La ciudad de Mallorca (Madina Mayurqa) después de sufrir un asedio de ocho meses, es, en la fecha, saqueada e incendiada por las fuerzas de RAMON BERENGUER III. También es conquistada Ibiza. Mas el conde de Barcelona no puede retener las islas ya que carece de los medios necesarios para mantener un gobierno permanente en ellas, y las islas queda en manos pisanas que esgrimen derechos sobre las mismas ya que al parecer el papa Gregorio VII las había concedido previamente a los pisanos. Pero ni RAMON BERENGUER ni sus aliados piensan consolidar la conquista, concebida como una expedición de saqueo y botín.
