PRUSIA

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La competencia naval con Alemania, es el motivo de que Gran Bretaña responda con la «Entente cordiale» con Francia.


La competencia naval con Alemania, es el motivo de que Gran Bretaña responda, en la fecha, con la «Entente cordiale» con Francia. El término se empezó a utilizar hacia 1840. Así, «Entente cordiale» se usa para referirse al acuerdo de 1904 entre Francia y Reino Unido, que establece el apoyo mutuo en sus respectivos intereses coloniales y que sobre todo se dirige a combatir el creciente poder de Alemania amplificado en la «Triple Alianza» (Alemania, Austria-Hungría e Italia)». Entente cordiale es una expresión del francés que significa «entendimiento cordial» y que ha sido el término usado en la diplomacia internacional que implica relaciones amistosas. Sugiere una relación equivalente a una alianza, sin necesidad de establecer una alianza formal. A cambio de que Francia permita a los británicos operar libremente en Egipto, Gran Bretaña reconoce a Marruecos como esfera de influencia francesa (En esta declaración, se reconoce la soberanía de España sobre Ceuta y Melilla).

Alemania protesta por la «penetración pacífica» de Francia en Marruecos. Reclama su independencia.


GUILLERMO II de Alemania, aprovecha la oportunidad de una visita a la zona internacional de Tánger, en la costa septentrional marroquí, y allí, el 31 de marzo de 1905, pronuncia un discurso proclamando su apoyo al sultán Muley Abd al-Aziz y su intención de proteger los intereses alemanes en Marruecos, reclamando la independencia de este país y la implantación de las «puertas abiertas». Alemania protesta, en consecuencia, por la «penetración pacífica» de Francia en Marruecos.

Alemania y Francia se enfrentan a propósito de Marruecos. «Primera crisis de Marruecos».


Así da comienzo la «Primera crisis de Marruecos», pues enfrenta a Alemania y Francia a propósito de Marruecos. Los franceses se amilanan y parecen dispuestos a contemporizar un poco, pero los alemanes, explotando su ventaja, rechazan el compromiso que se les ofrece. Los británicos, inquietos por las intenciones alemanas, ofrecen entablar negociaciones con Francia para planear una acción conjunta en caso de que se llegue a lo peor. Delcasse pide que Francia confie en la lealtad de Gran Bretaña a la Entente y se enfrente a Alemania. Pero el resto del gobierno no está dispuesto a confiar en Gran Bretaña hasta ese punto, pues se pregunta qué ocurrirá si ese país se desmarca en el último momento y abandona a Francia frente a una Alemania aírada, o si no puede contar con más auxilio que el de la inestable y derrotada Rusia. Delcasse se ve obligado a dimitir, y parece que Francia está a punto de darse por vencida.

El conde Alfred de Schlieffen, comandante en jefe del Estado Mayor prusiano.


El conde Alfred de Schlieffen, comandante en jefe del Estado Mayor prusiano, presenta el llamado «plan Schlieffen», que prevé una guerra en dos frentes contra Francia y Rusia.

En la Conferencia de Algeciras, tan sólo Austria-Hungría vota a favor de Alemania.


Alemania queda desagradablemente sorprendida. En efecto, esperaba que Gran Bretaña y Rusia se unieran a Francia votando contra Alemania, pero resulta que también lo hacen España, los Estados Unidos e incluso la aliada Italia. Tan sólo Austria-Hungría ha votado a su favor. Holstein, el demonio tentador de GUILLERMO II, se niega a aceptar esta derrota diplomática y aconseja que el asunto se zanje con la guerra. Pero el gobierno alemán no desea una guerra en aquel momento, y Holstein es relevado de su cargo.

la «Entente Cordiale» entre Francia y Reino Unido, acepta a Rusia y así se transforma en la «Triple Entente”.


En 1907, la «Entente Cordiale» entre Francia y Reino Unido, se amplia con la inclusión de Rusia, y así se transforma en la «Triple Entente”.

Entrevista de EDUARDO VII y GUILLERMO II para suavizar las asperezas entre ambos países.


Entrevista de EDUARDO VII y GUILLERMO II. Alemania no ha desistido en su interés por Marruecos. Es un asunto presente en sus relaciones con el Reino Unido. Las relaciones entre los dos gobiernos están afectadas por este punto, juzgado como un litigio entre ellos. La visita oficial de GUILLERMO II a Inglaterra y su entrevista en Windsor con el rey EDUARDO VII podría suavizar las asperezas, aunque se mantuvieran enfrentados los intereses.

Guillermo II de Alemania, presenta al pueblo alemán como hostil a Gran Bretaña.


En noviembre de 1908, GUILLERMO II concede una entrevista a un periódico londinense. En ella presenta al pueblo alemán como hostil a Gran Bretaña, en tanto él, personalmente, es el único amigo de Gran Bretaña en su país. Acaso su idea es asustar a los británicos con el cuadro de la hostilidad alemana, y tratar de que buscara en el propio Guillermo su única protección. Pero, naturalmente, el artificio no da resultado. Ni por un momento creen los británicos en la amistad de GUILLERMO II. El mismo pueblo alemán se resiente de la entrevista. No desea ser presentado como el malo de la comedia, sólo para hacer quedar bien a GUILLERMO II. Así pues, crece el clamor demandando que GUILLERMO II aprenda, o le enseñen, a mantener la boca cerrada. Es un momento embarazoso para el gobierno alemán, que no se atreve a amonestar a su emperador.