una reencarnación de Buda.

El poder y las riquezas minan el crédito de los lamas sakyapa y kagyupa, y la corrupción que penetra en el orden monástico es denunciada en el siglo XV por Tsongkhapa, el gran reformador, el primer gran líder budista nacido y crecido en el Tíbet. Tsongkhapa funda la escuela gelukpa (los virtuosos), que postula un retorno a los orígenes humildes y austeros del budismo y que se distingue de las demás por la adopción de un bonete amarillo en lugar de rojo. La secta gelukpa inicia un \”renacimiento espiritual\” del budismo tibetano realizando el Gran Festival de las Oraciones en la ciudad de Lhassa en 1.409. Tsongkhapa ganará adeptos con tanta rapidez que, ya en vida, se fundan los principales monasterios: Ganden, Drepung y sobre todo, Sera, con capacidad para acoger a 15.000 monjes.

Nace el II Dalai Lama, Gendun Gyatso (1476-1542)