El papa Pascual II accede a las peticiones de Ramon Berenguer de patrocinar de la cruzada


El Conde de Barcelona, RAMON BERENGUER III, en su viaje a Roma, no llega a realizar la última etapa -Roma- ya que el papa PASCUAL II se encuentra en guerra con el emperador ENRIQUE V, y los pisanos aconsejan a RAMON BERENGUER que en estas circunstancias no es conveniente la visita a Roma; decepcionaría al emperador, ya mal dispuesto contra el conde de Barcelona por el tema de Provenza, que ENRIQUE V reclama como feudo del Imperio. Según los pisanos, el emperador germánico incluso tiene dispuestas fuerzas en los pasos que conducen a Roma para apoderarse de la persona del conde de Barcelona. Éste, pues, no va a Roma pero envía a sus embajadores. RAMON BERENGUER III pide al papa su alto e indispensable patrocinio de la cruzada ofreciéndole el pago de un censo anual de 30 maravedíes de oro. Con este ofrecimiento se restablece la promesa hecha por Berenguer Ramon II y que se ha dejado de cumplir con su desaparición. PASCUAL II accede a sus peticiones y nombra al legado pontificio de la cruzada en proyecto que se une a RAMON BERENGUER en el camino de regreso a Catalunya.