Dos jóvenes mueren en Clichy-sous-Bois (Francia) electrocutados y un tercero resulta herido tras un control policial. La misma noche se desencadenan una serie de disturbios que se extienden por una serie de barrios de París. A lo largo de las próximas semanas serán incendiados cientos de vehículos. Asimismo se incendiarán varias escuelas. Será necesario que el Gobierno decrete el estado de emergencia.

Jacques Chirac garantiza apoyo al plan de Zapatero.

Hace hoy un año que los franceses dijeron no a la Constitución europea – los holandeses hicieron lo mismo el 1 de junio-, y los dirigentes de los estados miembros siguen sin saber cómo salir del embrollo. Los ciudadanos de los 15 países que han ratificado el proyecto, y especialmente los españoles y luxemburgueses por haberlo hecho en referéndum, tienen razones para empezar a sentirse estafados: sus líderes les dijeron hace doce meses que se daban un año de “periodo de reflexión” para buscar salidas al laberinto y decidir qué se hacía con ese texto supuestamente imprescindible para que la Unión ampliada funcione de manera adecuada. Pero, vencido el plazo, la única conclusión a la que han llegado los gobernantes es justamente la de que no hay ni puede haber solución a corto ni medio plazo. Un viaje para el que no necesitaban alforjas.

La Unión Europea sigue funcionando pese al no de Francia y Holanda. Pero todo es más lento, y la ilusión y el impulso aparejados al proyecto constitucional se han perdido. La canciller Angela Merkel intentará presentar salidas en su mandato presidencial de la UE, que empieza el primer semestre del 2007 y terminará tras los comicios en Francia y Holanda. Ella lidera el país más importante del club; se granjeó una buena imagen como dirigente europea en la cumbre del pacto presupuestario (diciembre) y, junto a Rodríguez Zapatero, encabeza uno de los dos únicos gobiernos de los cinco grandes que no atraviesan una situación crítica (Londres y París), complicada (Varsovia) o delicada (Roma).

Según las rotaciones establecidas entre las fuerzas europeas debería ser Alemania quién hubiera asumido la mayor responsabilidad en el Congo. De hecho es este país quién ejercerá el mando de la misma, pero desde un cuartel general situado no en la peligrosa Kinshasa, sino en la mucha más segura ciudad de Potsdam. Los alemanes ejercen el mando, pero los españoles ponemos los legionarios en primera línea. El verdadero líder político de la operación es Francia, cuyos intereses en el África subsahariana son más que evidentes. El problema para Francia es que no puede obligar a Alemania a enviar a sus soldados. A Alemania no, pero a España y a Polonia sí. Se trata de camuflar una operación del interés de Francia bajo la bandera de Europa. Es una realización más del sueño francés de una PESC al servicio de sus intereses nacionales, aunque luego se permitan decir no al Tratado de la Constitución. Como tema menor, pero no irrelevante, hay que destacar también el disparatado coste de la operación, casi 20 millones de euros de presupuesto inicial. No estaría demás que dado que los españoles ponemos los soldados, otros pusieran los euros.

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Jacques Chirac, quieren que la UE se conceda dos años y medio de plazo (hasta final de 2008) para decidir qué hacer con su tratado constitucional, rechazado el año pasado en referéndum por Francia y Holanda, según anunciaron ayer ambos líderes en el castillo de Rheinsberg, a un centenar de kilómetros al norte de Berlín. El no francés y holandés al tratado, en la primavera del 2005, dejó estancada a la Unión. Durante más de un año los Veinticinco han aplazado la búsqueda de soluciones para salir del atolladero. Ayer Chirac y Merkel esbozaron un calendario. Entre enero del 2007, cuando Alemania asuma la presidencia semestral de la UE, y final del 2008, cuando termine la presidencia francesa, Berlín y París quieren haber desatascado el proyecto europeo. Al frente de la Unión Europea en la primera mitad del próximo año, Merkel deberá encargarse de relanzar el debate sobre el proyecto de tratado, recoger propuestas sobre cómo salir de la crisis y sintetizarlas, dijo Chirac. Durante la presidencia francesa, el segundo semestre del 2008, “habrá que adoptar una decisión”, apuntó Merkel.

La dirección del Partido Socialista francés ha aprobado su programa electoral para las presidenciales del 2007, que a partir de ahora es de obligado cumplimiento para quien quiera que sea su candidato. La socialista Ségolène Royal, la presidenciable preferida de los franceses se enfrentara al conservador Nicolas Sarkozy.

El tren de alta velocidad aún no llega a Barcelona y ya tiene retraso para salir hacia París; el parón en la construcción de la línea en Francia supone un grave problema estratégico. Francia no está por la tarea. Ésta es la conclusión en la que coinciden los diversos sectores políticos y sociales catalanes ante el poco interés manifestado por los vecinos geográficos y su decisiva capacidad de influencia en el progreso de las infraestructuras del arco mediterráneo, de los Pirineos hacia abajo. El tren veloz se ha convertido en la prueba del carbono catorce de esta teoría, ya que las autoridades francesas cada vez retrasan más –ahora ya lo sitúan entre el 2025 y el 2030– la conexión por alta velocidad entre Perpinyà y Montpellier, que es el cuello de botella que frena la ruta catalana del AVE hacia el corazón y el este de Europa, tanto para los pasajeros como, sobre todo y en especial, para el tráfico de las mercancías.

Egipto y Francia intentan mediar en el conflicto que se ha abierto en Gaza. El presidente de la ANP ordena buscar y encontrar la cabo Shalit. Los secuestradores palestinos exigen la puesta en libertad de 313 jóvenes menores de 18 años y de 95 mujeres que se encuentran en cárceles israelíes. El primer ministro israelí, Ehud Olmert, anuncia que ordena a los oficiales del ejército que se preparen para una acción amplia y larga contra los grupos palestinos y sus jefes, y prohibe cualquier tipo de negociación sobre un posible canje de presos.

A la hora de la verdad nadie ayuda a Hezbollah si no son sus conocidos protectores, Irán y Siria. Las circunstancias internacionales tampoco le favorecen, como ocurrió en los años 1996 y 1998 durante otros ataques de Israel, porque Francia, por ejemplo, se ha alineado con EEUU. en su visión política del futuro de Líbano. Ala postre, Hezbollah puede enajenarse más simpatías de los habitantes de este país atormentado, juguete de los intereses internacionales, pese a que su principio de resistencia a la ocupación ha contado con un indiscutible apoyo popular. La desgracia es que el precio que deberán pagar los libaneses en sus vidas es enorme.