Pero en la margen septentrional del Danubio está dispuesto un ejército austríaco, y Napoleón trata de derrotarlo el 21 de mayo, vadeando el río en Aspern. Fracasa. La batalla de Eylau, año y medio antes, había sido un éxito, pero ahora la de Aspern significa una derrota, la primera de importancia que sufre Napoleón hallándose él personalmente al frente de las operaciones. Y a manos de los austríacos, a los que menosprecia.

En la fecha, NAPOLEÓN incorpora los Estados Pontificios a Francia, Roma incluida. El Papa, entonces, responde con la bula de excomunión «Quum memoranda». NAPOLEÓN, ni corto ni perezoso, invade el Vaticano y apresa a PÍO VII. En un carruaje con las ventanillas cerradas y tapadas, se lo lleva, atravesando los Alpes a Grenoble, después a Aviñón y por último a Savona. Los cardenales, por su parte, son obligados a trasladarse a París, para vigilarles de cerca. Prisionero en Savona, PÍO VII se mantiene firme como una roca. Se niega a aceptar una renta de dos millones de francos al año, lo que enfurece de tal forma a Napoleón que manda que le quiten todo, incluso los libros, el material de escritura y hasta el anillo.

NAPOLEÓN traza planes más cautos en su enfrentamiento con los ejércitos austríacos. Cruza el río Danubio, el 5 de julio de 1809, y en Wagram, al norte de Viena, lleva a cabo la mayor concentración de artillería conocida hasta entonces. Derrota a los austríacos, que por cuarta vez han de pedir la paz.

En la fecha, se firma el tratado de Schoenbrünn, también llamado Tratado de Viena, que pone fin a la campaña napoleónica de 1809 contra Austria. Austria queda sometida al Imperio francés al tiempo que éste le arrebata Carniola, Carintia, Trieste, Fiume y Galitzia que reciben el nombre de Provincias Ilíricas. Baviera se adueña de Salzburgo y de la zona del Inn, el gran ducado de Varsovia recibe las zonas de Cracovia y de Lublin, y Rusia obtiene Tarnopol. Austria también paga una indemnización de guerra de 85 millones y pierde su acceso al mar, limitando su ejército a 150.000 hombres. Austria acepta unirse a Napoleón en una alianza contra Gran Bretaña. El dominio de Napoleón en Europa central es más fuerte que nunca.

En la Guerra de la Independencia, el ejército español organizado por la Junta Central  y comandado por Areizaga, en su intento de reconquistar Madrid, es derrotado en Ocaña, por  el del mariscal Soult. La Junta Central sufre un fuerte desprestigio tras este hecho.

En la fecha, Wellesley se adentra en Portugal, después de la batalla de Talavera. Para tener un refugio seguro, Wellesley emprende la construcción de las célebres fortificaciones de Torres-Vedras, delante de Lisboa y se mantendrá a la defensiva entre el invierno de 1809 y la primavera de 1810, previendo que, como resultado de la paz de Viena, NAPOLEÓN redoblará sus esfuerzos en la Península Ibérica. Wellesley es autoritario y minucioso, por eso maneja y supervisa todo personalmente, sabiendo donde se halla la más pequeña de sus unidades y hasta su posición artillera menos importante. Por eso y porque el general es un extraordinario táctico, su línea de Torres-Vedras resultará infranqueable. Apoyándose en el ancho curso final del Tajo y en su estuario, por el Este y el Sur y en el Atlántico por el Oeste, tiende una línea fortificada de unos 40 km. de longitud, aprovechando las elevaciones, los valles y los riachuelos desde Vilafranca hasta el mar, formando una «isla» de más de mil kilómetros cuadrados, protegida y abastecida por la flota inglesa y, en tierra, por 600 cañones y 130.000 hombres.

NAPOLEÓN ocupa Roma y abre el conflicto con el Papa.

Se plantea la suprema e ignominiosa comedia del divorcio entre estos dos grandes cínicos que son NAPOLEÓN I y JOSEFINA (Joséphine Tascher de la Pagerie). Cuando, después de mucho circunloquio, el emperador declara que desea divorciarse la emperatriz se desvanece. El Gran Chambelan Bauchet explica en sus «Memorias» que al recogerla del suelo y llevarla sin aparente conocimiento en brazos hacia su lecho, oye que JOSEFINA le dice con una voz perfectamente serena y susurrante: «Por favor, me apretáis demasiado». JOSEFINA después del desvanecimiento, en largas y penosas discusiones, consigue sacarle con las escenas más increíbles, tres millones de francos de renta anuales y la Malmaison, la casa que ha arreglado con tan maravilloso buen gusto.

El gran drama de JOSEFINA es el de su precoz esterilidad (a partir de los 35 años). JOSEFINA dice que NAPOLEÓN no es capaz de engendrar hijos, pero la verdad es que a finales de 1809 NAPOLEÓN ya ha tenido tres hijos con tres mujeres distintas. NAPOLEÓN en bien de la perpetuación de la dinastía decide, en la fecha, el divorcio con JOSEFINA… por consentimiento mutuo. Lo que no han conseguido los constantes adulterios de su mujer, las desordenadas cifras de gastos que le presenta, ni sus propios amorios, lo decide el deseo casi sagrado de tener una descendencia propia y decorosa.

La invasión napoleónica, que alcanza también a Granada (sometida al general Sebastiani, desde enero de 1810 hasta septiembre de 1812), deja triste recuerdo por sus expoliaciones y violencias. La invasión de NAPOLEÓN establece un proyecto ilustrado de modernización, construye paseos y edificios, pero destruye y expolia monumentos antiguos. Los viajeros resaltan en el Romanticismo su imagen pintoresca.