De Gaulle al exclamar «¡Viva Quebec libre!», acentúa su oposición al imperialismo estadounidense y defiende la presencia de Francia en América del Norte.


En julio de 1967, al exclamar «¡Viva Quebec libre!», acentúa su oposición al imperialismo estadounidense, a la par que defiende la presencia histórica de Francia en América del Norte. Al mismo tiempo, de Gaulle se acerca a la Unión Soviética y a sus países satélites para construir una «Europa desde el Atlántico hasta los Urales».