Es detenido Carlos E. Lehder Rivas, Príncipe de la cocaína, uno de los hombres más ricos y buscados de Colombia, uno de los “capi” del “cártel” o “clan de Medellín, uno de los tres principales jerarcas del narcotráfico internacional. Está acusado de ser el autor intelectual del asesinato, en 1984, del ministro colombiano de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla. Su fortuna le ha permitido aparecer ante sus seguidores como un mecenas. El ciudadano medio de las regiones que ha controlado, le ve como un creador de riqueza y un benefactor, no obstante conocer cuál es el origen de su fortuna. En esto se asemeja a Pablo Escobar, el principal narcotraficante colombiano, y tal vez del mundo, y jefe supremo del “clan de Medellín”.

La ofensiva del gobierno presidido por Bill CLINTON se concentra en el eslabón más débil de la cadena, los cocaleros y los narcotraficantes colombianos, pero no en sus propios bancos y banqueros. El gobierno estadounidense exige al colombiano la erradicación de los cultivos y la extradición a EEUU. de los capos locales. La negativa a las extradiciones y las acusaciones de financiarse con dinero del narcotráfico, de las que Samper fue absuelto por el Parlamento, llevan a los EEUU. a declarar al presidente colombiano persona no grata.

En Ecuador, Venezuela y Perú hay temor y creciente preocupación por la repercusión que ya está teniendo dentro de sus fronteras la aplicación del plan Colombia. La huida en masa de campesinos colombianos hacia Ecuador y Venezuela aumenta la tensión en los paises vecinos. A pesar de la insistencia de Washington y Bogotá en que el plan Colombia es un programa integral que no sólo afronta el problema del narcotráfico, sino también aspectos económicos y sociales, en América Latina, en especial entre los cinco vecinos de Colombia, se ve como una especie de caja de Pandora que puede afectarlos en forma directa.

El quid del asunto está asociado con el éxito del objetivo primordial del plan Colombia: la erradicación de los cultivos de coca u amapola, que junto con el secuestro son la principal fuente de financiación de la guerrilla. La experiencia evidencia que las campañas antinarcóticos en Perú y Bolivia se han traducido en un rápido crecimiento de la producción en Colombia y en la consolidación de poderosos carteles que pusieron en jaque al país. Por ello, los vecinos se preguntan si un triunfo sobre el narcotráfico en Colombia podría significarles una pesadilla si se exporta el problema a su territorio, por ello todos refuerzan militarmente sus fronteras con Colombia.

Dos desconocidos asesinan a tiros al arzobispo de Cali (Colombia), Isaías Duarte, quien denunció la colaboración existente entre ciertos políticos y el narcotráfico.