PEDRO el Ceremonioso, se casa con MARÍA de Navarra, en primeras nupcias, de cuyo matrimonio nacerán un niño, muerto a las pocas horas, y tres niñas.

A partir de 1339, cuando PEDRO el Ceremonioso viaja a Aviñón para rendir homenaje al Papa y comprueba que la influencia francesa se ejerce en beneficio de JAIME III de Mallorca y perjuicio suyo, los resquemores que el rey guardaba hacia el mallorquín por su reticencia en prestarle el homenaje que le debía, se convierten en enemistad, que tiene inmediatas consecuencias.

JAIME III de Mallorca presta en Barcelona juramento de vasallaje a PEDRO el Ceremonioso, tres años después de su coronación.

Cuando en 1340 estalla el conflicto entre Francia y JAIME III por el condado de Montpellier, PEDRO el Ceremonioso prohíbe a JAIME III que acuda a las armas en tanto no se falle la sentencia judicial respecto a este condado. Por su parte JAIME III exige del rey que cumpla con sus obligaciones como señor y le ayude a defender sus posiciones, para lo cual le emplaza en Perpinyà a finales de abril de 1341.

PEDRO el Ceremonioso convoca Cortes para la fecha, un mes antes del plazo fijado por JAIME III. Lógicamente, el rey de Mallorca, enfrentado a las amenazas que se ciernen sobre sus territorios, no acude a las Cortes, como es su obligación hacer, e incurre en el delito de felonía. Con esta acusación y alguna otra que, al parecer, PEDRO añade por su cuenta, es juzgado y condenado al embargo de sus tierras

Los habitantes del delta cercanos a la desembocadura tienen ocasión de contemplar la brillante escuadra del rey Pere el Ceremoniós que sale del Cap del Riu para ir a desposeer a su hermano de las Baleares.

En la fecha, las tropas expedicionarias catalanas armadas por PEDRO el Ceremonioso para someter a JAIME III, desembarcan en Santa Ponça, ocupando la capital mallorquina y la isla sin apenas resistencia. Menorca e Ibiza también se le someten. JAIME III huye a sus posesiones del Rosellón, mientras que PEDRO el Ceremonioso, tras ser coronado solemnemente en la Seo, declara que, en el futuro, el reino de Mallorca no se separará de la Corona de Aragón.

PEDRO el Ceremonioso ataca el Rosellón hasta que consigue la rendición de JAIME III de Mallorca. Éste ya sólo conserva Montpellier, donde se refugia. Pero no se da por vencido. Finge sumisión y en los años siguientes intentará recuperar sus Estados, pero el conde-rey, que ha jurado, a instancias mallorquinas, no separar nunca de su corona el reino de Mallorca, reprimirá una y otra vez los sucesivos intentos.

De los cuatro hijos que PEDRO el Ceremonioso tendrá con su esposa MARÍA de Navarra, en este año nace el último, una niña. Pero de resultas de este último parto mueren madre e hija. PEDRO ha tenido hasta entonces (y seguirá teniendo) un reinado muy agitado, ha pasado por serios peligros, por lo que ha nacido en él un viva preocupación por su sucesión. Por ello, este mismo año, proclama heredera de la corona a su hija mayor CONSTANZA. Esto motiva el enfado y el rompimiento con su hermano JAIME, conde de Urgell, y con la nobleza aragonesa, fiel seguidora de la tradición del reino de Aragón que excluye a las mujeres de la sucesión al trono. El rey pasará verdaderos apuros y se verá obligado a revocar el decreto de sucesión a favor de su hija.

PEDRO el Ceremonioso se casa con LEONOR de Portugal en segundas nupcias.