El esplendor político y artístico que dotó la dinastía safaví a Persia y que atrajo a numerosos extranjeros, iniciándose en el siglo XVII las primeras relaciones amplias diplomáticas con algunos países occidentales (sobre todo con Francia y Gran Bretaña), decayó en el año 1722 con la invasión de los afganos, que fue el inicio de unos desórdenes que duraron más de 70 años y que terminó con la desaparición total de los Safavíes y la llegada al poder de la nefasta dinastía Qayar que rigió los destinos de Persia durante todo el siglo XIX y primer cuarto del XX, época que fue la antesala del imperialismo occidental en Irán, primero, por la Rusia Zarista, para dar luego paso a los franceses e ingleses, con quienes se rubricaron los tratados más humillantes de la historia de Persia que debilitaron no sólo a Persia, sino también a la propia dinastía Qayar cuando fue muerto a tiros su rey más importante en 1896, Naser Al Din y la cual recibió su más duro golpe no de puño extranjero sino de su propio pueblo, cuando, a principios del siglo XX se inició un despertar popular que dio su fruto en 1906 con el estallido de la Revolución Constitucional.

Desastrosa guerra de los turcos otomanos contra Persia, en la que los primeros sufren considerables bajas. Afortunadamente el Sultán puede gozar de paz durante varios años, debido a que dos de sus principales enemigos Rusia y Polonia están en guerra contra Suecia. Ahmed comienza un extenso programa de modernización y de reforma, conocido popularmente como el período de los tulipanes. Emprende los proyectos de construcción, que incluyen nuevos caminos, escuelas, hospitales, autoriza la introducción de la imprenta en Estambul. Estas reformas afectan también a la administración y el ejército.

Se inicia el conflicto bélico entre Turquía y Persia.

La sublevación contra Persia de los príncipes armenios es encabezada por el héroe nacional David-bek. El zar ruso Pedro el Grande, que ha prometido apoyo a los armenios, ha muerto y Rusia se ve obligada a firmar la paz con Persia.

Se reanuda la guerra turco-persa

Se firma el Tratado de Hamadán (Irán), que pone fin al conflicto turco-persa

Fallece Abbas III (1731-1736) Sha de Persia. Último representante de la dinastía de los safawíes.

El sha de Persia, Nabir, es asesinado

En Persia, el período de anarquía que sigue a la muerte de Nader Kuli finaliza cuando en el año 1750 y en las regiones sureñas de Irán, Karim Khan Zand, uno de los generales de Nader Kuli, es capaz de imponerse en la mayor parte del país y funda la dinastía que lleva su nombre -Zand-. Pronto su poder se extenderá por otras regiones de Irán; pero dejará que los descendientes de Nader sigan gobernando en Jorassán. Por ese mismo tiempo la brava tribu de los Qajar establecerá su propia dinastía gobernando los territorios de la frontera turca y el norte de Irán. Los Qajar y los Zand mantendrán una contínua guerra, hasta que Karim Khan saldrá victorioso, tomando como rehén a Agha Muhammad, hijo del jefe de la tribu oponente.

Empieza el gobierno, en Persia, de Karim Khan, fundador de la tribu Zend. Karim Khan es un bravo soldado, un hombre bondadoso y muy querido por el pueblo. Nunca querrá llamarse rey, preferirá el título de Wakil-al-roaya (Representante del Pueblo). Su mayor ilusión es que el pueblo esté feliz, viviendo en paz y progreso. Controlará, personalmente, si en realidad el pueblo está satisfecho. Hay una excepción: El Agah Muhammad, de la tribu de los Qajar, quien años más tarde venció a los sucesores de Karim Khan, mostrando un increíble odio hacia la “familia de los Zand”.