Tras la reunificación de Alemania, se decide que la capital se traslade de Bonn a Berlín. La denominada ley Berlín-Bonn, aprobada en 1994, estipula que una parte de los ministerios siga en la antigua capital -Bonn-. Cada ministerio tendrá una delegación en la otra capital. El objetivo de la ley es compensar a la ciudad renana por el traslado a Berlín del Parlamento federal y de la sede del Gobierno, que se hará efectivo en 1999. (En Bonn se encuentran, en 2006, las sedes centrales de los ministerios de Defensa, Medio Ambiente, Agricultura, Desarrollo, Sanidad y Educación. En Berlín, los ministerios de Exteriores, Interior, Trabajo, Justicia, Finanzas, Economía, Familia y Transportes e Infraestructuras).

Roman Herzoq es elegido presidente de la Alemania.

En las elecciones celebradas en octubre de 1994, la coalición gubernamental de centro-derecha (CDU, CSU y FDP) mantuvo su mayoría en el Bundestag, pero vio reducida su diferencia con los socialdemócratas. Kohl fue reelegido canciller para un cuarto mandato consecutivo, por lo que en 1996 se convirtió, superando en el récord a Konrad Adenauer, en el dirigente político de la Alemania de posguerra que más años se había mantenido al frente del gobierno de forma ininterrumpida.

Con la disolución de la antigua URSS y la evolución política europea, EEUU. ha comenzado a reducir sus fuerzas militares en Europa, la mayoría presente en Alemania (213.000 en 1990). A finales de 1995, quedan aún 65.000 militares estadounidenses en el país.

El actual Estado federado de Brandeburgo es restablecido durante la reunificación alemana en 1990. Desde entonces varios entusiastas han lanzado el proyecto para fusionar los Bundesländer de Berlín y Brandeburgo. En un referendo celebrado en 1996, la mayoría de los habitantes se pronuncian en contra de la fusión de los dos Estados, mientras que los de la antigua Berlín Oeste lo hacen a favor. A pesar del revés, la iniciativa sobre la fusión ha continuado y se tiene prevista su realización definitiva para el año 2009 tras ser nuevamente sometida a referendo. Sin embargo de ser aprobada la fusión, el nuevo Estado resultante de ella recibiría el nombre de Berlín-Brandeburgo

A comienzos de 1997, la tasa de desempleo alcanzaba el 12,2%, el nivel más alto desde el final de II Guerra Mundial. Entre las razones para que se produjera ese incremento estaban la recesión económica, las bajas temperaturas (que dificultaron la actividad habitual en el importante sector de la construcción) y unos salarios elevados. Con el fin de hacer frente a un creciente déficit presupuestario, el canciller Kohl anunció planes para recortar en varios miles de millones el sistema de ayudas y prestaciones sociales. Su propuesta, que pasaba por reducir las prestaciones por desempleo y baja laboral, fue rechazada de inmediato por los sindicatos y la oposición parlamentaria.

Pese a las medidas de austeridad y los recortes en los gastos, el desempleo se mantiene elevado a lo largo de 1997, lo que motiva las llamadas a posponer, e incluso abandonar, el proceso de incorporación al euro por parte de Alemania. A la vez que los problemas económicos se generalizan, la tensión social va en aumento. En noviembre se conocen las actividades pronazis por parte de miembros de las Fuerzas Armadas alemanas. En las mismas fechas, se produce un incremento de los ataques racistas contra los inmigrantes.

En febrero de 1998 la tasa de desempleo en Alemania alcanzó el 12,6% a escala nacional y el 21,1% en la antigua Alemania Oriental. Esto dio lugar a protestas generalizadas en todo el país llevadas a cabo por parte de trabajadores en paro, en las que se reclamaba la dimisión de Kohl.

Los comicios regionales celebrados en el mes de abril en el estado de Sajonia-Anhalt -en los que los socialdemócratas derrotaron a los cristianodemócratas por un amplio margen- fueron el preludio de lo que iba a suceder en las elecciones legislativas celebradas en septiembre.

El 20 de abril de 1998, el día del aniversario de Hitler, la oficina de la agencia de noticias Reuters en Colonia recibe una carta de ocho páginas que empieza así: “Hace casi 28 años, el 14 de mayo de 1970, surgió la RAF como una acción de liberación. Hoy terminamos con el proyecto. La guerrilla urbana en la forma de la RAF ya es historia”. La RAF lleva seis años sin pegar un tiro por lo que muchos pensaban que ya no existía esta organización. Así, pues, el final de Rote Armee Fraktion o Fracción del Ejército Rojo (RAF) – también conocidos, en sus inicios, como Baader-Meinhof- puede decirse que desaparece por carta. No ha habido ninguna negociación, más allá de rebajas de penas para los presos dispuestos a renunciar a la violencia. Pero tampoco ha sido, como en caso de la francesa Action Directe o de las Brigadas Rojas italianas, una derrota a manos de las fuerzas de seguridad el motivo único de la disolución. En el comunicado en el que anuncian su disolución, los terroristas lamentan no haber dispuesto de un brazo político. Ni una palabra de lamento por las víctimas.