REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO (RDC) (Congo Kinshasa)

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Promulgación en la República Democrática del Congo de la Constitución de transición.


Promulgación en la República Democrática del Congo de la Constitución de transición.

Joseph KABILA, presidente de la República Democrática del Congo, intenta detener la guerra civil y hacer que se retiren las tropas extranjeras del Congo.


Joseph KABILA, presidente de la República Democrática del Congo, ha intentado detener la guerra civil y hacer que se retiren las tropas extranjeras del Congo con cierto éxito. Tras un acuerdo de paz en diciembre de 2002, una administración temporal se ha puesto en marcha en la fecha. En ella se han incluido a los jefes de los dos principales grupos rebeldes en los cargos de vicepresidentes. Con el fin de organizar elecciones antes del fin de 2005 se han distribuido los cargos proporcionalmente. El país tiene la red viaria destrozada, los servicios – la electricidad o el agua corriente- flaquean, y la sanidad y la enseñanza funcionan a mínimos. Estas lacras inciden en una población – 60,7 millones de habitantes- empobrecida, un 75% de la misma vive con menos de un dólar por día, y con una esperanza de vida que ha descendido a 43 años, sumergida en el paro o el subempleo. Los enfrentamientos acabaron de dividir profundamente a la RDC. Y la vieja corrupción campea a todos los niveles de la Administración.

Kabila, Bemba y Ruberwa firman un pacto para la transición, que incluyen los comicios.


En diciembre del 2003, Kabila, Bemba y Ruberwa firman un pacto para la transición, que incluía los comicios. Los estados que combatieron en ambos bandos alegaron razones de seguridad, pero lo que codician son las riquezas congoleñas, que compartieron y negociaron con las multinacionales que expolian el país desde que el Congo era la finca privada del rey belga Leopoldo II.

Los seguidores del antiguo presidente Mobutu Sese Seko intentan derrocar a su presidente Joseph KABILA.


En la República Democrática del Congo, el 28 de marzo de 2004, los seguidores del antiguo presidente Mobutu Sese Seko intentan derrocar a su presidente Joseph KABILA mediante un golpe de estado. Desde su llegada al poder, Joseph KABILA ha debido hacer frente a continuas guerras en el este del Congo o a las fuerzas rebeldes internas o apoyadas por los gobiernos vecinos (Uganda, Rwanda) que hacen reinar la inestabilidad mediante la violencia, el crimen y el pillaje de los recursos mientras la comunidad internacional parece desviar la mirada. Los rebeldes se sienten además motivados por cosas distintas a la obtención de la victoria y el control de las minas de oro y de diamante: que KABILA permita que los antiguos genocidas hutus se rearmen y realicen incursiones militares en Burundi. Tanto Ruanda como Burundi desean acabar con el periodo de inestabilidad de la región de los Grandes Lagos así como dar caza a los milicianos que se reagrupan al este de la RDC. 4 millones de congoleños han muerto entre 1998 y el 2004. La guerra del Congo es el conflicto armado más mortífero desde la Segunda Guerra Mundial.

En la República Democrática del Congo se adopta por referéndum el proyecto de Constitución.


En la República Democrática del Congo, en la fecha, se adopta por referéndum el proyecto de Constitución.

En España, la Comisión de Defensa aprueba el envío de un contingente de 120 legionarios al Congo.


En España, la Comisión de Defensa aprueba el envío de un contingente de 120 legionarios al Congo. Los soldados españoles serán los únicos europeos, junto a franceses y polacos, que se desplegarán en este convulso país africano, a pesar de que la operación está avalada políticamente por los 25 miembros de la Unión Europea. El Gobierno arriesga así la vida de militares españoles en una misión en la que no existe ningún interés nacional para ello. A España no se le ha perdido nada en el Congo. La participación española en esta arriesgada misión es una muestra más de nuestra subordinación a París.

Esta pieza también aparece en ... JUAN CARLOS I (Rey de España) (1975-2014)

Debería ser Alemania quién hubiera asumido la mayor responsabilidad en el Congo.


Según las rotaciones establecidas entre las fuerzas europeas debería ser Alemania quién hubiera asumido la mayor responsabilidad en el Congo. De hecho es este país quién ejercerá el mando de la misma, pero desde un cuartel general situado no en la peligrosa Kinshasa, sino en la mucha más segura ciudad de Potsdam. Los alemanes ejercen el mando, pero los españoles ponemos los legionarios en primera línea. El verdadero líder político de la operación es Francia, cuyos intereses en el África subsahariana son más que evidentes. El problema para Francia es que no puede obligar a Alemania a enviar a sus soldados. A Alemania no, pero a España y a Polonia sí. Se trata de camuflar una operación del interés de Francia bajo la bandera de Europa. Es una realización más del sueño francés de una PESC al servicio de sus intereses nacionales, aunque luego se permitan decir no al Tratado de la Constitución. Como tema menor, pero no irrelevante, hay que destacar también el disparatado coste de la operación, casi 20 millones de euros de presupuesto inicial. No estaría demás que dado que los españoles ponemos los soldados, otros pusieran los euros.

Joseph Kabila (35 años), presidente saliente de la RDC, está en cabeza en los resultados casi definitivos de las elecciones presidenciales.


Joseph Kabila (35 años), presidente saliente, está en cabeza en los resultados provisionales y casi definitivos de las elecciones presidenciales celebradas hoy en la República Democrática de Congo (RDC) con un 44,8% de los votos, una vez escrutadas 168 de las 169 circunscripciones. Uno de los cuatro vicepresidentes en funciones, Jean-Pierre Bemba (43 años), que, apoyado por Uganda, se enfrentó a Kabila durante la guerra de 1998 al 2003, le sigue con un 20%. Al no lograr la mayoría absoluta ninguno de los 32 candidatos, habrá una segunda vuelta, el 29 de octubre.

En el terreno económico, el desastre en la agricultura hace que un 60% de los congoleños estén mal alimentados y eso propicia un déficit intelectual.


En el terreno económico, el desastre en la agricultura hace que un 60% de los congoleños estén mal alimentados y eso propicia un déficit intelectual. Respecto al crudo, la RD del Congo tiene el 60% de los recursos que necesita, pero van directamente a los barcos petroleros… Las multinacionales se llevan el 90% de los beneficios y no pagan impuestos. En minería se tiene un código, pero no se aplica. En metales y piedras preciosas, el Estado ha perdido casi todo derecho de explotación. Y sobre el cobre, una de las mayores reservas del mundo, el cobalto con el 50% de la producción mundial, el estaño, el zinc… la RD del Congo tiene equipamientos vetustos de los años sesenta. Y en cuanto al coltán utilizado en aeronáutica, medicina nuclear o teléfonos móviles se lo han venido llevando los señores de la guerra directamente al exterior. Y no hay que olvidar la usurpación de la riqueza forestal, que además destroza el ecosistema africano. Ante este panorama, es difícil intuir el fin de ese robo internacional.

El presidente electo de la República Democrática del Congo, Joseph Kabila, se presenta como presidente de “todos los congoleños”.


El presidente electo de la República Democrática del Congo (RDA), Joseph Kabila, de 35 años, se ha presentado a sí mismo como presidente de “todos los congoleños”, tras ser proclamado por la Comisión Electoral ganador de las elecciones presidenciales -celebradas el 29 de octubre en segunda vuelta- con el 58,05 % de votos (La primera vuelta se celebró el pasado 30/7). Las tareas que le quedan al ahora sí elegido Kabila y al principal opositor, Bemba, son pues ingentes. Dado que los hombres armados de ambos políticos todavía se enfrentaron entre la primera vuelta de las elecciones presidenciales y parlamentarias del pasado 30 de julio y la segunda del 29 de octubre, y que en el este del Congo persisten escaramuzas, los analistas concluyen que la estabilidad no está garantizada. Kabila se halla ante numerosos retos, entre ellos desarmar a todas las guerrillas; cortar la corrupción y reordenar la economía para que los congoleños disfruten, por lo menos en parte, de los beneficios de las riquezas naturales.