REINO DE MALLORCA (1276-1716)

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Jaime II, hermano de Pedro III el Grande, hereda por parte de su padre Jaime I: Mallorca.


JAIME II, hermano de PEDRO III el Grande, hereda por parte de su padre Jaime I: Mallorca (Mallorca, Ibiza y Formentera. Menorca está aún en manos de los musulmanes, que rinden vasallaje por ella), los condados del Rosellón y Cerdanya (que incluyen: el Capcir, el Conflent, el Vallespir y Colliure), Montpellier/Omeladès, y el pequeño enclave de la baronía de Carladès, en Auvernia.

Esta pieza también aparece en ... JAIME II el Bueno (Rey de Mallorca) (1276-1311)

Antecedentes del reino de Mallorca.


El reino de Mallorca inicia su andadura cuando el eslavo Muchahid, califa de la taifa de Denia ocupa las Baleares en el 1014. En el 1114 al ser atacada por los cristianos piden ayuda a los almorávides que la unen a su imperio en el 1116, quienes le dieron un alto grado de prosperidad. Ya en el siglo XII, reunidas las Cortes del reino de Aragón y Catalunya en 1128, acordaron la conquista de Mallorca para acabar con las piraterías de los moros.

JAIME II es reconocido en Palma como rey de Mallorca de acuerdo con el testamento de Jaime I.


El príncipe JAIME de la Casa Condal de Barcelona y ESCLARAMUNDA de Foix son reconocidos en Palma como reyes de acuerdo con el testamento de Jaime I el Conquistador, padre del nuevo monarca: JAIME II de Mallorca (1276-1311), a quien se conocerá como «Lo bon rei En Jaume». (Mallorca celebra su «Diada», su fiesta oficial, el 12/9 en recuerdo de este hecho). JAIME II y Esclaramunda de Foix pasan a ser reyes de Mallorca, condes del Rosellón/Cerdanya, señores de Montpellier/Omeladès, vizcondes de Carladès y fundadores de una dinastía que, por espacio de tres cuartos de siglo, hata 1343, gobernará este «reino en medio del mar», como será denominado, con una franja continental en la actual Francia. Con esta herencia formará un Estado, el Reino de Mallorca, Así, pues, en lo sucesivo, los Condados de Cerdanya y Rosellón no se considerarán, en consecuencia, integrados en Catalunya. En efecto, los documentos oficiales de los siglos XVI y XVII hablan de «Catalunya y los Condados de Rosellón y Cerdanya», con gobernadores diferentes, aunque bajo el mismo Virrey.

PEDRO el Grande marcha a Catalunya para enfrentarse a un gran sector de la nobleza catalana.


PEDRO el Grande marcha a Catalunya para enfrentarse (1277-1280) a un gran sector de la nobleza catalana. En efecto, PEDRO el Grande, pretende cobrar un nuevo impuesto. Esta pretensión, interpretada como una violación de las constituciones, es rechazada, y el malestar se agrava por la sucesión del condado de Urgell, herencia disputada por la Casa de Cabrera y el propio monarca. Temerosa del poder que PEDRO pueda alcanzar, la nobleza feudal catalana, acaudillada por los condes de Foix, Pallars y Urgell y también por JAIME II de Mallorca, hermano del monarca catalano-aragonés, se sublevan.

PEDRO el Grande consigue que su hermano JAIME II de Mallorca se reconozca vasallo suyo.


PEDRO el Grande consigue que su hermano JAIME II de Mallorca, que se encuentra entre los nobles sublevados en su calidad de conde de Rosellón y señor de Montpellier, se reconozca vasallo suyo. El documento, que firman en Perpinyà, significa la voluntad política de volver a reunir los estados catalanes, pero después, JAIME II de Mallorca lo rechazará y dirá que lo ha firmado presionado por el miedo. Aunque los territorios de la Corona que ganara Jaime I se rompen a excepción de Montpelier, que en derecho no puede segregarse de Aragón y Catalunya, se cumple con la ley, pues los reinos de Valencia y Mallorca no son patrimonio de la Corona, sino ganancias personales de Jaime I, que puede entregarlas, como hace, a quien le plazca.

PEDRO el Grande se ve obligado a dejar Sicilia y volver a la Península. Establece condiciones de herencia.


Mientras, en la fecha, PEDRO el Grande se ve obligado a dejar Sicilia y volver a la Península ya que sus reinos están amenazados por la cruzada promovida por el rey de Francia y el Papa. Por ello, PEDRO asigna la regencia a su mujer, la reina CONSTANZA, que se instala en Sicilia acompañada de sus hijos JAIME y FEDERICO. Al lado de la reina quedan el gran canciller Joan de Pròixida, el gran almirante Roger de Llúria y el gran justicia Alaimo de Lentini. PEDRO aprovecha la ocasión para establecer que cuando él muera, las coronas de Aragón y de Sicilia han de separarse. La primera ha de corresponder a su primogénito ALFONSO, y la otra, a su segundo hijo, JAIME.

Pedro III exige a su hermano Jaime II un acuerdo a su favor. Éste le traiciona y da paso a los franceses.


PEDRO III, ante la actitud de su hermano, resuelve la situación, finalmente, de una manera expeditiva. El mes de abril de 1285, entra de repente en el Rosellón, se presenta en Perpinyà y hace suyo el palacio en el cual se encuentra JAIME II enfermo y acompañado de su familia. PEDRO III toma prisioneros a la reina ESCLARAMUNDA y a sus hijos y exige un acuerdo ante la inminente invasión. JAIME II pide unas horas para pensárselo; horas que aprovecha para huir por una alcantarilla y, una vez libre, pide al rey de Francia, que invada el Rosellón. Éste saldrá de Perpinyà el 13 de mayo.

JAIME II firma un pacto secreto de alianza con FELIPE III el Atrevido, rey de Francia, casado con su hermana.


JAIME II de Mallorca, molesto por la sumisión que PEDRO el Grande, su hermano, le exige, no quiere ayudarle de ninguna manera a luchar contra los cruzados que el Papa está reclutando contra él por haberse hecho con el reino de Sicilia perjudicando a los Anjou, segundones de la Casa Real francesa pero de la que el Papa es fiel aliado. JAIME II hasta firma un pacto secreto de alianza con FELIPE III el Atrevido, rey de Francia, casado con Isabel de Aragón, hermana de PEDRO y de JAIME II. Así, JAIME, el Rey Bueno, se convierte de repente en el Rey Traidor, pues en esta crisis opta por apoyar a su cuñado antes que a su hermano y, entre la inquietante alianza con uno de sus poderosos vecinos, prefiere a los franceses antes que a los aragoneses y catalanes y les facilita el paso de los Pirineos por el Rosellón.

El ejército francés con cien mil hombres y Felipe III a la cabeza, invade Catalunya.


El rey de Francia tiene concentradas su tropas en Tolosa, nada menos que cerca de doscientos mil hombres, que quieren participar en la cruzada contra el excomulgado y teóricamente desposeido rey PEDRO el Grande. FELIPE III el Atrevido, rey de Francia, y sus hijos FELIPE IV el Hermoso (rey de Navarra) y CARLOS de Valois (rey de Aragón), se ponen al frente de las tropas y salen -en la fecha- hacia la frontera, a través del condado de Rosellón instalándose en los alrededores de Perpinyà. El condado del Rosellón, que según las órdenes de JAIME II de Mallorca, ha de facilitar el paso a los cruzados, se muestra hostil a los invasores, pero no pueden evitar su suerte porque el rey PEDRO no puede acudir en su ayuda. Algunas plazas del Rosellón resisten, otras capitulan, pero los cruzados avanzan con decisión hacia el sur.

PEDRO III el Grande, al sentirse morir, manifiesta, ante la terrible carga de la excomunión, que se arrepiente de la toma de Sicilia.


La oposición entre los dos hermanos -PEDRO III el Grande y Jaime II de Mallorca- es tan grande que el rey PEDRO III el Grande, una vez vencidos los cruzados, decide enviar una expedición de castigo a Mallorca que él mismo quiere dirigir. De acuerdo con ROGER de Llúria, se preparan las embarcaciones en el puerto de Salou y, cuando, en la fecha, va de camino de Barcelona a Tarragona, se siente gravemente enfermo. Trasladado a Vilafranca del Penedès, PEDRO III el Grande, al sentirse morir, manifiesta, ante la terrible carga de la excomunión, que se arrepiente de la toma de Sicilia y su deseo de que Sicilia se devuelva a la Santa Sede. La orden de PEDRO III el Grande nunca será cumplida. También ordena a su primogénito ALFONSO que vaya en su nombre a Mallorca y finalmente, manda liberar todos los prisioneros de la guerra con Francia. Confiesa y comulga.