WITIZA es asociado por su padre ÉGICA, al trono de los visigodos para garantizar su sucesión.

ÉGICA, en la fecha, asocia al trono a su hijo WITIZA, que fijará su sede en la ciudad gallega de Tui como corregente de su padre y rey del antiguo reino de los suevos. El ejercicio del poder regio es compartido, poniéndose de actualidad el gran problema de la corona visigoda: la sucesión al trono. Existen dos posturas diferenciadas entre la población hispanovisigoda: 1) La nobleza visigoda, partidaria de un sistema de corte germánico defiende la elección del rey por los nobles. 2) Los hispanorromanos, apoyados por los obispos, defienden la monarquia hereditaria.

A Égica le sucede su hijo WITIZA (702-710) como rey de los visigodos. Su reinado coincide con la crisis final del reino de Toledo. En esos momentos, el poder de los reyes es muy reducido, y el Estado se encuentra dividido en células, en las que los nobles actuaban como señores independientes. WITIZA será un gobernante más suave que su padre. Consciente a buen seguro de las tensiones creadas por su antecesor con sus persecuciones, llama a los desterrados por su padre y les devuelve sus propiedades y sus esclavos y quema públicamente las declaraciones, que han firmado obligados, sobre deudas al tesoro. Incluso les devuelve sus cargos palatinos. Por otra parte, este rey anulará formalmente el celibato en Hispania. Muy frecuentemente esta ley es violada. La mayoría de los sacerdotes e incluso muchos obispos viven públicamente en concubinato o se casan. Poco se sabe de su reinado, pero el cronista anónimo continuador de la Crónica de San Isidoro menciona que trajo prosperidad y gozo a Hispania.

Por estas fechas, las Islas Baleares son frecuentadas por los musulmanes establecidos en las antiguas posesiones bizantinas del norte de África. Éstos, los musulmanes, organizan expediciones terrestres y navales por las regiones vecinas, tanto para comprobar la solidez de sus defensas como para conseguir cuantiosos botines. Al parecer es en el curso de una de estas expediciones navales, cuando, después de haber saqueado Sicilia y Cerdeña, en el año de la fecha, la flota árabe desembarca en Menorca y Mallorca, posiciones que constituyen una avanzada magnífica de cara a una futura intervención en la Península Ibérica. Parece que los musulmanes capturan a numerosos prisioneros y consiguen un gran botín. Además, se trata, sin duda, de menoscabar la actividad pirática tradicional de los habitantes de las islas, que significa un peligro potencial para las evoluciones de la escuadra musulmana por este rincón del Mediterráneo.

WITIZA, hacia el final de su reinado, asocia al trono a su hijo AGILA II, lo que quizás desagrada a los nobles, a quienes puede no gustar el príncipe, o pueden desear elegir otro rey, ya que la sucesión dinástica Egica-Witiza-Agila contradice la tradición electiva del monarca del Reino Visigodo

Fallece en Hispania el rey visigodo WITIZA.