Las dos principales provincias del Canadá, el Alto Canadá (ahora Toronto) y el Bajo Canadá (ahora Quebec), se unen el 23 de julio de 1840 en virtud de la “ley de unión”, aprobada por el gobierno británico.

Canadá no puede mantener, sin complicaciones, la lealtad al Imperio que profesan Australia y Nueva Zelanda. La provincia de Quebec es acusadamente francesa por lengua y mentalidad, y su pueblo manifiesta escasa o ninguna lealtad a Gran Bretaña. Así, durante la guerra de los boers Canadá no lucha oficialmente en el bando británico, si bien manda voluntarios. Se inicia por entonces la fricción entre los canadienses francófonos y anglófonos en relación con la política educativa y con la oficialidad del inglés.

En julio de 1967, al exclamar “¡Viva Quebec libre!”, acentúa su oposición al imperialismo estadounidense, a la par que defiende la presencia histórica de Francia en América del Norte. Al mismo tiempo, de Gaulle se acerca a la Unión Soviética y a sus países satélites para construir una “Europa desde el Atlántico hasta los Urales”.

En el plebiscito celebrado este año en la región de Quebec, provincia francófona, de Canadá a favor de la independencia -primero que se celebra con este objetivo- , gana el NO.

Para resolver la crisis constitucional de Canadá, los primeros ministros de sus once provincias firman un acuerdo por el que Quebec se adhiere a la Constitución de 1982 como «sociedad distinta». Pero Nueva Brunswick, Manitoba y Terranova se niegan a ratificar el acuerdo, que queda en suspenso. La crisis de Quebec continua en pie.

En el plebiscito celebrado este año en la región de Quebec, provincia francófona, de Canadá a favor de la independencia,-segundo que se celebra con este objetivo- gana el NO aunque la diferencia de votos ha sido inferior al 1% (unos 50.000 votos). Así, pues, la victoria es para los partidarios de su continuación como provincia federada.

Los independentistas de Quebec han sufrido, en la fecha, un revolcón electoral y han visto alejarse la posibilidad de que la provincia francófona pueda separarse un día del resto de Canadá. El Partido Quebequés (PQ), con sólo el 28% de sufragios, ha quedado en tercer lugar en los comicios regionales celebrados en la fecha, el peor resultado desde que concurrió por primera vez a las urnas, en 1970. Tras conocer la derrota independentista, los dirigentes del PQ han apelado al alma del partido y han dicho que debe mantenerse viva la llama del soberanismo. “Hay millones de quebequeses que quieren que nuestra nación sea un día un país”, han enfatizado. Uno de los puntos del programa electoral del Partido Quebequés es convocar un tercer referéndum sobre la separación de la provincia francófona de Canadá, una posibilidad que ahora queda muy remota. En los plebiscitos de 1980 y 1995 acabó ganando el no a la independencia, aunque en la segunda ocasión la diferencia de votos fue inferior al 1 por ciento. Desde las elecciones de 1994 con el 45% de los votos y 77 escaños el PQ no ha dejado de disminuir: 1998 el 43%; 2003 el 33% y el 2007 el 28%.