FRASES DE LA HISTORIA

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FrasesFrases de la historia

Fallece el general NARVÁEZ en Madrid. Se da paso al clima de conspiración contra el reinado de ISABEL II.


Fallece el general NARVÁEZ en Madrid el 23 de abril de 1868, dando paso al clima de conspiración contra el reinado de ISABEL II que desemboca en la Revolución de Septiembre de 1868. Encontrándose enfermo de muerte, el general realiza una confesión que deja estupefactos a los presentes. Tras recibir los últimos auxilios espirituales, dice: «La única cosa que no puedo hacer es perdonar a mis enemigos. No tengo ni uno. Los he fusilado a todos.» Le sucede en la Presidencia del Gobierno de España, GONZÁLEZ BRAVO que querrá reprimir la agitación y se hará odioso. Con la muerte de NARVÁEZ, la monarquía de ISABEL II queda sin ningún defensor con verdadera fuerza popular. La reina era unánimemente considerada como «insoportable», a causa de su vida privada. Ramón María Narváez, ha sido el más firme puntal de Isabel II, cuya corona salvó en varias ocasiones sin que ella se lo agradeciera. Ejemplar arquetípico de espadón, enemigo de la libertad de prensa y tosco en su forma de concebir la política, mantuvo siempre una lealtad inquebrantable hacia la reina. Tres meses después ésta será destronada.

PRIM, junto a Sagasta y otros jefes de la futura revolución, lanzan el manifiesto «España con honra”.


Garantizado el apoyo de los unionistas y del ejército, PRIM, junto a Sagasta, Ruiz Zorrilla y otros jefes de la futura revolución, lanzan el manifiesto «España con honra”.  En efecto, el brigadier de la Armada, Juan Bautista Topete, lee en Cádiz el manifiesto España con honra, redactado por López de Ayala. Tendrá gran importancia para el triunfo de la Revolución Gloriosa de 1868. Debía su título a la expresión «¡Viva España con honra!», que aparecía en él.

Como Thomas Henry Huxley no tiene gnosis (conocimiento) de Dios, opta por definirse agnóstico.


A Thomas Henry Huxley, en el año 1869, al ingresar en la «Sociedad Metafísica de Londres», se le pregunta si es ateo, creyente, idealista, materialista, librepensador… Él no ve que encaje en ninguna de las definiciones que le proponen y al poco tiempo crea el término «agnóstico» -«yo soy agnóstico»- en contraposición a la «gnosis» (conocimiento revelado acerca de la existencia) de los primeros momentos del cristianismo. Como él no tiene ese conocimiento, esa gnósis, opta por definirse agnóstico.

Juan Prim, pronuncia en las Cortes su famoso discurso en el que afirma «la dinastía caída no volverá jamás, jamás, jamás».


Juan Prim, jet del Gobierno y uno de los principales responsables de la «Revolución gloriosa» que destronara a Isabel II, pronuncia en las Cortes su famoso discurso en el que afirma «la dinastía caída no volverá ja1nas, jamás, jamás». Diez meses después sería asesinado, y otros cinco años más tarde Alfonso XII, hijo de la destronada reina, se instalaría en el trono español.

Esta pieza también aparece en ... JOAN PRIM I PRATS (General español)

En una sesión de las Cortes tras la Revolución de septiembre, Prim descarta la solución del infante Alfonso, hijo de Isabel II.


En una sesión de las Cortes tras la Revolución de septiembre, y mientras se busca candidato al trono español, Prim descarta la sugerida solución del infante Alfonso, hijo de la destronada Isabel II, repitiendo la exclamación: «Los Borbones, ¡jamás, jamás, jamás!». Pese a ello, Alfonso XII reinará en España sólo seis años más tarde.

Amadeo I pronuncia la célebre y lapidaria frase «Yo, contrario».


Amadeo I pronuncia la célebre y lapidaria frase «Yo, contrario», en un español todavía balbuceante, al negarse a disolver las Cortes en una reunión del Consejo de Ministros, que deseaba desembarazarse de la oposición parlamentaria. La negativa regia ocasionó la caída del gabinete del general Serrano.

Esta pieza también aparece en ... AMADEO I de Saboya (Rey de España) (1871-1873)

Se acepta la abdicación del rey se proclama la I República.


En contra de lo que establece la Constitución de 1869, las dos Cámaras que componen las Cortes -Congreso y Senado- se constituyen en Asamblea Nacional bajo la presidencia de Cristino Martos, aceptan sin más la abdicación del Rey, y declaran que reasumen la soberanía nacional; a continuación, y sin ninguna legitimidad para ello, declaran la «república» (sin concretar más) como forma de gobierno, por 258 votos contra 32 que defienden otras opciones. Se proclama, pues, de inmediato la I República por votación de la Asamblea Nacional en Madrid. La adopción de la forma de gobierno republicana no ha tenido lugar de la forma más coherente, como hubiera sido a través de unas Cortes Constituyentes convocadas al efecto por un Gobierno provisional, sino por un procedimiento que ha pretendido revestir la apariencia de una transición legal, aunque ha sido abiertamente inconstitucional. «El advenimiento de la república -escribirá Pi y Margall, el más destacado de los republicanos federales- no fue una revolución; fue simplemente una transgresión del derecho vigente».

Emilio CASTELAR reconoce que la república ha llegado a España gracias a debilidad de la monarquía.


Emilio CASTELAR, es diputado desde 1868. Nacido en Cádiz, quizá sea el más celebre orador español de los últimos siglos. Abogado, fue catedrático de la universidad de Madrid. Periodista de fuste, escribió en varias revistas y fundó «La Democracia», portavoz de sus ideas republicanas. Tuvo que huir a Francia de donde regresó al triunfar la «Gloriosa». Emilio CASTELAR reconoce, el mismo 11 de febrero, que la república no ha llegado a España gracias a la presión, a la fuerza de sus partidarios, sino como consecuencia de la debilidad y el colapso de la monarquía: Nadie ha destruido la monarquía en España, nadie la ha matado; la monarquía ha muerto por una descomposición interior.

Tropas del general Manuel Pavía invaden las Cortes y disuelven la Asamblea. El proyecto federal es cancelado.


Nicolás SALMERÓN, reanuda la sesión de las Cortes a las siete menos cuarto de la mañana. Comunica a los presentes que ha recibido un recado u orden del capitán general PAVÍA, por medio de dos ayudantes, para anunciar que se desaloje el local en un término perentorio. Los diputados se resisten. Se inicia un nuevo escrutinio. Poco después un batallón, dirigido por el coronel José de la Iglesia y Tompes, invade la sala y al grito de «Fuera, esto se ha acabado» disuelve la Asamblea. La resistencia al golpe prácticamente no existe. La República se ha alejado de sus bases sociales. PAVÍA, que, contra lo que querrá la frase popular, no entra a caballo en el Congreso y ni siquiera está allí presente, no quiere liquidar la República -de hecho, al día siguiente, se opondrá a los planes de CÁNOVAS en favor de la Restauración- pero con su intervención dará carpetazo al proyecto federal. CASTELAR se exilía. Los sectores monárquicos preparan la restauración borbónica y Antonio CÁNOVAS del Castillo será el artífice de todo aquel proyecto político.

Cuando Isabel -la chata- está fuera de España su madre -Isabel II- es derrocada. Después regresa a Madrid restaurada la monarquía.


La infanta Isabel -la Chata- contrajo matrimonio con Cayetano de Borbón-Dos Sicilias, conde de Girgenti, hijo de Fernando II rey de las Dos Sicilias, el 13 de mayo de 1868. Fue un matrimonio concertado y no mantuvieron nunca mucha cercanía entre ellos. La infanta Isabel y Cayetano no tuvieron descendencia. Durante su viaje de bodas, fuera de territorio español tuvo la noticia del derrocamiento de su madre y no pudo regresar a España hasta una vez restaurada la monarquía. Los madrileños quieren a ISABEL -La Chata- porque no se pierde una fiesta, porque preside todas las organizaciones caritativas imaginables, porque viste de forma llamativa y alegre, porque habla con cualquiera y porque, siendo de tan alta cuna, es desgraciadísima en su vida particular. Esto siempre ha provocado la simpatía popular. El «¡Viva La Chata!» que gritan todos a su paso cuando va a los toros, dadas las circunstancias políticas, es muy de agradecer.