Los sitios arqueológicos en Sudáfrica contienen evidencias de asentamientos humanos muy tempranos. Durante la mayor parte de los últimos 100 000 años, la región ha estado habitada por pequeños grupos nómadas de cazadores-recolectores que sabían dispersarse o agruparse en respuesta a las necesidades ecológicas, administrar los recursos alimentarios e intercambiar productos. Plasmaron sus creencias y rituales, sus puntos de vista y actividades en abundantes pinturas rupestres.

Los cazadores-recolectores en Sudáfrica son gradualmente desplazados por pastores-agricultores cuya presencia se remonta no más de 2 000 años.

En la fecha, Antonio de Saldanha entra en la bahía de la Mesa cuando participaba en la flota de 1503 de Afonso de Albuquerque a la India, y su navío es, quizás, el primero en fondear bajo la gran montaña. Es casi con toda seguridad, el primer hombre blanco que sube a ella y quien le da el nombre de Montaña de la Mesa. Montaña de la Mesa (Table Mountain) es una montaña de cima plana en un lugar prominente muy conocido que domina la Ciudad del Cabo en Sudáfrica, y está representada en la bandera de Ciudad del Cabo y otras insignias de gobiernos locales.

Es tal el número de buques de la Compañía Holandesa de las Indias ?Orientales que navegan doblando el sur de África que la compañía envía a AN VAN RIEBEECK con la misión de fundar en la zona una base de aprovisionamiento. Se funda, pues, en la fecha, una base naval que con el tiempo se convertirá en Ciudad de El Cabo. Su misión es abastecer de agua fresca y de alimentos a los barcos de la Compañía Holandesa de las indias Orientales, que se dirigen hacia Oriente (India, China …). Estos suministros resultan vitales para evitar la aparición del escorbuto, enfermedad mortal causada por la falta de vitamina C frecuente en las grandes travesías. Aproximadamente, al mismo tiempo los bantúes empiezan a bajar desde el interior de África en busca de pastos.

Los habitantes aborígenes con los que se enfrentan los holandeses, no son muchos y están constituidos por las tribus hotentotes y bosquimanos. Los hotentotes no presentan grandes problemas, y aunque su mayoría se interna hacia el interior, algunos hotentotes se quedan con los blancos a los que servirán en un plan de semiesclavitud. Con los bosquimanos o pigmeos se da alguna escaramuza, pues son unos buenos guerreros, que, por cierto, saben hacer unas estupendas pinturas rupestres, pero también acabarán huyendo hacia el interior. (Actualmente se encuentran en plan de reserva controlada por el Gobierno, en el desierto de Kalahari).

La Compañía de las Indias Orientales, no tiene intención de convertir la base de El Cabo en una colonia. Sin embargo, en 1657 permite el establecimiento de varios campesinos de Rondebosch, quienes cultivarán las tierras por su propia cuenta, aun cuando les serán impuestas numerosas restricciones. Al cabo de poco tiempo, los campesinos estarán impacientes por librarse del dominio de la Compañía de las Indias Orientales. También irán llegando diversos inmigrantes entre los que se encuentran refugiados calvinistas holandeses (y franceses) que se establecen en la zona.

La Compañía de la Indias Orientales ofrece unos precios tan bajos por los productos de la tierra que en 1658, en un intento de abaratar los costos de producción, son importados los primeros esclavos negros del África Occidental. Así empieza un trasiego de esclavos hacia África del Sur, particularmente El Cabo, aunque parece que es una esclavitud bastante mitigada y que no adquiere el tinte dramático de otros países.

Aunque se sabe que en El Cabo, Jan van Riebeeck permite el casamiento de Eva, una muchacha hotentote, con el cirujano Van Meerhof, esto es una excepción. A medida que se consolida la sociedad, estos matrimonios se hacen cada vez más inaceptables.

La mayoría de los inmigrantes holandeses, alemanes y franceses se establece en El Cabo o en su alrededores, pero los más aventureros traspasarán las montañas que rodean El Cabo y se establecerán en granjas -de ahí vendrá que sean llamados “boer” (granjero)-; o bien se dedicarán al pastoreo (“trekboer” significa el granjero que va en busca de nuevos pastos para su rebaño). En su obsesión por liberarse de la influencia de la Compañía de las Indias Orientales, la mayoría de boers o trekboers se extienden por las llanuras inmensas de El Karroo. La expansión por El Karroo es rápida. La viruela ha aniquilado casi por completo a los hotentotes y no hay nada que se oponga al irresistible avance de los emigrantes.

Es por esta época en la que los emigrantes holandeses empiezan a expresarse en un holandés rudo, simplificado, que adopta nuevas formas o modismos, algunos inspirados en palabras de origen africano; este idioma, al que llamarán afrikaans, se llegará a convertir, con el tiempo, en uno de los dos idiomas oficiales del país.