El Tribunal Supremo de Jerusalén ratifica la legalidad de la decisión del Gobierno israelí y de la Knesset (Parlamento) de retirarse de la franja de Gaza y del norte de Cisjordania, desalojando a cerca de 9.000 colonos, y determina por primera vez que los territorios de Judea y Samaria (Cisjordania) y Gaza “no son parte del Estado de Israel”. El tribunal considera que la retirada es legítima y permitida. La presidencia del Gobierno llamó a los colonos a presentarse en la oficina de la desconexión y pedir sus indemnizaciones, “cuanto antes mejor”. Sin embargo, en el entorno del jefe del Ejecutivo, Ariel Sharon, no esconden su preocupación por la eventual respuesta de sectores de la ciudadanía al fallo del Supremo, ya que el apoyo popular a la retirada se redujo en más de un 15 por ciento. Del 65 por ciento en febrero pasado bajó al 48 por ciento, según los resultados de un sondeo dado a conocer por la televisión israelí.

Ante la perspectiva de que se produzca un importante retraso en la celebración de las elecciones legislativas en Palestina, Hamas ha demostrado con furia su capacidad para debilitar la diplomacia de Abbas lanzando dos oleadas de cohetes contra una ciudad israelí al otro lado de la frontera y contra un asentamiento israelí de Gaza. El ejército israelí aplaza un gran ataque a Hamas y Yihad Islámica, mientras intenta convencer a los integristas de que respeten la tregua. Israel no quiere que el presidente palestino, Mahmud Abbas, tenga excusa para intervenir y forzar el mantenimiento de la tregua, que dura cuatro meses.

Sharon pone a raya a los colonos. El Gobierno israelí decreta el cierre militar de los asentamientos de Gaza.

Distintos ataques israelíes en Gaza- por tierra, mar y aire- causan más de una decena de muertos y más de 40 heridos en una de las jornadas más sangrientas de los últimos años. La presión popular sobre el gobierno de Hamas, y su propio brazo armado, exige el fin de la tregua con Israel y el regreso a la ‘intifada’. Según el Gobierno israelí, el objetivo de los ataques intensos de las últimas 36 horas es frenar el lanzamiento de cohetes artesanales Qassam sobre ciudades israelíes tales como Sderot (donde reside el ministro de Defensa, Amir Peretz) y la importante ciudad de Ashkelon. En la última semana fue lanzada una veintena de Qassam, varios de los cuales cayeron muy cerca de la casa de Peretz, de un colegio, de bases militares y de centrales eléctricas.

Como represalia por los bombardeos desde la Franja de Gaza sobre diversas localidades de Israel, este estado inicia un bombardeo masivo, causando cientos de muertos y heridos. Se trata de la ofensiva “Plomo Fundido” que Israel emprende, en la fecha, para desmantelar la infraestructura de Hamás en Gaza.