Decreto del Gobierno de FRANCO creando nuevo escudo nacional.

FRANCO, consciente de la dificultad de apoderarse de Teruel por medio de un ataque frontal, planea recobrar la ciudad mediante una amplia maniobra de envolvimiento. Como paso previo y con el fin de neutralizar la amenaza que se cierne sobre su ruta de aprovisionamiento, decide rectificar la línea de contacto y ocupar la cuña formada entre los ríos Alfambra y Jiloca. La breve batalla -batalla del Alfambra 5-7/2/1938- es uno de los mayores éxitos del Ejercito Nacional que sólo sufre 300 bajas, a la vez que un duro revés para los republicanos, quienes, aparte de ceder una extensa franja de terreno, pierden 15.000 hombres entre muertos, heridos y prisioneros, más la totalidad del armamento y equipo de las unidades que quedan embolsadas en Sierra Palomera.

Desde que el 8 de enero de este año, la ciudad de Teruel cayera en manos republicanas, no cesan las ofensivas franquistas para recuperarla. A principios de febrero, han emprendido el ataque por el norte, a través del río Alfambra, y consiguen sitiar la ciudad casi en su totalidad. El día 17 de febrero, el general republicano Hernández Sarabia ordenará la retirada general y el día 22 de febrero, los franquistas generales Aranda y Varela recuperarán Teruel para los nacionales. De esta forma, Castellón y Aragón quedarán sin protección frente a los ataques de los sublevados. En efecto, FRANCO, una vez acabada la campaña del Norte y haber recuperado Teruel, se convence de que debe dirigir su próxima ofensiva no contra Madrid, sino contra el este de la península. Por ello, organiza un ataque general al frente aragonés para llegar a la costa mediterránea.

Decreto aboliendo la libertad de reunión y asociación en la zona nacional.

El 6 de marzo de 1938, una escuadra republicana ataca un convoy franquista con destino al sur de España en aguas de Cartagena, que es escoltado por el «Baleares» junto con el «Canarias» y el «Almirante Cervera». Como resultas de la refriega el «Baleares» es torpedeado y hundido. Acuden en su ayuda dos destructores británicos, el «Kempenfelt» y el «Boreas», que patrullan la zona al servicio del Comité de No Intervención, logrando salvar a 435 miembros de la tripulación. Perecen 788 tripulantes, que se hunden con el barco. Aunque los restantes buques franquistas son bombardeados por la Aviación republicana, salen indemnes del combate. Esta será la batalla naval más importante de la Guerra Civil española y constituirá un éxito para la Armada republicana.

Ofensiva franquista en el frente de Aragón (Del Huerva al Guadalope). En pocos días las tropas de Franco consiguen acabar con la línea defensiva republicana, haciéndose con el control de Belchite, Calanda, Caspe y Fraga, plazas fundamentales para la defensa de Catalunya. La llegada de algunas fuerzas y de armamento procedentes de Francia permiten recomponer en alguna medida el ejército republicano, pero comienzan las incursiones franquistas en el territorio catalán.

El día 16 de marzo de 1938, la actividad aérea sobre Barcelona alcanza una intensidad nunca vista hasta entonces. Los aviones franquistas, Heinkels «Zapatones» van entrando agrupados en patrullas, al principio, o en parejas, después, para lanzar su mortífera carga en pleno casco urbano. Continúan el bombardeo durante todo el día 16 de marzo y hasta la tarde del 18. Lo hacen con intervalos aproximados de unas tres horas entre cada incursión, habiéndose realizado en total diecisiete misiones. Al no encontrar oposición eficaz antiaérea o aérea efectúan los bombardeos a más baja altura y velocidad, 400 m y 140 km/h respectivamente, espaciando deliberadamente las bombas y arrojándolas sin objetivo determinado alguno.

En el bombardeo de los franquistas sobre Barcelona, en la fecha, parece ser que el objetivo no era el de destruir la ciudad, pues hubiesen utilizado bombardeos masivos y con bombas de la máxima potencia para ello. Hacían, justo lo contrario: Bombardeos con pocos aviones, dos o tres, prolongando la alarma, espaciando la suelta de bombas de mediana potencia y, eso sí, haciéndolo con frecuencia. Así durante más de 50 horas seguidas. Se trataba sin duda de paralizar por el terror a toda una ciudad de un millón de habitantes. Resultaron muertas unas 1.300 personas y heridas otras 2.000.

Ya desde el primer momento del bombardeo sobre Barcelona, García Lacalle, jefe de la escuadra de caza por aquel entonces, solicita el envío urgente de cazas I-16, siéndole negados estos por el mando que alega la crítica situación del frente, carente de suficiente aviación. La situación de la moral de la población es muy mala, ya el segundo día de los bombardeos. Miles de personas toman el camino de la huída al campo. Casi todas las tiendas cierran y las carreteras de salida de Barcelona se llenan de gente que escapa llevándose todo tipo de enseres. La ofensiva de Aragón esté en pleno apogeo. Los franquistas han conquistado siete mil kilómetros cuadrados de terreno, ocupando las poblaciones de Alcañiz, Caspe, Calanda, Alcoriza y Montalbán, continuando con su imparable avance. En esas condiciones Barcelona queda indefensa y los aviones enemigos pueden efectuar sus servicios con total impunidad.

El Gobierno de Burgos deroga las leyes de Divorcio, Matrimonio Civil y Reforma Agraria. En lo que concierne a la Ley de Divorcio, la derogación tiene carácter retroactivo, lo que significa que se invalidan las segundas nupcias contraídas durante la República. Además, se crea el Servicio Nacional de Reforma Económica y Social de la Tierra, cuyo objetivo primordial es devolver las fincas expropiadas por el Instituto de Reforma Agraria (IRA) a sus antiguos propietarios.