Al finalizar el año 1971, aparecen los primeros problemas económicos. Es también en esa fecha que se empiezan a ver los primeros síntomas del desabastecimiento, en especial de azúcar. El déficit presupuestario crece a un ritmo acelerado, del 3,5 % del PGB en 1970 pasa a 9,8 en 1971; la política monetaria se descontrola al crecer en un 124% el crédito del sector público; cae el nivel de reservas internacionales de 394 millones de dólares (1970) a 163 (1971), por lo que el gobierno de la Unidad Popular suspende el servicio de la deuda externa; la balanza comercial pasa de un superávit de 95 millones al iniciar el gobierno a un déficit de 90 millones, tras la abrupta caída del precio del cobre; a causa del incremento de los salarios reales y los controles de precio, se produce una contracción de las utilidades corporativas; aparecen las primeras señales de desabastecimiento en el segundo trimestre de 1971, que concluye con la aparición de un floreciente mercado negro.

A finales de ese año, Fidel CASTRO visita Chile por tres semanas. Recorre todo el país, lo que molesta a los opositores a la Unidad Popular. En privado, el líder revolucionario cubano manifiesta su escepticismo ante la vía pacífica de Allende. El 2 de diciembre de 1971, un informe secreto de la CIA despachado a Washington revela las recomendaciones privadas de Castro a los líderes de la UP. Según el documento, Fidel dijo: «Existen muy pocas posibilidades de construir un Estado marxista en Chile si no se usa la violencia».

En Chile, miles de mujeres opositoras salen a las calles a protestar haciendo sonar cacerolas vacías en reclamo por la falta de alimentos. En dicho momento, FIDEL CASTRO se da el tiempo para recorrer en auto la zona oriente de Santiago, pues quiere ver a las mujeres que protestan con sus propios ojos. Según un ex funcionario de la Cancillería Chilena, FIDEL CASTRO queda muy impresionado y en la recepción posterior insta a ALLENDE a reprimir con mano dura la manifestación. El aludido le responde con sequedad: «Aquí yo soy el Presidente». Pese a ello, FIDEL CASTRO recomienda que las mujeres de la UP salgan a las calles a contrarrestar las manifestaciones y dictamina que «la UP no debería preocuparse por la posibilidad de muertos y heridos, ya que la confrontación es el verdadero camino hacia la revolución». Éstos serían los primeros «cacerolazos».

En el acto de despedida del Estadio Nacional de Chile, FIDEL CASTRO, dirá que él y su comitiva «no veníamos a aprender cosas caducas en la historia… ya aprendimos bastante de las libertades burguesas y capitalistas». Agregó: «No estamos completamente seguros que en este singular proceso el pueblo chileno haya estado aprendiendo más rápidamente que los reaccionarios». Al despedirse, en el Estadio Nacional, dijo: «Regreso a Cuba más revolucionario, radical y extremista de lo que vine».

El poeta chileno Pablo NERUDA es galardonado con el premio Nobel de Literatura por «un estilo de poesía que, con el poder de la palabra, resucita la fe en el futuro y los sueños de una parte del mundo.» NERUDA ha recibido este premio por el conjunto de una obra poética en la que destaca «Canto general» (1950), extensa composición en la que glosa con impresionante vigor épico la historia del continente iberoamericano.

El periodista Jack Anderson, cuyas colaboraciones son publicadas simultáneamente en varias decenas de periódicos norteamericanos, revela que la CIA había intentado un golpe de Estado en Chile en 1970 a fin de evitar la elección de ALLENDE. El periodista afirma que en un memorándum acerca de una reunión en la que intervenía la CIA, se afirma que continuarán haciéndose esfuerzos para seleccionar a miembros de las Fuerzas Armadas para organizar una insurrección militar.

Nacionalización en Chile de la ITT

A medida que en Chile el proceso se tensa, el PDC opta por la ruptura con el gobierno. La derecha responde a la política gubernamental con paros empresariales, manifestaciones con cacerolas y actos de violencia urbana por parte de los paramilitares de la organización Patria y Libertad. En la UP la división también se extiende y el presidente ALLENDE y su gobierno están siendo sometidos a duras presiones no sólo desde la derecha sino también desde la izquierda. En efecto. Con él estaba el Partido Comunista que, curiosamente, consciente de la real correlación de fuerzas, se opone a radicalizar el proceso y defiende el diálogo con el PDC. Pero el grueso del Partido Socialista (PS), por el contrario, ganado por el área revolucionaria, es favorable a llevar la revolución a la calle. El Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR), un pequeño grupo radical, experimenta un rápido crecimiento en estos años e influye en el PS. El partido en el gobierno, a pesar de las protestas del Partido Comunista, permite las acciones arbitrarias de los grupos de extrema izquierda.

ALLENDE demuestra ser un excelente táctico y un pésimo estratega. Sabe sobrevivir, sacándose de la chistera conejos sorprendentes. Así lo hace en octubre de 1972, cuando, frente a la presión empresarial y la línea insurreccional de la oposición, llama a los militares al gobierno: el comandante en jefe del ejército, Carlos Prats, en Interior; el contralmirante Ismael Huerta en Obras Públicas, y el general de Brigada Claudio Sepúlveda en Minería. Este gabinete duró hasta las elecciones parlamentarias de marzo de 1973. Todo el gabinete ministerial del presidente ha presentado su renuncia para dejar en libertad de acción al primer ministro mandatario a fin de que proceda a su reestructuración. Esto supone un espaldarazo a ALLENDE por parte del Ejército y quizá le ayudará a llegar hasta 1973.

La economía ha dejado de crecer. El incremento de las remuneraciones del sector público, la expansión de los subsidios a las empresas publicas y el deterioro de la recaudación tributaria, no adaptada a un ambiente inflacionario, generan un creciente déficit público de magnitud impresionante. Todo este gasto se financia mediante emisiones monetarias del Banco Central. El resultado será un incremento de la cantidad total de dinero circulante de 173% en 1972 a 413% en 1973. El crecimiento del país llega a ser de -1,21% en 1972 y un -5,57 en 1973, la inflación llega el 1972 a un 225% y en 1973 a un 606%, el más alto en la historia de Chile, caen los salarios reales un -11,3 en 1972 y un -38,6% en 1973, el déficit llega al 25% del PGB y la deuda externa aumenta a 253 millones de dólares. El mercado negro y el estancamiento económico causarán la desaparición de productos básicos de consumo en almacenes y supermercados, provocando largas colas de gente para obtener sus mercancías.