La colaboración entre políticos y militares contra la dictadura se manifiesta en los sucesos de la llamada La sanjuanada.


La oposición militar al régimen dictatorial obedece a motivos dispares en los que, sin duda, hay un factor personal importante o un motivo político. Así, la oposición de los generales López Ochoa y Queipo de Llano tiene su origen en una serie de razones que van desde el enfrentamiento personal con PRIMO de RIVERA hasta el común liberalismo de los dos militares citados. Más grave para el Dictador es que, en 1926, dos prestigiosos generales responsables de importantes organismos militares, Aguilera y Weyler, conspiraran con la «vieja política». Esta colaboración entre políticos y militares se manifiesta, en junio de 1926, en los sucesos de la llamada Noche de San Juan (la sanjuanada), que es producida por un conflicto artillero.