En Asia central aparece otro conquistador. Se trata de TIMUR, llamado con frecuencia «Timur Lenk» (o sea «Timur el Cojo» o, en la versión occidental deformada, «Tamerlán»). En 1364 es primer ministro de un jan mongol de Asia central.

Támerlan destrona y suplanta al jan mongol del Asia Central. Aunque las confederaciones mongolas ejercen un gran poder político sobre sus territorios conquistados, su fuerza declina rápidamente después de que la dinastía mongola en China sea derrocada

Un proceso de acumulación de poder muy parecido al que siglo y medio atrás había llevado a cabo Gengis Kan le permite a TAMERLÁN, conquistador, líder militar y político turco-mongol, el último de los grandes conquistadores nómadas del Asia Central, primero (1361) obtener control sobre su tribu, los barlas y luego (1370), alternativamente en alianza y en conflicto con Am?r Husayn, ganar el poder sobre la confederación de tribus correspondiente al kanato de los descendientes de Chagatai, segundo hijo de Gengis Kan. En el nombre de los chagatai, TAMERLÁN conquistará otros territorios en Occidente.

TAMERLÁN inicia la conquista de Persia, siguiendo las mismas tácticas de terror que Genghis Khan había puesto en práctica siglo y medio antes. Aniquila a cuantos se le resisten, a fin de asegurarse de que los puntos fuertes dejarán de ofrecerle resistencia. TAMERLÁN ayuda a Tojtamish a restablecer el poderío tártaro en Rusia, pero cuando los designios expansionistas de Tojtamish afectan a los dominios de Tamerlán, se enciende la guerra entre ambos. Esa guerra entre mongoles será larga y difícil. Durará diez años, pero al fin vencerá TAMERLÁN. (Nunca perderá, al igual que Genghis Khan.) En el transcurso de ese conflicto, TAMERLÁN invadirá Rusia, pero no se quedará allí. Se conformará con aplastar a sus enemigos, y luego se marchará en busca de nuevas presas. Sus golpes hacen más por destruir a los tártaros de Rusia que todos los que han descargado los propios rusos de la época. TAMERLÁN asegurará una futura Rusia en manos de los rusos.

TAMERLÁN toma Bagdad.

Diez años después de la muerte de Firfuz Shah, en 1393, los ejércitos de Tamerlán penetraron en la India y saquearon Delhi, llevándose como esclavos a numerosos artesanos para embellecer Samarcanda. Después de esta sangrienta incursión, la India quedó dividida en Estados independientes: entre los islámicos destacaban el sultanato de Delhi, el Reino de Bengala y Cachemira; y entre los otros destacaban los de Gujarat, Jaunpur, Malwa, y sobre todo el Reino sureño de Vijayanagar, fundado en 1336, que recogería la herencia del pasado hindú y la mantendría hasta casi finales el siglo XVI, gracias a su rico comercio basado en productos textiles,, arroz, azúcar y especias; pero este esplendor se fue desvaneciendo lentamente al ser suplantado por la colonia portuguesa de Goa. La conquista musulmana del norte de la India cambio profundamente la sociedad hindú, su cultura tradicional y sobre codo su estructura política. Mientras que el Sur se mantuvo a la defensiva ante los avances islámicos en el Norte surgiría una verdadera cultura indio-musulmana que nos ha dejado numerosas obras maestras artísticas de todo tipo y que se extendió también por gran parte del mundo islámico asiático.

El emperador turco de Transoxiana Tamerlán (Timúr Lang) (1370-1405) conquista Afganistán, en la fecha, antes de hacer lo propio con India. Su reinado de terror provoca nuevos sufrimientos pero desemboca, con sus descendientes, en una etapa de florecimiento similar a la de los kushan. Cuando Shah Rukh, cuarto hijo de Tamerlán, gana la guerra de sucesión, fija su residencia en la ciudad oasis de Herat, que se convierte en la capital de un imperio que se extenderá del Éufrates al Indo.

TAMERLÁN invade el norte de la India. Lleva a este país una destrucción increíble, incluido un terrible saqueo de Delhi el 17 de diciembre de 1398. A continuación se retira. Qué pretende, aparte experimentar el enfermizo placer de la destrucción, nadie puede decirlo.

BONIFACIO IX hace un llamamiento a la cristiandad occidental para socorrer al emperador bizantino MANUEL II Paleólogo, amenazado por el sultán otomano Bayaceto. Tal llamamiento no despierta entusiasmo alguno, aunque el Imperio Bizantino se salvará poco después, prolongando su existencia algunas décadas más, por la fulminante irrupción de TAMERLÁN, que obliga a Bayaceto a retirarse.

TAMERLÁN invade Siria en 1400, y allí se enfrenta a los mamelucos de Egipto, que un siglo y medio antes habían infligido la primera derrota a los mongoles. Pero esta vez no se repite la derrota: Tamerlán destruyó a los mamelucos y toma Damasco.