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Mónaco —oficialmente, el Principado de Mónaco— es una ciudad-estado de Europa Occidental, constituida, según su constitución, en un Estado de derecho que profesa el respeto de los derechos y libertades fundamentales, y cuya forma de gobierno es la monarquía hereditaria y constitucional. Su territorio está organizado en diez barrios.
En Mónaco, a Jacques I le sucede su hijo de 13 años, HONORATO III (1733-1793). En 1757 se casa con Marie-Catherine de Brignole.
Fallece JACQUES I, Príncipe y Señor de Mónaco.
Llegada la Revolución Francesa, en 1793, los Grimaldi no escapan a sus terribles consecuencias. HONORATO III de Mónaco es encarcelado y fallece, en la fecha.
En Mónaco, a HONORATO III le sucede su hijo HONORATO IV (12/5/1795-16/2/1819), hombre muy depresivo que delegará el Trono primero en un hermano y después en un hijo. Los revolucionarios decretan el fin de la dinastía Grimaldi tomando el control de Mónaco. Mónaco se une a Francia bajo el nombre de Fuerte Hércules. Las riquezas del palacio son dispersadas. Durante la Revolución Francesa, la familia principesca vivirá terribles momentos. Algunos serán guillotinados.
El Tratado de París restablece al Príncipe de Mónaco todos sus derechos.
Se sublevan en Mónaco, las ciudades de Menton y Roquebrune.
CARLOS III accede al trono de Mónaco (20/6/1856-10/9/1889). Es hijo de Florestan quien a su vez lo es de Honore IV y éste de Honore III quien fue destronado por la Revolucion francesa. El futuro del Principado hubiese sido incierto, si un Grimaldi emprendedor e inteligente como pocos, no le hubiese hecho resurgir de sus cenizas. CARLOS III dedica toda su vida a reconstruir y modernizar el país. Bajo su lúcida administración se inicia una profunda conversión industrial y empresarial. Pronto comprende que la aristocracia decadente y la burguesía floreciente del Segundo Imperio necesitan un lugar donde la diversión y el lujo se den cita de forma indisoluble y permanente. Y allí está Mónaco.
El Príncipe de Mónaco, CARLOS III, renuncia, en beneficio de Francia, a las ciudades de Menton y Roquebrune, perdiendo así más del 80% de su territorio, pero por fin su independencia es reconocida. Francia se compromete a unir Niza y Mónaco por una carretera litoral y a que la línea ferroviaria Niza-Génova haga una parada en el Principado. Francia y Mónaco forman una unión aduanera. (No hay fronteras entre los dos países).
Fundación en Mónaco de la legendaria “Sociedad de Baños de Mar”. Entre los logros de esta institución está la creación de ostentosos y lujosísimos hoteles como el “Hotel de París”.
Se da el nombre de Montecarlo, en honor del Príncipe CARLOS III, a la antigua meseta de los Spelugues. Se construye el centro Montecarlo, un centro de ocio frecuentado por los más célebres e ilustres personajes del mundo de la política y la cultura. El impulso de Mónaco es sorprendente.
