CARLOS (III Rey de España, 1759-1788) (VII Rey de las Dos Sicilias, 1734-1759)

Total de piezas: 110

Antonio de Ulloa, primer gobernador español de la recién adquirida Luisiana, llega a Nueva Orleans.


Antonio de Ulloa, primer gobernador español de la recién adquirida Luisiana, llega a Nueva Orleans.

El fraile cumple la misión que le han encomendado y regresa asegurando que CARLOS III accede a todo.


El fraile cumple la misión que le han encomendado y regresa asegurando que CARLOS III accede a todas las peticiones. Como prueba, unos alguaciles comienzan a fijar carteles anunciando la rebaja del pan y otros víveres. Pero la confianza no se restablece. Los amotinados, inseguros y recelosos, reclaman la presencia física del Monarca. CARLOS III, muy celoso de su dignidad real, considera una humillación tener que presentarse ante ellos, pero no tiene más remedio que ceder. Sale al balcón y da públicamente su consentimiento a las peticiones. CARLOS III jamás olvidará ese momento. Algo muy profundo se rompe en la comunicación entre el Rey y el pueblo a partir de aquel día. Se quiebra la confianza mutua y no resultará fácil recomponerla.

Esta pieza también aparece en ... MOTÍN DE ESQUILACHE (1766)

La familia real decide abandonar la capital y retirarse al Real Sitio de Aranjuez para ponerse a salvo.


El motín parece haber acabado. Pero CARLOS III no se fía y la noche del 25, contra la opinión de su madre, ISABEL de Farnesio, que le aconseja quedarse en Madrid y afrontar la situación, decide abandonar la capital y retirarse al Real Sitio de Aranjuez para ponerse a salvo. Toda la familia real abandona el palacio. Aquella salida nada tiene que ver con los habituales viajes de la corte. Se hace de noche y en secreto, utilizando pasadizos escondidos, hasta tomar los carruajes fuera de la puerta de San Vicente. El grupo se dirige sigilosamente a Aranjuez, donde el Rey ha enviado previamente a la Guardia Valona para hacerse cargo de su custodia. Es, pues, verdaderamente una huida.

Se destierra al odiado Esquilache y se nombra al Conde de Aranda presidente del Consejo de Castilla.


Al día siguiente, al conocerse la noticia de la marcha de CARLOS III. Los madrileños se sienten ofendidos y desconcertados. Lejos de apaciguarse se sublevan de nuevo. Vuelven a ocupar las calles de la capital y a punto están de marchar sobre el Palacio de Aranjuez para enfrentarse con el Monarca. Para acabar con el conflicto se solicita la presencia real, pero CARLOS III se niega a regresar a Madrid. Pese a todo, la situación se va tranquilizando poco a poco. Aunque se resiste a ceder, el Rey tiene que hacer concesiones. La principal es el destierro del odiado Esquilache. En compensación, designa a un nuevo hombre fuerte de su total confianza, con la prudencia esta vez de elegir a un español. Se trata del actual capitán general de Valencia, el conde de Aranda, y le nombra presidente del Consejo de Castilla. Miembro de la aristocracia, pero convencido reformista, será la cuña de la misma madera que permitirá abortar los intentos de oposición de los privilegiados a la política de modernización preconizada por el Rey. La lectura en la Plaza Mayor de una carta del rey aceptando todas las demandas de los amotinados, apacigua la revuelta.

Esta pieza también aparece en ... MOTÍN DE ESQUILACHE (1766)  • REAL SITIO DE ARANJUEZ

Muere en Aranjuez, según muchos a causa del disgusto, la reina madre Isabel de Farnesio.


La crisis originada por el caso de Esquilache, deja graves secuelas, en primer lugar en la propia familia real. Es fatal para la reina madre, ya anciana, que cae enferma y muere en Aranjuez, según muchos a causa del disgusto. Y CARLOS III ya no volverá a ser el mismo. Pierde la confianza que tenía en su pueblo y, aunque es un hombre valiente, como ha demostrado en el campo de batalla, a partir del motín el temor a otros alzamientos similares no le abandonará nunca.

Esta pieza también aparece en ... MOTÍN DE ESQUILACHE (1766)  • REAL SITIO DE ARANJUEZ

Como gran responsable de lo sucedido el gobierno señala a la Compañía de Jesús.


Otra dirección de las investigaciones en el caso del Motín de Esquilache, secundaria pero más amenazadora y oculta, apunta hacia los grupos oscuros «de más elevada esfera», que podían haber manejado los hilos de la conspiración. Como gran responsable de lo sucedido el gobierno señala a la Compañía de Jesús. La animadversión contra los jesuitas viene ya de lejos y no se refiere sólo a España. Ya han sido expulsados de Portugal y Francia. El problema tiene muchas causas. El voto jesuita de obediencia a la Santa Sede enfrenta a la Compañía con el regalismo, la doctrina que defiende los derechos del rey frente a los derechos del papa. La doctrina populista, que legitima en algunas condiciones teóricas el derecho de los súbditos a la rebelión, mantenida por destacados jesuitas, indispone a la Compañía con el absolutismo. Existe un gran conflicto entre órdenes religiosas, por motivos doctrinales, morales y económicos y entre el clero de estas órdenes, o clero regular, y el clero secular o diocesano. No eran buenas tampoco sus relaciones con la mayoría de los obispos españoles.

El motín de Esquilache es una oportunidad para lanzar contra la Compañía de Jesús los odios acumulados.


El motín de Esquilache es una oportunidad para lanzar contra la Compañía de Jesús los odios acumulados. Es posible que algunos jesuitas esten más o menos implicados en los sucesos, pero lo que hace el gobierno no es una investigación para intentar aclarar lo sucedido y depurar responsabilidades individuales. El propósito es establecer una acusación contra la orden en su conjunto, presentándola no sólo como culpable de unos hechos concretos, sino como un peligro global y absoluto para la monarquía española. Campomanes, como fiscal del Consejo de Castilla, es uno de los principales instigadores y ejecutores del proceso.

Colonización de las regiones desiertas de Sierra Morena, dirigida por Pablo de Olavide en 1767


Entre los resultados del reformismo de los Borbones se cuenta la colonización de regiones desiertas, de las que la más destacada es la de Sierra Morena, dirigida por Pablo de Olavide en 1767. Conquistar para la agricultura los campos abandonados entre Valdepeñas y Bailén y asegurar frente a los bandoleros la nueva carretera general de Andalucía son algunos de los objetivos logrados por este adelantado de la reforma agraria. Por otra parte, a fin de impulsar la agricultura de regadío y agilizar el transporte de mercancías a lo largo y ancho de España, los ministros ilustrados del siglo XVIII se vuelcan en la construcción de canales, acequias y embalses. Aunque en algunos casos la voluntad del Gobierno no llegará más allá del mero proyecto, un abanico de grandes obras (el canal de Castilla, en canal de Aragón, la acequia real del Jucar o el pantano de Lorca) es concluido o muy avanzado en este siglo.

El Parque del Buen Retiro se abre al público.


El Parque del Buen Retiro se abre al público con la condición de acudir «peinados, en casaca y chupa, sin cajetilla, capa ni gabán». De hecho en el reinado de Carlos III las mejoras urbanas se intensificaron gracias al impulso del conde de Aranda secundado por José de Hermosilla. La gestión de la ciudad conoce una superposición de estrategias en las que predomina el dirigismo de la corona en un claro declinar del poder local. La ciudad se había convertido en estandarte del poder real. En esta fecha, se preparó un ambicioso programa urbano que tuvo su mayor logro en la reordenación del Prado de San Jerónimo, la antigua vaguada del arroyo de la Fuente Castellana,

Esta pieza también aparece en ... MADRID (Ciudad)

Carlos III firma el decreto de supresión de la Compañía de Jesús y la expulsión de sus miembros de España y sus colonias.


CARLOS III firma el decreto de supresión de la Compañía de Jesús y la expulsión de sus miembros de España y sus colonias el 27 de febrero de 1767. El plazo termina el 1 de marzo (se alargará hasta el 2 de abril). Para tomar esta decisión, el Rey denuncia la existencia de gravísimas causas, alega su deber de mantener en subordinación, tranquilidad y justicia a sus pueblos, deja otras causas urgentes, justas y necesarias en reserva e invoca la suprema autoridad que Dios ha depositado en sus manos para la protección de sus vasallos y el respeto debido a la Corona. Las casas de jesuitas en España son rodeadas por el Ejército. A los religiosos se les lee el decreto de expulsión y se les ordena salir de inmediato. Sólo los novicios pueden elegir quedarse en España. En realidad, la medida es tomada coordinadamente en todos los Estados donde reinan miembros de la casa de Borbón y en Portugal.