CATALUNYA (Desde el Tratado de Corbeil hasta Nueva Planta (1258-1716)

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Llegan a manos de Pau CLARIS, presidente de la Generalitat de Catalunya, unas cartas comprometedoras


Llegan a manos de Pau CLARIS, presidente de la Generalitat de Catalunya, una serie de cartas que conforman la correspondencia de OLIVARES y el rey FELIPE IV con el asesinado virrey, conde de ?
Santa Coloma. La lectura de aquellas cartas había impresionado tanto al canónigo que consideró necesario que los demás miembros de la Generalitat también las conocieran. Francesc TAMARIT y ?
Josep Miquel QUINTANA, que con él formaban la Generalitat, se dispusieron a complacerle, junto con los oidores y secretarios. También ellos quedaron estupefactos. Ni siquiera en los momentos ?
más pesimistas pudieron imaginar que eso pretendieran OLIVARES y el rey.

Contenido de las cartas comprometedoras que han llegado a manos de Pau Claris.


El rey FELIPE IV y OLIVARES, según las cartas que en los meses anteriores han enviado al Conde de Santa Coloma de Queralt quieren tratar a Catalunya igual que a un país recién conquistado. También el rey es partidario de una política severa y ya el 8 de noviembre quería despojar a la Generalitat de todos sus poderes. En una carta de febrero, mientras promete reunir las cortes, ordenaba que detuviesen a los miembros de la Generalitat y que se ocupase Barcelona militarmente. Luego, en las de marzo, que se forzase la leva, que les prendieran de una vez y que las tropas reales dominaran los pueblos como fuese. Ni una sola línea de agradecimiento por el esfuerzo de los catalanes en el sitio de Salses ni tampoco de comprensión por sus sufrimientos a manos de los mercenarios. Proponían en una de las cartas que uno de los medios de imponer la autoridad real era provocando una rebelión entre los más recalcitrantes y, entonces, de un plumazo, suprimir todos sus fueros

El alzamiento, extendido por todo el Principado, encuentra soporte entre campesinos y burgueses.


El alzamiento, extendido por todo el Principado, encuentra soporte entre los campesinos y también entre la burguesía urbana, descontenta por la presión fiscal que impone Madrid y se dirige no sólo contra los soldados y los funcionarios reales, sino también contra la propiedad señorial favorable al sistema que quiere establecer el conde-duque de OLIVARES. La «Guerra dels Segadors» (1640-1652) -que así se conoce históricamente a este alzamiento- coge de esta manera un sentido de afirmación de la soberanía nacional catalana. Coincide con la revuelta de Portugal, de la cual saldrá la independencia de aquella nación. (La canción popular de «Els Segadors» de la cual nace el himno de Catalunya, recuerda aquella guerra.)

Los desórdenes de la ciudad repercuten en muchos pueblos de Catalunya.


Los desórdenes de la ciudad repercuten en muchos pueblos de Catalunya, de donde tienen que huir las tropas reales, perseguidas por los somatenes, pasando los tercios fugitivos con sus comandantes Arce y Moles al Rosellón, donde llegan el 11 de junio delante de las murallas de Perpinyà. Negándose sus autoridades a recibirlos, las tropas reales bombardean la ciudad y la saquean. Repiten los bombardeos el 13 y el 17 de junio.

El nuevo virrey, duque de Cardona, fallece al cabo de unas semanas dee su nombramiento.


Habiendo sido nombrado nuevo Virrey el Duque de Cardona, y aunque viejo y enfermo, acepta el cargo que ha ejercido ya en dos ocasiones. Acude a Perpinyà para castigar los desmanes, ordenando la prisión de los capitanes Arce y Moles. Pero desaprobada su actuación por OLIVARERS, el de Cardona parece ser que no supera la tensión del momento y fallece unas semanas después.

Es nombrado Virrey, García Gil Manrique, Obispo de Barcelona.


Es nombrado Virrey, García Gil Manrique, Obispo de Barcelona. La Generalitat está en una delicada posición; si bien desea el restablecimiento del orden público y la pacificación del país, ante el temor de ser tildada de traidora por el populacho no se entrega a una colaboración con el Virrey.

Catalunya está indefensa, sin un ejército regular ni armas y con unas zonas en poder de las tropas reales.


PAU CLARIS no quiere que le pillen desprevenido, pues, habiendo muerto el virrey, podía esperarse cualquier cosa. Catalunya está a?si indefensa, sin un ejército regular ni armas y con unas
zonas, como Rosas, Tortosa y Perpinyà, en poder de las tropas ?reales. Prácticamente les tienen sitiados. Su único propósito es ?que Francia les preste seis mil hombres durante tres meses y que ?
le vendan armas suficientes para equipar las milicias locales. No? falta quien, como el diputado militar Francesc de Tamarit, no se? fia de esta nueva política de alianzas, ya que desde el siglo ?XIII Francia había ocupado o hecho incursiones sobre los condados? catalanes más de veinte veces. Y existe el precedente de Luis ?XI, que a mediados del siglo XV ofreció colaboración a los ?catalanes en la guerra contra el rey Juan II y ante las suspicais? de éstos se alió con el monarca y ocupó el Rosellón y la ?Cerdanya hasta 1493.

Esta es la ocasión que Olivares está esperando desde hace lustros para conquistar Catalunya.


Esta es la ocasión que Olivares está esperando desde hace lustros para conquistar Catalunya e imponerle las leyes de Castilla. PAU CLARIS, presidente de la Generalitat, se entera de que en el Bajo Aragón FELIPE IV prepara un gran ejército contra Catalunya. Convoca una Junta General de Braços que queda abierta el 10 de setiembre de 1640. Asiste un gran número de pueblos que no tienen derecho de presencia en las Cortes. Se estructura en una sola asamblea, con voto individual y una clara mayoría del brazo popular. Esta asamblea, legitima y organiza el rompimiento con FELIPE IV y aprueba los pactos con Francia. Hay que tener en cuenta que la Corona de Aragón es una unión entre rivales recelosos, cada uno con su Parlamento, sus leyes y su idioma y con un sentimiento de solidaridad muy limitado, hasta el punto de que en las cortes valencianas y aragonesas se votan donativos para ayudar a FELIPE IV a sofocar la revuelta de Catalunya

Se firma el acuerdo de Ceret, entre Catalunya y Francia. La Generalitat pagará un ejército auxiliar francés.


En la fecha, se firma el acuerdo de Ceret, entre Catalunya y Francia, donde la Generalitat se compromete a pagar un ejército auxiliar francés de 6.000 soldados de infantería y 1.200 de caballería. En realidad, los franceses escatiman constantemente su ayuda, esperando que las sucesivas victorias hispánicas (Tortosa, Coll de Balaguer, Tarragona, Vilafranca del Penedès, Martorell….) obliguen a los catalanes a aceptar la anexión de Catalunya a Francia.

El conde-duque de OLIVARES propone unas medidas correctivas para ocupar Catalunya.


El conde-duque de OLIVARES comprende que la política de blandura que hasta entonces ha empleado no da los resultados deseados por lo que propone unas medidas correctivas que son unánimemente aprobadas por el Consejo de Aragón y el Consejo de Estado. Aparte de la actuación política el plan comporta la preparación de un ejército de unos 35.000 hombres para la ocupación de Catalunya, si es necesario. (En realidad nada mes posible reclutar unos 20.000 hombres de ellos 6.000 portugueses, destinados a Italia en principio, y cuyo destino se modifica).