HASSAN, hermano del rey HUSSEIN I de Jordania, es designado heredero del trono. Este nombramiento es debido, sobre todo, a la volatilidad actual de la situación jordana. Todos los hijos de HUSSEIN son demasiado jóvenes y los atentados perpetrados contra su persona llevan al rey a nombrar a su hermano para garantizar la continuidad de la dinastía hachemí.

HUSSEIN I de Jordania, después de someterse durante seis meses a un tratamiento contra el cáncer en EEUU., regresa a Jordania, en la fecha, para, de un plumazo, desplazar a su hermano HASSAN (de 56 años de edad) como heredero. HASSAN se ha excedido en sus funciones, según la versión oficial de su destitución. Pero la razón última del golpe de palacio por el que HUSSEIN I nombra heredero a su hijo ABDALÁ, de 37 años de edad (nacido en 1962), está lejos aún de haber sido establecido. Uno de los orígenes posibles de la intriga palaciega es el que hace referencia a la tensión provocada por el deseo de HASSAN de nombrar sucesor a uno de sus hijos, y no a uno de los hijos de HUSSEIN I, tal y como se ha establecido. Esta tesis se basa en las reiteradas negativas de HASSAN a nombrar el sucesor, lo que, para algunos, sería una forma de dejar abierta la puerta para la designación de su hijo mayor, Rashid.

Jordania es un país árabe que sale en nuestras imágenes en relación con el conflicto de Oriente Medio. Su monarca HUSSEIN I es quien le ha dado al país su personalidad, después de décadas de reinado que acabarán prontamente por un cáncer terminal. Ahora todo el mundo está mirando la figura de su sucesor, el príncipe ABDALÁ, jefe de las fuerzas armadas, e hijo mayor del monarca, derrocando al sucesor histórico, príncipe HASSAN, hermano menor del rey actual y bien mirado en los medios económicos. Sin embargo, la difícil situación de la zona convierte al hijo en la persona idónea. Su liderato en el ejército y su matrimonio con un palestina ayuda al futuro monarca a unificar los dos componentes de la nación jordana. El elemento beduino componente mayoritario del ejército y fiel en su tribalismo a los hachemitas y los palestinos, 70% de la población jordana, dinamizadores de la economía del país y que ven en la futura reina a una de ellos.