Pancho Villa. Campesino pobre, huérfano y con escasa formación, cuando estalla la Revolución de 1910 lleva varios años fugitivo en las montañas por haber asesinado a uno de los propietarios de la hacienda donde trabajaba. Enseguida Pancho Villa se une a Madero en su lucha contra la dictadura de Porfirio Díaz, y demuestra una habilidad innata para la guerra. Aprovechando su conocimiento del terreno y de los campesinos, forma su propio ejército en el norte de México, con el cual contribuirá al triunfo del movimiento revolucionario. Por otra parte, también se une a Madero el guerrillero Pascual Orozco. Mientras en el sur destacan Emiliano Zapata y Pablo Torres.

La presidencia dictatorial en México de Porfirio DÍAZ ha fortalecido a la burguesía terrateniente. Alrededor del 95% de la población rural carece de tierra en propiedad. El movimiento liberal moderado de Francisco MADERO, provoca, en la fecha, la dimisión de Porfirio DÍAZ, tras ejercer el poder durante treinta y cinco años, y su huida hacia Europa.

Los electores triunfantes en las elecciones de octubre eligen a MADERO quien, en la fecha, toma posesión de su cargo de nuevo presidente (6/11/1911-18/2/1913). Pero los rebeldes no están de acuerdo y nuevamente se levantan en armas.

En febrero de 1913, los latifundistas inician el 9 de febrero su levantamiento contra el presidente mexicano Francisco MADERO y, aunque la mitad del ejército les secunda, la suerte de la revolución aún es incierta. Tiene lugar la «decena trágica» (del 9 al 19 de febrero). El fiel de la balanza comienza a inclinarse a favor de la contrarrevolución cuando a los latifundistas se les suma HUERTA al frente de unidades de su ejército acantonadas en la ciudad de México, lo que provoca la renuncia de MADERO y su posterior asesinato el 22 de febrero. La mayoría de los gobernadores reconocen a HUERTA como su nuevo presidente. El asesinato de MADERO, sacude al país, desatando un torrente de pasiones y cruentas luchas por el poder.

«Incidente de Tampico». El comandante del USS Dolphin, fondeado en el puerto de Tampico, acuerda recoger combustible de un almacén cercano. Nueve marinos estadounidenses desembarcan armados en un bote ondeando la bandera estadounidense rumbo al almacén el 9 de abril de 1914. La guarnición federal avista la actividad y detiene a los marinos, ya que, atracan en uno de los muelles río arriba por el Pánuco, pues según dispociciones de la Comandancia Militar está prohibido la navegación y desembarco a embarcaciones nacionales y extranjeras. Ningún bando habla el lenguaje del otro. Los soldados encañonan con sus rifles a los marinos y los escoltan al cuartel cercano.

En México, la Comandancia Militar envía un documento explicando la situación, a lo que rápidamente existe contestación del amlmirante Mayo de los EEUU. El almirante Mayo exige la libertad de sus marinos y que en desagravio las autoridades mexicanas rindan honores a la bandera de ESUU., izandola en el puerto de Tampico con 21 cañonazos de las baterías mexicanas. El comandante de las fuerzas federales de Tampico ofrece disculpas por escrito pero se niega a saludar la bandera estadounidense con salvas, fijando un plazo de 24 horas. Cumplido el plazo, el Gral. Zaragoza es visitado por el comandante W.A. Moffet, que le entrega un sobre con ultimátum al gobierno de México, insistiendo en el izamiento de bandera y los cañonazos, otorgando un plazo de 12 horas.

Al «incidente de Tampico» el gobierno estadounidense le da visos de «gravedad». El presidente estadounidense Woodrow Wilson pide permiso al Congreso para una invasión armada del área. Aunque obtiene el consentimiento dos días después, para entonces, el bombardeo de la ocupación estadounidense de Veracruz ya ha empezado. Terminado el plazo de Tampico, las autoridades mexicanas esperaban un bombardeo de la zona, sin embargo las fuerzas estadounidenses de la Cuarta División del Atlántico se dirigen a Veracruz, donde desembarcan las tropas.

El General Pancho Villa derrota a las fuerzas federales de Victoriano HUERTA en la ciudad de Zacatecas. El triunfo de los revolucionarios deja la ruta libre hacia la capital mexicana. Los resultados de la lucha fueron: cientos de civiles muertos y heridos; casi seis mil muertos y trescientos heridos de los federales; mil muertos y doscientos heridos de los revolucionarios; más de tres mil federales prisioneros, algunos de los cuales fueron fusilados, otros incorporados al ejército de Villa y otros más, liberados porque eran de leva. La ciudad, seriamente dañada. Equipo capturado: doce mil rifles, doce cañones, varias ametralladoras, nueve trenes y doce cañones montados en carros plataforma de ferrocarril. Si bien se habla de una cifra oficial de ocho mil muertos, se calcula que en realidad fueron más de diez mil, pues los combates continuaron casa por casa, y se realizaron verdaderas masacres en hospitales e iglesias, donde se refugiaban tanto la población civil como las fuerzas federales. Las crónicas de la época hablan de que en el camino real «los muertos se acomodan a lo largo del camino, entre bestias, mujeres, soldados y niños»

El movimiento constitucionalista triunfa en México. En agosto de 1914, HUERTA, su presidente, deja el país y Carranza entra en la ciudad de México. Pero no todos los revolucionarios están de acuerdo con que Carranza sea el Primer Jefe, como se ha hecho llamar, ni qué rumbo debe seguir la revolución.

Se retiran de Veracruz (México) las últimas tropas estadounidenses de ocupación que quedaban en la ciudad.