En Catalunya, un grupo de militantes radicales del Estat Català, partidarios de una insurrección immediata contra el régimen de PRIMO de RIVERA, funda en mayo de 1925 la organización secreta La Bandera Negra (Santa Germandat Catalana). El nombre de este grupo paramilitar se refiere al hecho de que el 11 de septiembre de 1714 Rafael Casanova llevaba una bandera negra. Se han dado muchas interpretaciones sobre el significado de esta bandera. Marcelino Perelló, uno de los jefes de esta nueva organización, afirmará que esta bandera era la que identificaba las guerrillas que hostigaban a las tropas borbónicas una vez se produjo la toma de Barcelona. Otros dicen que esta insignia era un símbolo de no rendición y voluntad de mantenener la lucha hasta la muerte. Parece, sin embargo, que en realidad la enseña negra era una tradición medieval proveniente de las innumerables revueltas contra la autoridad real. Esta insignia se mostraba para manifestar el deseo de que, en caso de derrota, no se saqueara la población respectiva. En definitiva era una forma de suplicar clemencia a la autoridad real por anticipado.

El grupo paramilitar catalán «Bandera Negra» intenta un atentado contra ALFONSO XIII. A finales de mayo de 1925 Alfonso XIII viaja a Catalunya y los jóvenes de Bandera Negra se conjuran para llevar a término el atentado. El primer intento, la voladura de la via férrea al Garraf fracasa. El segundo intento, el «tiro al Borbón», que se intenta en la Rambla de Canaletes tampoco tiene éxito. El complot -«Complot de Gava»- tiene lugar el 6 de junio de 1925, con el estallido de una bomba contra el tren real que en aquellos momentos ha de atravesar el túnel situado entre el Garraf y Sitges. La policia consigue retirar el explosivo y detiene a algunos de los responsables, entre otros Miquel Badia i Jaume Compte, que son torturados y condenados a cadena perpetua o a largas penas de prisión. Serán amnistiados en 1930. Macià, desde el exilio, censura las tácticas terroristas. Bandera Negra llevará a cabo aguna otra acción armada con resonancia, como será el atentado con bomba contra la casa del barón de Maldá. La persecución que la organización sufrirá a consecuencia de éstas actividades influirá sin duda en la radicalización del movimiento nacionalista catalán.