JUANA I la Loca (Reina Corona de Castilla) (1504-1555)

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Juana I la LocaJuana I de Castilla, llamada «la Loca», fue reina de Castilla de 1504 a 1555, y de Aragón y Navarra, desde 1516 hasta 1555, si bien desde 1506 no ejerció ningún poder efectivo y a partir de 1509 vivió encerrada en Tordesillas, primero por orden de su padre Fernando el Católico y después por orden de su hijo el rey Carlos I.

CARLOS I concierta la boda de su hermana CATALINA con el rey JUAN III de Portugal.


JUANA la Loca en su encierro en Tordesillas está acompañada de su última hija, la infanta CATALINA. Ahora bien, las exigencias de la política internacional llevan a CARLOS I a concertar la boda de su hermana CATALINA con el rey JUAN III de Portugal. Hecho que tiene lugar en la fecha y de este modo JUANA ve salir de Tordesillas a su hija, convertida ya en reina del país vecino.

A todas luces, JUANA I la Loca padece de alguna enfermedad mental como su abuela materna


A todas luces, JUANA I la Loca padece de alguna enfermedad mental como su abuela materna, Isabel de Portugal, y como el desdichado hijo de Felipe II, el príncipe Carlos. No está loca en el sentido vulgar de la palabra, pero carece de la voluntad y energía que se exigen de los gobernantes. La política no le interesa; lo que le ha preocupado desde el primer momento ha sido su vida privada, sus relaciones personales con su marido. Desgraciadamente ella era la heredera del trono. Ni su madre, ni su padre, ni luego su hijo se resignaron a ver el reino confiado a manos tan débiles. De ahí la decisión de Fernando el Católico cuando la hizo encerrar en Tordesillas: decisión cruel para un padre mas necesaria para un político. La reina JUANA fue víctima de la razón de Estado.

Muere en Tordesillas, JUANA la Loca, madre del emperador CARLOS (V) a la edad de 76 años.


Muere en Tordesillas, JUANA la Loca, madre del emperador CARLOS (V) a la edad de 76 años. Fallece pocos meses antes de la abdicación de su hijo, el emperador Carlos V. Es decir que si JUANA hubiera podido ejercer normalmente el poder que le correspondía, Carlos V no hubiera llegado a ser rey de Castilla y el destino de España y el de Europa hubiera sido probablemente profundamente distinto. JUANA ha permanecido 46 años en Tordesillas, prisionera de toda su familia. Toda relación con el mundo exterior y, sobre todo, con los medios políticos, le ha sido rigurosamente prohibida. Al fin, JUANA es libre. Actualmente, sus restos reposan junto a los de su marido FELIPE el Hermoso en el Panteón Real de Granada.