El 20 de agosto de 1955, las fuerzas bereberes de la cordillera del Atlas arrasan dos asentamientos rurales en Marruecos y matan a 77 ciudadanos franceses. Es el comienzo de una serie de actos violentos contra los franceses que obligará a el-Glaoui a adoptar una postura más nacionalista, cediendo al sentir popular.

Ante el empeoramiento de la situación, el Gobierno francés de Edgar FAURE, reconoce como sultán de Marruecos, a MOHAMED V permitiéndole volver, en la fecha, al poder (1955-1961). En diciembre se formará un Gobierno de coalición que confiará en Si Bekkai.

Presionada por los problemas de Indochina y Argelia, Francia acepta el regreso de Muhammad ben Yusuf como sultán legítimo del reino independiente de Marruecos.

La pérdida del apoyo de los bereberes obliga a Francia a poner fin al exilio de Mohamed V y a conceder a Marruecos la independencia en 1956. Así, en la fecha, se proclama por Francia la independencia completa de Marruecos. El nuevo Estado se organiza en monarquía constitucional, independiente con el Sultán Mohammed V como su rey. Ingresa en la Liga Árabe y sostiene una política de apoyo a la independencia argelina. Gran número de excolonos franceses, propietarios agrícolas o comerciantes, continuarán resistiendo en Marruecos. Un mes más tarde lo hará el Rif, bajo protectorado español.

España, desbordada por los ácontecimientos en Marruecos se ve obligada a dar el mismo paso que Francia, o sea, otorgar la independencia a su Protectorado en Marruecos. El 4 de abril de 1956 MOHAMED V, sultán de Marruecos, llega a Madrid, donde es recibido por FRANCISCO FRANCO. Asimismo es recibido apoteósicamente en Toledo, Granada, Córdoba… y se cantan las glorias de una estrecha amistad entre los dos pueblos, cimentada en viejos anales de la historia.

Para evitar la interrupción de la gestión gubernativa y administrativa y colaborar en la organización del ejército marroquí se acuerda que permanezcan en Marruecos funcionarios y militares españoles hasta principios de los años sesenta.

En el día de la fecha, se hace público un comunicado conjunto España-Marruecos en el que España reconoce el principio de independencia del Marruecos español (Rif) y la unidad del sultanato renunciando a su protectorado sobre la zona norte. España, sin embargo, se reserva las plazas de Ceuta y Melilla y los territorios de Ifni, Río de Oro y Saguía el-Harma. Rabat, que no acepta la reserva de las plazas efectuada unilateralmente por España, alega que desde este momento las plazas reservadas que siguen ocupados por militares españoles, pasan a su soberanía. Lógicamente la isla de Perejil también se encuentra incluida. Con el apoyo del régimen franquista español comienza a entrar capital extranjero con el objetivo de explotar las reservas de fosfato. La distribución de la población se altera y progresivamente se abandona la tradicional vida nómada.

En el mes de octubre Marruecos recupera de España la ciudad de Tánger.

El sultán MOHAMED V asume, en la fecha, el título de rey. Miembro de la Dinastía alauí. Entre sus esposas está Lalla Abla bint Tahar, quien será la madre de su hijo y sucesor HASSAN II.

Los marroquíes, de forma no oficial, atacan de nuevo las posiciones españolas en África, esta vez cerca de El Aaiun, capital del Sáhara español. Son detenidos una vez más, a costa de 241 muertos españoles. Los bombardeos aéreos españoles contribuyen a hacer retroceder a los asaltantes, y, de nuevo los franceses colaboran en la recuperación española.