BONIFACIO II (Papa) (530-532)

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S. BONIFACIO II -papa- Designado por Félix IV -en su lecho de muerte- como su sucesor.


BONIFACIO II -papa- (22.9.530 – 17.10.532). Designado por Félix IV en su lecho de muerte como su sucesor, una parte del clero, el pertenecientre al partido gótico, respetando la voluntad del papa Félix IV, una vez éste ha fallecido lo elige pontífice, mientras la facción mayoritaria de dicho clero se opone a su elección y elige como papa -en la misma fecha- a DIÓSCORO propuesto por el emperador JUSTINIANO I. BONIFACIO II, luchará contra el origenismo; confirmará las actas -dándoles valor universal- del segundo concilio de Orange, celebrado en 529 y que condena definitivamente el semipelagianismo. Por otra parte, BONIFACIO II, dispondrá que clero y fieles esten separados durante los oficios divinos.

Fallece le papa FÉLIX IV (III). El papa elige a su sucesor. Por otro lado, el emperador propone el suyo.


Fallece le papa FÉLIX IV (III). Consciente del peligro que el inmenso prestigio de JUSTINIANO I significa para la Iglesia, toma -en su lecho de muerte- la arriesgada decisión de elegir él mismo su sucesor, elección que recae en el diácono BONIFACIO (BONIFACIO II). Ante la decisión del Papa de elegir él mismo a su sucesor, contrapone el emperador su propio candidato, DIÓSCORO, que se hace proclamar sucesor de Pedro.

BONIFACIO II convoca un concilio en el que se otorga la prerrogativa de elegir a su propio sucesor.


BONIFACIO II, obsesionado por la posibilidad de que a su muerte vuelva a producirse una doble elección papal que desemboque en un cisma, convoca un concilio en el que se otorga la prerrogativa de elegir a su propio sucesor, designando como tal al diácono VIRGILIO del partido gótico y obliga al clero a suscribir un juramento en este sentido. Sin embargo la oposición que encuentra ante este proceder y que lleva al propio Senado romano a acusar al Papa de abuso de poder, hace que BONIFACIO se retracte y queme el mencionado documento ante la tumba de Pedro. Así, su elegido no accederá a la silla papal a su muerte, aunque sí lo hará posteriormente.