El hijo de Ladislao Herman, BOLESLAO III Bocatorcida (1102-1138) accede al trono. Tampoco se corona. En su tiempo, el país experimentó otro período de expansión. BOLESLAO presionó hacia el Norte contra los pomeranios (una tribu eslava) y los forzó a aceptar el cristianismo. Con la anexión de Pomerania, Polonia alcanzó el mar Báltico

Fallece BOLESLAO III Bocatorcida. Durante su reinado no se consigue frenar la decadencia de Polonia. Ese monarca, afamado por su talento militar, ya que ha ganado una guerra contra el emperador en 1109, y porque ha conquistado Pomerania entre los años 1113-19, ha decidido, antes de su muerte, dividir el país entre sus cuatro hijos. El periodo de “desmembramiento regional” durará más de 150 años en los que se formarán pequeños ducados. El peso político de Polonia quedará debilitado; no se recuperará una posición fuerte en Europa hasta la primera mitad del siglo XIV. No obstante, a pesar de varias incursiones devastadoras de los mongoles, será una época de estabilización social y de un rápido desarrollo del país. Se regularizarán las relaciones derivadas de la posesión de la tierra: los caballeros, a cambio del servicio para el rey o el duque, serán compensados con la propiedad de la tierra; se fundarán miles de nuevos pueblos y muchas ciudades. A Polonia vendrán colonos de Alemania, y a la costa báltica incluso desde Holanda. Los cistercienses y los dominicos fundarán decenas de conventos. La superficie de Polonia es de unos 250 mil kilómetros cuadrados, y su población de un millón de personas.

La artillería, los tanques, el napalm y el mismo terror del ejército Iraki empujan a los kurdos hacia Turquia e Irán. El horror ha comenzado. La huida es desordenada por barrizales, fosas y pendientes escarpadas atravesando las nevadas montañas hacia Turquia e Irán. En Turquia son instalados en campos, que más parecen de concentración que de refugiados. Las condiciones sanitarias no existen, los alimentos son escasísimos y la ayuda internacional no llega. En suelo turco los kurdos de Irak sufren vejaciones, humillaciones, apaleamientos y hasta disparos por parte de las tropas del gobierno de Ankara, para el que las reivindicaciones de los kurdos que residen en Turquia son una permanente fuente de inestabilidad.