Serbia declara la guerra a Bulgaria pero es derrotada y se salva de la aniquilación gracias a Austria-Hungría.


El rey MILAN I de Serbia aprovecha esta circunstancia para llevar a cabo sus aspiraciones territoriales y el 14 de noviembre de 1885 Serbia declara la guerra a Bulgaria. Serbia es derrotada en una campaña que dura menos de cinco meses, pero se salva de una aniquilación total gracias a la intervención de Austria-Hungría. A este episodio bélico le siguen varias intrigas. Conspiradores rusos y búlgaros secuestran al soberano de Bulgaria ALEJANDRO I, pero es rescatado pocos días después.