Los restos fósiles encontrados especialmente en Atapuerca (Burgos) nos permiten conocer las características del “Homo antecessor” peninsular. En efecto, el más antiguo e importante yacimiento descubierto es, hasta la fecha, el de Gran Dolina de la Sierra de Atapuerca, un conjunto de cuevas calizas. Este destacadísimo yacimiento es uno de los más notables de Eurasia, junto al de Chu-ku-tién (China), los de Modjokerto, y Trinil (Java) y el de Ternifine (Argelia), todos ellos de una antigüeded similar. (Parece que se han encontrado unos restos humanos en Georgia que datan de 1,6 millones de años). Dejando a parte el hombre de Orce del que no hay nada establecido en firme, los huesos humanos más antiguos (-800.000 años) hallados en la Península Ibérica pertenecen a una familia compuesta por siete mujeres, seis hombres y un niño. (“Homo antecessor”). Se han hallado en el nivel TD-6 de la Cueva Mayor de Atapuerca en Burgos. Eran más bien bajitos, desconocían el fuego, vivían de la recolección de plantas y frutos comestibles.

Los primeros humanos que por estas fechas arriban a la Península Ibérica, son grupos de cazadores pertenecientes a la especie “Homo antecessor”. Llegan a Eurasia desde Egipto, Palestina y Siria, tras atravesar los confines nororientales de África y se introducen en la Península Ibérica, en pequeños grupos, a través de los pasos de los Pirineos en busca de nuevos lugares para la caza y empujados por el endurecimiento del clima en la Europa central y septentrional, consecuencia directa de la primera gran glaciación cuaternaria (Günz -1.200.000 hasta -700.000). Aunque se barajará la posibilidad de que hayan atravesado el estrecho de Gibraltar, más angosto que hoy en día a causa de las glaciaciones, esta teoría no parecerá viable ya que en la época que nos ocupa, al no conocerse medio de navegación alguno, es imposible atravesar el Estrecho, salvo que el trayecto se haga a nado, ya que nunca, ni en el período de mayor extensión de los glaciares cuaternarios, cuando lagos y mares han descendido hasta 100 m bajo el actual nivel de los mismos, se han unido las costas de África e Iberia.

Son destacables los yacimientos de “Homo erectus” que se distribuyen por el sudeste del continente asiático, en especial los restos descubiertos en la isla de Java, China y la India. Es el resultado de la evolución del “Homo ergaster” que ha iniciado en -1.200.000 la difusión del género humano por Euroasia. Por Europa, el “Homo ergaster” evoluciona hacia el “Homo antecessor”, cuyo nombre significa “el pionero”.

Finaliza el período de enfriamiento de la tierra conocido con el nombre de Glaciación Günz (-1.000.000 al -700.000). Este período interglacial durará hasta el año -500.000.

Los instrumentos más antiguos fabricados por el hombre que se han encontrado en terrItorio de la actual Catalunya -en las terrazas de los ríos Tet y Tec (Rosselló) y en las del Ter-, corresponden al Paleolítico inferior: son utensilios de piedra muy sencillos de cantos trabajados.

Los hombres y mujeres del paleolítico inferior tiene como casi única preocupación la subsistencia. Para sobrevivir necesitan buscar alimento constantemente. Se dedican a la depredación (caza, pesca y recolección) para obtener alimentos, pieles huesos, cuernos y grasas. Viven en grupos de 20 ó 30 individuos y llevan una vida nómada, instalándose temporalmente en terrazas de ríos donde esperan a que los animales bajen a abrevar para cazarlos, y también en abrigos y cuevas.

Los primeros restos encontrados en la zona de Granada de antecesores del ser humano, que parecen gozar de unanimidad en la comunidad científica, son los hallados en los yacimientos de La Esperanza (Loja) y de La Solana del Zamborino (Fonelas), ambos del período paleolítico inferior (hace alrededor de 600.000 años), al oeste de Granada y en los que parece apreciarse la existencia de alguna organización social y los primeros pasos de una economía de recolección y carroña a prácticas de caza mayor, mejor dominio de la fabricación de herramientas líticas y primeros signos de ritos funerarios.

Las distintas etapas del Paleolítico Inferior están representadas en la Península Ibérica por los variados útiles líticos que las caracterizan: las más antiguas, la industrias de los cantos trabajados o culturas Abbevillense (Cueva del Castillo, Torralba, etc.); la cultura Clactoniense y la cultura Achelense (El Aculadero, Conil, Baza, etc.). Estas culturas están emparentadas con sus contemporáneas de África, lo que permite sospechar la existencia de migraciones a través del estrecho de Gibraltar, extremo este negado por la mayoría de prehistoriadores, que apuntan, por el contrario, a la llegada desde Europa de los primeros pobladores peninsulares, pertenecientes a los pitecánthropos.

Se inicia un nuevo período de enfriamiento de la tierra conocido con el nombre de Glaciación Mindel ( -500.000 al -200.000).

Los fragmentos de un cráneo de “Homo antecessor” de la época de la glaciación Mindel, uno de los más antiguos encontrados en Europa serán localizados en la Cova de l’Aragó entre el macizo de les Corberes y la sierra de les Gavarres, en el actual sur de Francia, cerca de Perpinyà (Rosselló). Se le denominará “Home de Talteüll”. Se trata de un hombre de pequeña estatura que anda completamente derecho. Es de una especie que produce instrumentos y domina el fuego.