La implantación de la monarquía nazarí en el nuevo Reino de Granada no resulta tarea fácil. Mohamed I al-Ahmar fundador de la dinastía, de enorme habilidad para la política, tiene que enfrentarse a sus propios hermanos y a numerosas insurgencias para conseguir estabilizar el régimen político. En la fecha, consigue hacerse definitivamente con el poder, cuando es por fin aclamado como rey (1238-1273) y desde la colina de La Sabika (cuenta la leyenda) decide iniciar la construcción de una alcazaba que con el paso de los siglos se convertirá en la Alhambra como palacio de los reyes granadinos. La dotó con agua del río Darro, construyendo un azud. Suyas serán la Torre de la vela y la del Homenaje. Mejorará las defensas y creará depósitos para grano y munición. Probablemente edificará también las murallas. Desde ese momento se dedica a pacificar el reino y a sofocar las continuas sublevaciones. De hecho, Granada se convertirá en la ciudad más bella de Europa, por lo que muchos la llamarán la Damasco de Occidente.
Mohamed I al-Ahmar, fundador de la dinastía nazarí, es, por fin, aclamado como rey.
Esta pieza también aparece en ... REINO DE GRANADA (1238-1492)