Los “arios” -de Irán (tierra de arios)- inician su invasión del Punjab (2000-1500 aC) Los invasores de la India se llaman a sí mismos “arios”, palabra derivada de la que significaba “noble”. Hablan una lengua conocida como “sánscrito”. Pero ésta no es la primera invasión de la zona. Dos grandes familias lingüísticas están ya establecidas en la India: los munda, habitantes de las tierras del este y de la llanura central, y los drávidas, gentes del Deccan y del sur. Denominaremos “indoeuropea” a esa familia lingüística debido a que los invasores introducen su idioma en la India, mientras que otros pueblos poseedores de carros extenderán otros idiomas relacionados con aquél hacia el Oeste, en Europa. Ocasionalmente, las lenguas indoeuropeas se designarán como “arias”, y a quienes las hablarán, como “arios”.

El Irán actual es un territorio menor que el ocupado por los iranios históricos, que comprendió además Afganistán, Beluchistán (SO. de Paquistán), el Turquestán ruso hasta el río Sir-Daria, el Mar de Aral y el Caspio y una parte de la Rusia meridional hasta la orilla del Mar Negro. “Irán” es la abreviatura de Iran-sahr, “país de los arias” (o arios), grupo que incluía también a los futuros ocupantes de la India, parientes próximos de los iranios. Este grupo indoiranio, fracción de los indoeuropeos, entró en la India por el NO. y ocupó primero el Penjab (cuenca del Indo) y, luego, el Ganges, para pasar al resto del subcontinente y aun más allá.

OGODAY KAN conquista el Irán y Georgia en 1236.

Hulagu -hermano del Gran Kan de los mongoles- conquista en 1256 la zona iraní, emprende en 1258 la invasión mongola hacia Bagdad, y funda el imperio de los ilkanes, que se convertirán al Islam en 1295 (dejando de existir en 1335). Los Abbasidas o Abasidas, se refugian en Egipto y sólo se extinguirán el año 1538.

TAMERLÁN inicia la conquista de Persia, siguiendo las mismas tácticas de terror que Genghis Khan había puesto en práctica siglo y medio antes. Aniquila a cuantos se le resisten, a fin de asegurarse de que los puntos fuertes dejarán de ofrecerle resistencia. TAMERLÁN ayuda a Tojtamish a restablecer el poderío tártaro en Rusia, pero cuando los designios expansionistas de Tojtamish afectan a los dominios de Tamerlán, se enciende la guerra entre ambos. Esa guerra entre mongoles será larga y difícil. Durará diez años, pero al fin vencerá TAMERLÁN. (Nunca perderá, al igual que Genghis Khan.) En el transcurso de ese conflicto, TAMERLÁN invadirá Rusia, pero no se quedará allí. Se conformará con aplastar a sus enemigos, y luego se marchará en busca de nuevas presas. Sus golpes hacen más por destruir a los tártaros de Rusia que todos los que han descargado los propios rusos de la época. TAMERLÁN asegurará una futura Rusia en manos de los rusos.

En estos años, Persia sufre los embates de Rusia por el Norte y de Gran Bretaña por el Sur. Bajo Naser od-Din, soberano del país desde 1848, se inician algunos intentos de modernización.

Paulatinamente, el cambio social que se está produciendo en Irán acaba influyendo en un cierto número de clérigos de rango medio y la entrada de éstos en el escenario de las reformas sociales y políticas será lo que dará el empujón final para que la sociedad se sensibilice. Algunos de estos clérigos, que han sabido escoger lo bueno de Occidente, instituyen escuelas en las que la enseñanza se imparte según el modelo europeo, realizándose por tanto un espectacular cambio en la manera de ver la docencia, sobre todo la que tiene que ver con los nuevos conocimientos que están cambiando la faz de la tierra. La llegada a este escenario de líderes como Seyyed Adbullah Behbahani y Sheij Fazlullah Nuri, son los protagonistas del detonante que hará estallar la revolución constitucional.

En Irán, el llamado Veto al Tabaco a finales del siglo XIX, una revolución casi silenciosa que consistió simple y llanamente de hacer un llamamiento al pueblo para que no comprase tabaco porque la industria había sido malvendida a los ingleses y monopolizada por estos, es considerado por no pocos especialistas en Irán como la antesala de la Revolución Constitucional de 1906. Por otra parte, la prensa tanto legal como clandestina contribuyó otro tanto en despertar al pueblo iraní y hacerle ver la necesidad de unas profundas reformas: los escritores iraníes que redactaban sus obras tanto dentro como fuera de Irán hicieron no poco a través de sus escritos, alguno de ellos incluso de carácter jocoso pues hacían un retrato caricaturesco de la situación política de la nación, atrayéndose de esta manera aún más la atención del público llano.

Asesinato del Sha de Irán, Nasser Ed Din (17/9/1848-1/5/1896), en la mezquita de una localidad próxima a Teherán. Le sucede Mozaffar od-Din (1896-1907). Este, después de pasar su juventud dedicado al placer, se convierte en sha sin experiencia alguna de gobierno. Su idea de cómo regir el Estado consiste en obtener préstamos de Rusia, con la garantía de concesiones económicas en contrapartida, para dilapidar luego el dinero en extravagantes viajes por Europa. El país se aproxima rápidamente a la bancarrota, y el descontento se hace más profundo.

En diciembre de 1905, el descontento del pueblo de Irán desemboca en una revolución. Mozaffar se ve obligado a prescindir de sus peores ministros y accede a la convocatoria de una asamblea nacional, que se encargará de redactar una constitución que garantice un gobierno más liberal y representativo. El texto queda listo el 7 de octubre de 1906 y Mozaffar lo firma.